Ávila es una ciudad pequeña y cómoda, que debió de ser ideada para el turismo. Aunque es una aseveración difícil de justificar, el hecho es que, pasados los años, se ha convertido en una ciudad algo incómoda para vivir, difícil para la circulación y peor para el aparcamiento, pero muy cómoda para visitar.
Hay una buena oferta hotelera (Nosotros nos alojamos en el Parador, pero hay otros buenos hoteles, como el Palacio de los Velada) y gastronómica y tiene para los turistas el atractivo de sus monumentos, y una buena oferta de productos típicos, de esos que solemos comprar los turistas, aunque esos mismos productos los tengamos en el super de al lado de casa y además mucho más baratos.
Ávila se puede visitar andando, sin necesidad de coger el coche, y si tienes que llamar a un taxi, la carrera no puede ser muy cara, porque todo está al alcance de la mano.
Vamos, que los que fundaron Ávila, ya hace muchos siglos, debieron pensarla para que con el tiempo fuera un buen destino turístico.
Yo creo que volveré en alguna otra ocasión.