Este año La Feria del Libro de Chinchón está dedicado a la mujer, y lleva como subtítulo “Con voz de mujer”. Por eso, en la presentación de mi libro “CRONICAS DE UN PUEBLO”, Quise hacer una mención a las mujeres que aparecen en el libro.
En primer lugar tres mujeres que fueron fundamentales en la historia de nuestro pueblo. Beatriz de Bobadilla, primera Señora de Chinchón, de quien tomó el nombre la Asociación de mujeres; y doña Francisca Enríquez de Rivera, la Virreina del Peru, y Maria Teresa de Borbón y Vallabriga que tanto han contribuido a llevar el nombre de Chinchón por todo el mundo.
Aparecen en el libro otras mujeres, no tan famosas, pero que también pusieron su granito de arena para contribuir al progreso de nuestro pueblo:
Dos pioneras como Petra Ramírez, la primera mujer concejal de Chinchón, que dedicó su tiempo a ls ayuda de las jóvenes en el Servicio Social y fue pieza fundamental en la creación de la biblioteca de Chinchon, que por algo lleva su nombre.
Y otra mujer, que también se adelantó a su tiempo: Pilar Montero que fue continuadora de la tradición teatral de Chinchón, y asumió la dirección de la Pasión de Chinchón, y pieza insustituible para su consolidación.
También tenemos a las primeras mujeres que se dedicaron a la política.
Ana Magallanes, Nani Moya y Luisa María Fernández, las tres primeras alcaldesas de Chinchón; y también Isabel Montes que encabezó una lista de independientes y después ha seguido trabajando en las actividades sociales, presidiendo actualmente la Asociación de Amigos de la Biblioteca.
Tenemos a doña Ana Toval Lernos, que fue nombrada hija adoptiva de Chinchon por su labor como directora del Colegio y de la Sección Femenina.
También se concedió la medalla de Oro de Chinchón a la periodista Isabel Montejano por la cobertura que informativa que dio de nuestro pueblo.
Y finalmente se les concedió la medalla de la beneficencia a dos entrañables y queridísimas hermanitas del Asilo: Sor Primitiva y Sor Carmen que pasaron prácticamente toda su vida cuidando de los ancianos de Chinchón.
Y para poner un broche de oro, recodar a todas las reinas de las fiesta, que representaron a la juventud de Chinchón durante los últimos más de 50 años.
Sin embargo, hay muchas más mujeres que, sobre todo desde mediados del siglo XX, han trabajado por y para Chinchón. Desde las asociaciones y desde los movimientos sociales y culturales.
Mujeres, más o menos conocidas pero que han contribuido también a conformar la pequeña historia de nuestro pueblo y que han ido apareciendo en las páginas del libro y en las publicaciones del Eremita.
Podemos recordar, por ejemplo, a Mari Verdugo y su labor social y cultural; a Mila Juaranz en el deporte; a Maria Antonia Moya y Estefanía Ariza en la música; a Lucia Alarcón en la radio; a Maria Rosa Pedrero, Itziar de la Peña, Maribel Carrasco, Candela Prat, Charo Rolland, Esther Barcenas y Anemi Moolhuijsen en la pintura; a Manuela Nieto, Yajaira García y a Miriam Hernández, como restauradoras, y a una larga lista de escritoras como Arantxa Martínez, María Dolores Colmenar, María de los Ángeles Sánchez, Mercedes Martínez, María Luisa Cuesta, Nuria Álvarez, Julia Cuesta, Mª Ángeles Castillo, Beatriz García, Tanci de las Heras, Rebeca López, Gloria Vega, Conchi Olivar, Carola Labourdette, María Jesús Frutos, Mari Carmen Panadero, Mari Ropero, Tamara Sánchez, Lola Marina, y alguna que otra, que seguro que se me olvida..
Muchas mujeres que han accedido a la Universidad y que tienen mucho que decir en el futuro de nuestro pueblo. Pero yo ando últimamente algo apartado de Chinchón y temo olvidarme de muchas de ellas,
Cuando alguien continúe haciendo crónicas como las de este libro, seguro que recogerá todos los importantes logros que estas mujeres habrán aportado a la historia y a la cultura de nuestro pueblo y que, sin duda, seguirán haciendo historia en Chinchón.
Ahora, solo dejar constancia del importante papel de la mujer en la historia de nuestro pueblo.