Pero tiene tu plaza otra faceta
Yo siento la emoción, el arte, el miedo,
Y aún siento una emoción más honda y fuerte,
EL CRISTO de Arnao de Bruselas.
La imagen del Cristo Crucificado. Es una escultura tallada en madera y posteriormente dorada y policromada y representa a Jesús muerto sobre la cruz, con un cuerpo de correcta anatomía. La cabeza tiene cabellos largos, barba, bigote, los ojos cerrados y se inclina sobre el hombro derecho. El pie derecho monta sobre el izquierdo y ambos están atravesados por un clavo, como cada mano por separado. La parte de la carne está policromada para conseguir un mayor realismo. El paño de pureza presenta plegados sencillos y planos, anudándose en la cadera derecha. Está dorado. La cruz se estrecha por la parte inferior lo que indica que la obra se concibió como imagen para encabezar procesiones. Está colocada a la derecha del altar mayor, de la Iglesia Parroquial, sobre un soporte de hierro dorado y de estilo renacentista plateresco de mediados del siglo XVI, que fue originariamente un hachero.
Esta obra de arte fue adquirida por el anterior párroco de Chinchón, don Moisés Gualda Carmena en el año 1990. Procede del Alto Aragón, no pudiéndose hacer mayor precisión de su origen. Su estilo se corresponde con el de la escuela escultórica aragonesa de mediados del siglo XVI, y es su autor el escultor belga Arnao de Bruselas, que trabajo durante muchos años en España. Se trata de una obra renacentista en la que se pueden apreciar influjos del escultor valenciano Damián Forment, que trabajó mucho en Aragón.