Hay veces que tener un buen destino justifica todo un viaje; y hoy, este es el caso. Me he montado en el Googlee solo para ver una ermita.
He llegado a Baños de Cerrato un pueblecito, de menos de 400 habitantes, de la provincia de Palencia que pertenece al municipio de Venta de Baños.
Y allí nos encontramos con su máximo atractivo que es la basílica de San Juan de Baños, una de las muestra más importantes del arte visigodo, construida según la lápida conservada sobre el arco triunfal a iniciativa del rey Recesvinto, cuenta la tradición que al pasar por tierras de “Balneos” oyó hablar de las excelentes propiedades de las aguas de unos antiguos Baños, y se acercó a los mismos para tratar de aliviar su mal nefrítico. Al mejorar de su mal, mandó edificar la basílica, lo que supuso la cristianización de los habitantes de la zona que mantenían cultos paganos dedicados a las aguas y las fuentes.
La ermita es de planta basilical con tres naves y tres ábsides (sólo el del centro es auténtico). A lo largo de los años ha sufrido algunas reconstrucciones parciales. Después de la reconstrucción, desaparecieron los ábsides laterales y la planta quedó convertida en un simple rectángulo con la cabecera desfigurada. Aun así, es de una gran belleza con su equilibrio de sencilla estructura y su discreto decorado. La espadaña que se observa al exterior es un añadido de los restauradores del siglo XIX.
La puerta exterior es de pura arquitectura visigoda con arco de herradura, el extradós de las dovelas no sigue paralelo al intradós y su espesor es irregular. En la clave está tallada la cruz parada de Malta la con un clipeus(pequeño escudo con el busto de un dios o personaje), labrada con cuadrifolias simétricas que evocan el trabajo de orfebrería tan clásico de los visigodos. La decoración de las impostas y del extradós de las dovelas tiene idéntico dibujo al que tiene la corona de Recesvinto.
En el interior se pueden ver los arcos visigodos sobre columnas de mármol reutilizadas, de color gris, beige y rosa, con los capiteles ocre amarillo pastel que contrastan junto a los sillares de los muros que son de piedra caliza dura de color beige pálido. De todos los capiteles sólo uno es auténtico corintio romano, el resto son imitaciones que se hicieron en época visigoda. En la clave del arco triunfal se contempla otra vez la cruz patada y encima, una lápida de mármol con la dedicatoria, escrita en hexámetros y con un modo expresivo y muy poético. Esta placa está empotrada y con la apariencia de que los cuatro modillones de las esquinas la sujetan.
La traducción literal de la lápida de consagración sería:
“Precursor del señor, mártir Juan Bautista posee esta casa, construida como don eterno la cual, yo mismo, Recesvinto rey, devoto y amador de tu nombre, te dediqué, por derecho propio, en el año tercero, después del décimo como compañero ínclito del reino. En la Era seiscientos noventa y nueve”.
La Fuente de San Juan se encuentra a la derecha de la Basílica de San Juan, en una suave terraza hacia el río Pisuerga. Ha sido declarada monumento con carácter provincial el 8 de febrero de 1966.
¿Verdad que ha merecido el viaje?