Fernando Trueba nació en Madrid, y para ser más exactos, el 18 de enero de 1955; pero el dice que nunca se sintió español. Y por eso muchos se han rasgado las vestiduras y le han puesto a parir. Pero Fernando Trueba pudo nacer en otro sitio, incluso en Nairobi, Helsinki, Buenos Aires o Granollers.
Otros nacemos en Chinchon y los hay que nacieron en Colmenar de Oreja, pero cada uno es muy libre de "sentirse" de donde le parezca.
Porque el nacer en un sitio determinado no supone ningún mérito ni, por supuesto, ningún baldón. Por eso no entiendo cuando alguien dice sentirse orgulloso de haber nacido en uno u otro sitio. Uno puede sentirse orgulloso de haber alcanzado una meta, porque eso supone un esfuerzo personal y un mérito digno de ser reconocido. Uno no puede sentirse orgulloso por haberle tocado la lotería ni por ser rubio, aunque puede estar contento por ambas cosas. Pero es posible que los que ponen en esto su orgullo sea porque no tienen nada mas por lo que sentirse orgullosos.
Y es que, últimamente, eso de haber nacido en un lugar o en otro se le esta dando demasiada importancia y se quiere atribuir al origen de nacimiento unas propiedades que yo no veo.
De vez en cuando, a alguien se le ocurre una parida, la dice, a otro le gusta y ya tenemos un dicho que se hace famoso. A mi, una de las chorradas mas grandes que he escuchado es aquello de "Ser español, un orgullo; ser de Madrid, un título", o algo por el estilo. Porque también se podría decir "Ser catalán un orgullo, ser de Puigcerda, un título"
Y es que si cada uno lo adapta a su origen, pues bien; si con eso se conforman... Pero la realidad es que se dice para ofender a todos los que no son de los tuyos, para menospreciarlos...
Yo, desde luego, nunca me he sentido orgulloso de ser español, aunque lo sea; nunca he considerado que haber nacido en Chinchon sea ningún título, aunque me gusta mi patria chica y siempre he procurado conocer mejor su historia y darla a conocer porque me parece interesante; y el señor Trueba es de Madrid aunque no se haya sentido español ni cinco minutos de su vida. Pero el señor Trueba, el señor Mas, el señor Rajoy y yo, lo queramos o no, lo sintamos o no, somos terrícolas... Aunque alguno parezca que esta en la luna...¿Verdad?