Pasados unos días de la sobrecarga que hemos padecido a manos de los medios de comunicación sobre la vida y milagros de Adolfo Suárez, que nos han mostrado cómo muchos se apuntaban a la corriente de la loa y la exaltación a pesar de su pasado que casi todos recordamos, creo que es bueno decir algunas cosas que nos han recordado la muerte del primer expresidente de la democracia en España.
Mi amigo Alfonso, fue un cercano colaborador de Adolfo Suárez durante su vida política, por eso, creo que tiene legitimidad para darnos su opinión sobre él.Me ha mandado una reflexión que él define como "Una oración con agradecimiento, respeto y cariño" y que titula: "ADOLFO SUÁREZ DESCANSA EN PAZ"
Fechado el día 25 de marzo, dice así:
"La muerte de Adolfo Suárez ha
evidenciado un drama actual: cada vez más asumimos la incapacidad del sistema
político actual para resolver problemas esenciales que cargan como fardos
inútiles nuestra existencia y nuestras posibilidades individuales y colectivas.
Su memoria ha evidenciado que
muchos problemas solo pueden encontrar solución si son impulsados por el
sistema político democrático. Ese es el drama de nuestro tiempo: ni contigo, ni
sin ti.
Por ello me parece importante
subrayar su voluntad política: querer ser libres; creer en la libertad de
expresión aunque nos lleven la contraria; pensar en que es posible organizar las
cosas de otra manera mejor; no resignarse; negarse a aceptar lo malo de no
claudicar ante quienes intentan denigrar. Al hilo de su pérdida, recordamos la
frase de Teilhard de Chardin, el futuro les pertenece a aquellas personas que dan a las
futuras generaciones razones para la esperanza.
Por su memoria, debemos de mantener
la esperanza. Estar convencidos de que la incomprensión, a veces, merece la
pena y de que estamos ante una lucha por la razón, a muy largo plazo. No nos
gusta la sociedad en la que vivimos porque algunos de sus fundamentos esenciales
están provocando sufrimiento, injusticia, frustación y desigualdades.
Y creo que no es inevitable. Que
podemos cambiarlo si no nos resignamos y si estamos dispuestos a aguantar
insultos. Luchar por una sociedad más justa, a partir de la libertad, la igualdad
y la solidaridad, eleva el tono moral de quien lo practica. Y reconforta el
ejemplo de Adolfo Suárez.
Todos tenemos ganas de cambiar
aquello que no nos gusta. Podremos equivocarnos y, por supuesto, no pretendemos
tener razón, aunque expliquemos nuestras razones. Pero, después de pensarlo
mucho, aquí sigue el ejemplo del Presidente. De pie. Rendimos homenaje a Adolfo
Suárez hoy por defender aquello en lo que él creía: la libertad y el no
sometimiento a la fuerza y a la sinrazón. Vengan de donde vengan.
Existe preocupación por la
impotencia creciente que muestra la política a la hora de resolver los
problemas de los ciudadanos. La propuesta de Pacto de Estado para salir de la mayor
crisis económica y social de nuestra historia reciente, se pierde en los meandros
de tantas mesas y reuniones dispersas que más parecen dirigidas a demorar, que
a solucionar.
Mientras , muchos casos de presunta
corrupción política corren el riesgo de acabar en un cajón gracias a argucias
leguleyas y vendetas entre jueces, en medio de las sorpresas de nuevos casos de
corrupción.
España necesita un potente
movimiento regeneracionista de las costumbres políticas y reformista de las
instituciones públicas y privadas. Éste parece ser el clamor de todos los que
hemos agradecido al Presidente Suárez su voluntad, su valor y su generosidad.
Su ejemplo de recuperar la ilusión colectiva y la confianza en que las
instituciones políticas de la democracia sirven para resolver los problemas de
la gente. Tengo la percepción de que estamos en un momento crítico de nuestra
historia desde este punto de vista. Si no hacemos algo para recuperar la
eficacia de la política democrática, corremos el riesgo de
vivir una involución.
Presidente, necesitamos que sigas
luchando por España".
Atentamente vuestro,
Alfonso