¿Se nace o se hace?
El sábado día 12 de octubre, en la plaza de Chinchón se organizó una clase práctica de toreo de salón, de la que ya os hable el otro día, impartida por varios maestros del toreo.
Entre los alumnos, este muchacho, del que no se su nombre. Sólo se que es alumno de la Escuela Taurina de Julián López "El Juli". Todas las fotografías que vienen a continuación las hice sin que él se diese cuenta; por lo tanto no estaba posando. Era su pose natural.
No me gustan los niños/as prodigios, esos que actúan como "hombres o mujeres pequeñitos", que ponen demasiado énfasis en la imitación, lo que les convierten en burdas imitaciones histriónicas y en caricaturas de lo que intentan imitar.
Pero no era este el caso. Le estuve observando durante un rato largo. Él no imitaba, él no actuaba, él sentía lo que estaba haciendo. Era lo que en el argot taurino se llama "torería" .
Esto del toreo, como el fútbol, como la literatura, como el arte, es muy difícil. Destacar es una ardua tarea para los que empiezan en cualquier profesión. No sé si este muchacho llegará a ser figura del toreo, pero, sin duda, tiene algo; sin duda, tiene torería.