Otra de las cuestiones que parece que casi todos están de acuerdo es la ineludible necesidad de afrontar la redacción de un Plan de Urbanismo que recoja las necesidades actuales y futuras de Chinchón; sobre todo las futuras.
En el cuestionario que envié a los candidatos les preguntaba cómo les gustaría que fuese Chinchón dentro de 25 años, y las respuestas no fueron demasiado precisas.
A la hora de redactar este Plan de Urbanismo habrá que tener en cuenta la dimensión que debe tener Chinchón; cuantos habitantes serían deseables, cuanto suelo habrá que declarar urbanizable, cuanta población podría absorber el casco antiguo una vez rehabilitado, cuanto terreno se dedicará a la industria, que posibilidades hay de tener terreno para aparcamiento dentro o cercano al pueblo; en fin, diseñar como queremos que, de verdad, sea Chinchón… y en esto es posible que, desgraciadamente, ya no exista un acuerdo tan unánime.
Por eso, sería deseable que se nos dijese con más concisión cuál sería el Plan de Urbanismo que cada uno entiende que sería el mejor para nuestro pueblo. Porque en esto si que es imprescindible el llegar a un consenso general.
Sólo recordar que el Eremita lleva 15 años reclamando la necesidad de la aprobación de este Plan de Urbanismo, y esperemos que el resultado de las próximas elecciones sea definitivo para conseguirlo por fin.
Y mañana hablaremos de sanidad...