97.- Juan de la Peña García Tizón. (Personajes)
Juan de la Peña podría ser un ejemplo más de los
chinchonetes que tuvieron que abandonar nuestro pueblo en la posguerra para
sobresalir en lo que era su vocación: la música.
Juan de la Peña García-Tizón había nacido en Chinchón el
día 10 de septiembre de 1929, y desde
pequeño, se aficionó a la música, haciendo sus primeros estudios musicales con
el maestro PATRICIO PECO.
Entonces vivía en la calle de Morata, y cuentan que en
verano, las mujeres que iban a la compra, se paraban delante de la ventana para
escucharle tocar el piano, mientras ensayaba.
Con el maestro Peco alcanza un buen nivel, pero se
traslada a Madrid para ampliar sus estudios.
En la Villa y Corte entra a trabajar en diferentes
orquestas, siendo objeto de sus preferencias las que formaban en las compañías
de zarzuela donde, siempre, le adjudican el papel de maestro concertador al
piano dadas sus buenas facultades para el cometido.
La preparación musical de JUAN DE LA PEÑA, que pone al
servicio de sus actuaciones, le va abriendo huecos en el panorama del trabajo
musical madrileño. Era la época de un Madrid con varios teatros dedicados a la
zarzuela, la revista y espectáculos folklóricos todos ellos con orquestas en
sus fosos. Existían un número considerable de conjunto orquestales con destino
fijo y largas temporadas en las salas de fiestas y las boites.
Pero, por aquella época se pusieron en marcha unas
disposiciones drásticas desde el sector de los sindicatos verticales que
exigían estar en posesión del carnet del Sindicato de los Músicos como
condición imprescindible para poder desempeñar la profesión en Madrid. Como
afortunadamente el trabajo no le faltaba, no pasó por su cabeza el cumplir con
este trámite burocrático del sindicalismo oficial. Sin embargo, debido a la
fuerte presión sobre el particular, tuvo que renunciar a seguir trabajando en
Madrid. La solución del problema que hubiera estado en realizar las pruebas
para obtenerlo, no era posible porque, en aquellos momentos, no había terminado
su carrera que era condición imprescindible para obtenerlo.
Patricio
Peco
La imposibilidad de trabajar, que no la falta de
trabajo, le aconsejó volver a su Chinchón natal. Fue una decisión inteligente,
tras la que inició la preparación de unas oposiciones para conseguir un trabajo
que le permitieran vivir una situación transitoria para volver de nuevo a
empezar. Aprobadas las primeras a las que se presentó, adquirió la condición de
funcionario del Servicio Nacional del Trigo con la categoría de Jefe de
Almacén, siendo Toledo su primer destino, donde comenzó a tener relación con
personas que se movían dentro y alrededor de la música.
Entra en contacto con los jesuitas y es requerido para
tocar en la histórica iglesia de Santo Tomé de la capital toledana. Allí, se
entregaba a una serie de improvisaciones al armonio que terminaron siendo
objeto de atracción de aficionados que querían escuchar al joven músico de
Chinchón.
Como el ensilado y almacenamiento del grano de trigo
no era lo suyo, hizo nuevas oposiciones, esta vez a la radio, ya más cerca de
la música, y comenzó a trabajar en Radio Toledo. Pronto, en la emisora,
hicieron depender de JUAN DE LA PEÑA todo lo que significaba música y gozaron
de gran popularidad los conciertos abiertos que él organizó.
Siempre que el trabajo se lo permitía se desplazaba a
Chinchón y a Madrid donde contactaba amigos y visitaba los ambientes musicales.
Si el tiempo se lo permitía no despreciaba algún o algunos de estos trabajos y
con ocasión de estas circunstancias vivió su aventura cinematográfica.
En el año 1955 se rueda en Chinchón la película “LA
VUELTA AL MUNDO EN 80 DIAS” protagonizada, entre otros, por Mario Moreno
“Cantinflas” y responsables de la producción contactan con JUAN DE LA PEÑA y es
contratado para ponerse al frente de la banda que luce en la película.
Le tientan con un atractivo contrato internacional
para actuar en el lejano oriente, pero el Superior de los jesuitas en Toledo le
plantea la posibilidad de que se traslade al Colegio de San José de Villafranca
de los Barros, en el que se encontraba vacante la plaza correspondiente de
profesor de música.
Enrique
de la Vara
JUAN DE LA PEÑA, a sus veintiocho años llega a
Villafranca de los Barros (Badajoz) el año 1957. Se integra en la nómina de
profesores que han de desarrollar el curso 1957-1958. Su objetivo es integrarse
en el ambiente musical villafranqués. Como lo habían hecho sus antecesores en
el Colegio, los grandísimos músicos vascos ECHANIZ y GOROSTEGUI, y posiblemente
siguiendo su ejemplo, se casa en el pueblo y allí fija definitivamente su
residencia.
Es poco conocida en la biografía del maestro DE LA
PEÑA el ejercicio del difícil arte del acompañamiento, que es fruto de la
serena percepción que tiene del detalle en la música. Cabe destacar, entre los
cantantes acompañados, al magnífico tenor, nuestro paisano, ENRIQUE DE LA VARA
y en algún festival a MARCOS REDONDO.
Buen músico al servicio del clarinete, es sin embargo
el piano, el instrumento de sus amores.
El año 1963 comienza a dirigir la banda municipal de
Villafranca de los Barros, cargo que ocupa durante veinte largos años, hasta
que el día 5 de diciembre de 1981 presenta su dimisión. Con fecha 1 de mayo de
1965 se le había nombrado Director del Servicio Municipal de Cultura y Arte de
Villafranca de los Barros.
Se debe también a JUAN DE LA PEÑA la creación de dos
tunas femeninas en los Colegios de Hermanas Carmelitas de la Caridad y Hermanas
de la Cruz bajo nombre genérico de TUNA DE RONDALLAS.
Juan
de la Peña en Chinchón en una visita que hizo un año antes de morir
El 10 de febrero de 2009, en reconocimiento de todos
sus méritos personales, y como agradecimiento de su importantísima labor en pro
de la música y de la cultura del pueblo, el pleno de la Corporación Municipal
de Villafranca de los Barros acordó poner su nombre a una calle de la zona de
La Herrera.
El día 9 de
septiembre de 2010, el diario Hoy de
Extremadura publicaba esta noticia:
“Villafranca de los Barros llora el fallecimiento repentino del músico Juan de la Peña”.
“Villafranca vive conmocionada desde que se conoció el fallecimiento de uno de sus hijos ilustres, el gran músico Juan de la Peña García-Tizón, que falleció de forma repentina a las ocho de la mañana de ayer, festividad de la Coronada, patrona de Villafranca de los Barros. Mañana cumpliría los 81 años.
Aunque nacido en la localidad madrileña de Chinchón, hacía 53 años que vivía en Villafranca de los Barros, donde llegó para integrar la nómina de profesores del Colegio San José, centro en el que trabajó hasta su jubilación en el año 1995”
El 30 de abril de 2011, según publicó el mismo diario: "Villafranca
de los Barros ha dispensado al músico Juan de la
Peña (1929-2010) uno de los
homenajes más multitudinarios que jamás haya recibido nadie en esta localidad.
Los 53 años que pasó en Villafranca sirvieron para que Don Juan -que es como se
le conocía- dejara estela de su categoría como persona, como músico, como profesor,
como católico practicante y hasta como hincha impenitente del Atlético de
Madrid y simpatizante de su homónimo vasco, el Athletic de Bilbao. Como músico
se le recordará por haber creado una Agrupación Lírica y haber dirigido la Escuela y Banda Municipal de Música de
Villafranca, sin olvidar el descubrimiento de voces de los coros que dirigió,
entre las que encontró la de su propia esposa 'Choli' Gómez”.
Relator independiente.