En las previsiones había muchas posibilidades; y la que parecía más probable era una diversificación de los votos con unos resultados más repartidos, que haría necesario hacer pactos para poder gobernar. También se barajaba la posibilidad de una mayoría absoluta precisamente por el fraccionamiento del voto, aunque, sinceramente, no era previsible una mayoría tan amplía.
Por otra parte, la campaña electoral ha tenido un perfil bajo, en la que todas las candidaturas se han limitado a dejar patente sus buenas intenciones con muy pocas propuestas concretas y casi ninguna idea original, y todas muy parecidas, que en su mayoría eran generalizaciones ambiguas sin contenido real, redactadas de cara a la galería, y de muy difícil control posterior en su realización. Ninguna de las candidaturas quiso entrar en plantear en profundidad los verdaderos problemas que tiene planteados Chinchón, como son el urbanismo, la circulación y el aparcamiento y la situación de la Vega, por ejemplo. Se echó de menos un debate público entre los candidatos; un debate que era deseado por algunos y negado por otros, y a la vista de los resultados se comprende las posturas de los unos y los otros.
Transparencia y Servicio supo aprovechar su posición en el gobierno municipal y transmitir lo conseguido con su gestión durante la legislatura, y las cortapisas que tuvo que sufrir por una oposición no demasiado lógica de dos partidos que llegaron a proponer una moción de censura que solo sirvió para que el pueblo se alinease con el equipo de gobierno, porque nadie entendía los motivos que podrían tener dos partidos de ideologías tan distintas para proponer esa moción de censura. Además supo añadir a su candidatura nuevas personas, muy conocidas, que sumaron valor a su oferta y han sido bien aceptadas por los votantes.
Si lo ocurrido en la legislatura anterior ha beneficiado a los ganadores, no ha ocurrido lo contrario con los partidos de la oposición, porque si es verdad que ambos se han visto reducidos a la mitad, no han sido penalizados como se podía prever, porque han mantenido el voto de sus incondicionales que parece están dispuestos a pasar por alto cualquier circunstancia, incluso, como ha ocurrido en el PSOE, si presentan un candidatura con personas desconocidas. Es un hecho evidente que un cierto número de personas en Chinchón siguen votando las siglas del partido, caiga quien caiga, porque para ellos la ideología está por delante de las personas.
El único nuevo partido que ha entrado en el Ayuntamiento ha sido VOX con un concejal, quedando fuera todos los demás partidos que se presentaban en esta ocasión.
Si nos fijamos en la composición de las candidaturas nos encontramos con propuestas claramente diferenciadas. Como ya he dicho el equipo de gobierno ha sabido remozar la suya con personas conocidas que ha sido bien aceptadas; el PP hizo un lavado de cara con personas demasiado jóvenes que no variaba demasiado su oferta anterior, sino todo lo contrario y el PSOE ni se molestó en hacer esa renovación y se limitó a hacer una candidatura con desconocidos, posiblemente porque ambos sabían que podían contar, como decía antes, con sus incondicionales que les van a votar de todas maneras.
Tanto VOX como la nueva candidatura de la Agrupación por Chinchón, montaron una candidatura apresuradamente para llegar a las elecciones, la primera al amparo del Partido y la segunda para secundar a su promotora, pero las dos con un equipo de emergencia con demasiados miembros de relleno, basándose en las cabezas de lista y con el resultado final que ya conocemos.
Un caso diferente es el de Ciudadanos. Un grupo de personas que empezaron luchando contra la planta de compostaje de Villaconejos, se unieron después en torno a Ciudadanos para formar una candidatura y entrar en la política municipal. Un grupo de personas vecinos de Chinchón pero la mayoría de otras procedencias y por lo tanto no demasiado conocidas en el pueblo. Durante un año estuvieron trabajando para conocer la problemática del gobierno municipal, asistiendo a todos los plenos y elaborando un programa de acción. Tenían una deficiencia que era la presencia de una persona conocida de Chinchón y posiblemente no acertaron con la elección. El equipo estaba formado por personas preparadas y dispuestas a trabajar pero no fueron capaces de hacer llegar su mensaje a los votantes. Ellos, más que nadie, buscaron el debate que nunca existió. Habrá que admitir que Chinchón que es un pueblo acogedor con los forasteros, todavía no está muy dispuesto a aceptar a los desconocidos, si no existe conocimiento de sus antecedentes, porque ya se sabe que en Chinchón, todavía, somos muy conservadores.
Hay una cosa buena en los resultados de estas elecciones: que no es necesario hacer conjeturas sobre posibles pactos posteriores para la gobernabilidad. Javier Martínez Mayor seguirá siendo el alcalde de Chinchón y esperemos que la nueva oposición sea más responsable que en ocasiones anteriores y colabore y aporte ideas para mejorar su acción de gobierno; aunque ahora no habrá problemas para tomar decisiones teniendo la mayoría absoluta.
Que sea una buena legislatura para Chinchón en la que se consiga que la vida para los chinchonenses sea un poco mejor.