El 16 de abril de 1995 fue domingo y ese día se celebra la festividad de Santo Toribio, por eso en el Monasterio de Liébana se celebraba el año jubilar, que se podía ganar durante todo el año.
Y con ese motivo se organizó una excursión por el grupo cultural de mi empresa para conocer el Principado de Asturias y visitar a Santo Toribio.
Fue todo un descubrimiento. Desde Oviedo a Gijón, pasando por Cudillero, Cangas de Onis, Santa Maria del Naranco, Potes, Fuente De....
Aunque es difícil resaltar algunos de estos lugares, fue Santa Maria del Naranco el que más me impresionó. Era una mañana brumosa que daba al monumento el escenario idóneo para admirar.
Santa María del Naranco es un antiguo palacio situado a cuatro kilómetros de Oviedo sobre la ladera sur del monte Naranco. Originalmente no se proyectó como iglesia, sino que fue el Aula Regia del conjunto palacial que el rey Ramiro I mandó construir en las afueras de la capital del reino de Asturias, y que se terminó en el año 842. Su estilo artístico es el denominado arte asturiano o "ramirense", dentro del prerrománico.
El complejo arquitectónico al que pertenecía este edificio también comprendía la cercana iglesia de San Miguel de Lillo, erigida a tan solo cien metros de distancia. Sin embargo, a causa del derrumbamiento de la cabecera y de parte de las naves de San Miguel, el Aula Regia fue transformada en iglesia, probablemente durante el siglo XII.
El templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 1985.
Otro lugar digno de ser destacado es el pueblo marinero de Cudillero; su colorido y sus casas escalonadas a lo largo de la montaña parecen deslizarse hasta el mar, le confieren un atractivo que le ha valido ser uno de los pueblos más bonitos de España.
De Gijón, resaltar el monumento de Chillida, que tituló “Elogio del Horizonte”; el puente de Cangas de Onis, el mirador de Fuente De, al que no pudimos subir, afortunadamente, por miedo a mi vértigo, la estatua del viajante de Oviedo, su catedral... tantos y tantos recuerdos...
Y para terminar, Santo Toribio de Liébana. El monasterio de Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano localizado en el municipio de Camaleño y próximo a Potes, en la comarca de Liebana. Alberga obras de Beato de Liébana, así como una reliquia del Lignum Crucis, que, en este caso, es el trozo más grande conocido de la cruz donde murió Jesucristo. Su Puerta del Perdón se abre al comienzo de cada Año Jubilar Lebaniego para recibir a los peregrinos.
Fue declarado Monumento Nacional el 11 de Agosto de 1953.
Ah, y otra cosa inolvidable: ¡su fabada!