Sun Tzu(en chino 孙子,) fue un general, estratega militar y filósofo de la antigua China, que vivió allá por los 500 años antes de Cristo..
Tradicionalmente se le considera como el autor de “El Arte de la guerra” un tratado de estrategia militar, y quien dijo aquello de “la mejor defensa es un buen ataque”
Esta frasecita se ha venido aplicando al mundo del deporte, pero no hay que olvidar que se inventó para el mundo de la guerra.
Un discípulo aventajado de nuestro Sun Tzu es, sin duda, MAR, quien no ha dudado en asesorar a su Jefa Ayuso, cuando se sintió atacada por su actuación en los contratos de su hermano con la Comunidad que preside, que lo mejor para su defensa era un despiadado ataque a los que insinuaban que podría haber delito en su actuación.
Pero resulta que estás “dudas” de su actuación venían nada menos que de las altas instancias de su propio partido que le habían pedido explicaciones sin recibir respuesta, y habían osado investigar por su cuenta, lo que hicieron, parece ser, con poco tacto y en plan chapucero que bien podría calificarse de espionaje. Y a eso se agarró MAR, para cimentar su defensa.
Lo siguiente lo conocemos todos. Mutuas acusaciones que podían desembocar en la voladura de todo el partido. Como el Señor García Egea y su jefe don Pablo Casado no debían conocer las enseñanzas de nuestro estratega chino, se acobardaron y terminaron aceptando las tardías y ambiguas explicaciones de la lideresa madrileña, como quien acepta “pulpo como animal de compañía”.
Pero la cosa no queda aquí, cuando cae la cúpula del partido ante el estupor de propios y extraños y todos buscan un “consenso” para evitar males mayores, MAR sigue aconsejando más ataques, pidiendo la aniquilación de todos los que no estén incondicionalmente a su lado, porque posiblemente esperen nuevos ataques, por quedar pendientes de aclarar varios matices de la actuación de la Presidenta en todo el tema de los contratos fraternales.
Los nuevos dirigentes del partido deberían cuidarse mucho de las futuras iniciativas desde Madrid, pues ya se ha demostrado fehacientemente que no pararán ante nada para defenderse, caiga quien caiga, aunque sea su propio partido.
Vamos, que tanto los dirigentes del partido, como sus votantes, deberían estar precavidos.