Esto, dicen, es una tortilla... eso sí, deconstruída...
Me gustan los programas de cocina en televisión. Mejor dicho, me gustan los programas de televisión donde un cocinero o cocinera nos enseña cómo se hace una receta. No sé por qué, pero me dan sosiego. No me gustan, nada, los programas-concurso que ahora proliferan en todas las cadenas. Y es que esos dichosos concursos van a destrozar el arte culinario con tanta "deconstruccion " y tanta innovación que más parecen clases de química que recetas de cocina.
Tengo que confesar que he ido a algunos de estos nuevos restaurantes que un amigo mío llama de "blanco y negro", porque en la decoración de todos ellos predominan estos colores. Y, confieso, algunos me han sorprendido con algunas buenas ofertas; pero, otras veces, se han pasado "deconstruyendo". Recuerdo que en uno de ellos casi me excomulga un chef, porque me atreví a sugerir que al pisto desconstruido no le iba bien el pan frito desmenuzado, aduciendo que "rompía, dijo, la textura en boca y le daba al plato el contraste necesario". Yo recordaba entonces un buen cantero de pan candeal tiernecito mojado en el tomate y en el huevo.
Claro que también en los restaurantes tradicionales te puedes encontrar con desagradables "experimentos". No olvidaré nunca cómo en una ocasión "destrozaron" unas cocochas de merluza mezclándolas con mermelada de arándanos.
Y esto, una buena cola de merluza a la bilbaína...
Y me pregunto, ¿algunos de estos insignes cocineros se acordaran todavía de cómo se hacen unas buenas judías con chorizo o una cola de merluza a la bilbaína?