En estos últimos días hemos asistido en todos los medios a la controversia de quien ha ganado en la Sesión Parlamentaria del “Estado de la Nación”. Políticos, tertulianos, periodistas, gente de la calle, han opinado de si el ganador era Rajoy o Rubalcaba y la mayoría opinaba que era aquel y no éste el ganador. Lo que nadie ha dicho, o al menos yo no lo he oído, es que, posiblemente, los perdedores habían sido todos los españoles.
Me llamó la atención que se dedicase tanto tiempo a un tema que no tiene mayor importancia, ya que ser “ganador” o “perdedor” no se traduce en nada práctico. Luego pensé que era otra estratagema para desviar la atención, dado que lo de los “goyas” no daba mucho más de sí, después que las “consignas” del partido popular, para desprestigiar a los actores, había sido repetidas hasta la saciedad, incluso en los blogs de las agrupaciones locales del partido. Lógicamente nadie rebatía lo que se había dicho en la Gala, sino que se hablaba del precio de los “armani” del “caviar” o del pago de impuestos de algunos (poquísimos) actores que viven en el extranjero.
Pero era inevitable volver a la realidad después del triunfalismo del debate. Ahora resulta que lo de la Seguridad Social de Bárcenas era verdad; que el PP había seguido pagándola hasta finales del pasado mes de enero, aunque algo deberíamos haber deducido de la “peineta” del protagonista.
Todos sabemos que el PSOE fue condenado por finaciación ilegal, que tuvo lo de los Gal, que posiblemente le condenen por los ERES de Andalucía y que el señor Blanco no salga muy bien parado del caso Campeón, todos lo sabemos, Pero eso ni justifica ni tapa lo del caso Bárcenas, lo de la Gurtel, lo de la señora Mato ni otros asuntos que irán apareciendo...
Y entonces yo me preguntaba, qué palabra podría resumir la actitud de Rajoy, de Bárcenas y la de tantos y tantos políticos y personajes públicos cuando no tienen más remedio que dar explicaciones:
DESFACHATEZ
Una palabra que tambien tiene como sinònimos: descaro, insolencia, osadía, atrevimiento, audacia, cinismo, desahogo, desenvoltura, desgarro, deshonestidad, desvergüenza, frescura, impudicia, insolencia, soltura, tupé, y como se diría ahora ¡mucho morro!
Porque los antónimos, como decoro, prudencia y vergüenza, parece ser que no los conocen.
Desgraciadamente, hay demasiados desfachatados sueltos por aquí.