Saliendo del recinto amurallado de Ávila,por esta puerta, conocida como de San Vicente, llegamos a nuestro destino.
Aunque es conocida como la Iglesia de San Vicente, en realidad su nombre completo es de la Basílica de los Santos Hermanos Mártires, Vicente, Sabina y Cristeta y es uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica en el país..
Según la leyenda, los cristianos mártires Vicente, Sabina y Cristeta fueron martirizados durante el gobierno del emperador romano Diocleciano. Según la tradición sus cuerpos fueron depositados en un hueco de la roca, edificándose posteriormente sobre ese lugar la actual basílica (la roca sería la que se puede contemplar en la capilla derecha de la cripta). La leyenda dice que fue el propio judío responsable de su muerte quien, arrepentido, decidió construir un templo para enterrarlos, pasaje que aparece recogido en un relieve del cenotafio.
En 1062 sus restos fueron trasladados al monasterio de San Pedro de Arlanza a Burgos , pero más tarde, en 1175, fueron devueltos en Ávila y la construcción de una nueva basílica se inició en el lugar. Las obras se interrumpieron varias veces o más lento, y se terminaron en el siglo 14, gracias a la ayuda de Alfonso X y Sancho IV . La nave y los pasillos están bóveda de arista .
En el exterior, destaca son las puertas decoradas occidental y meridional. En el interior, la atracción más famosa es el cenotafio de los mártires titulares, en piedra policromada. Es uno de los mejores ejemplos de escultura románica.
San Vicente es un templo en la planta de cruz latina, con tres naves que terminan en ábsides semicirculares, con un crucero grande, cimborium, el atrio y una cripta .