A Grigori Perelman, el mayor genio vivo de las matemáticas, el hombre que resolvió, él solito, uno de lso siete Problemas del Milenio (la conjetura de Poincaré) sólo le quedan cuatro días para decidir si, a sus 44 años, quiere seguir viviendo en la pobreza para el resto de su vida o si prefiere, por el contrario, envejecer con un millón de dólares en el bolsillo y el eterno reconocimiento mundial por su hazaña científica.
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Según nos cuentan, este hombre de sólo 44 años vive con su madre en un diminuto apartamento de San Petersburgo, y asegura que "lo tiene todo y no necesita dinero".
Ya ha renunciado a varios premios en metálico y ahora, dicen, está intentando demostrar matemáticamente la existencia de Dios.
En estos tiempos en los que impera el capitalismo más salvaje, y nos encontramos con personajillos dispuestos a todo para hacerse con el dinero de los demás, creo que es encomiable la vida y la obra de este hombre. No sé si va a conseguir demostrar con los números que Dios existe, mientras tanto, quiero rendir homenaje a este verdadero “eremita” del siglo XXI.