Cuando viajas por España, te vas encontrando pueblos que te hacen exclamar: ¡Qué pueblo mas bonito!
Suelen ser pequeños, de pocos habitantes y que han mantenido su esencia en el transcurso del tiempo y parecen anclados en su pasado. Pueblos que se han resistido al progreso y que ahora se ofrecen como vestigios lejanos de un pasado que nos mueve a la nostalgia.
Pueblos que han ido perdiendo su actividad tradicional y una gran parte de sus habitantes que han huido hacia las grandes ciudades. Pueblos que han descubierto que precisamente su estancamiento es un reclamo para una nueva industria: el turismo.
Y hace unos años a unos visionarios se les ocurrió que estos pueblos tan bonitos se podrían unir en una Asociación para su promoción; y así nació, en el año 2011, la Asociación de los Pueblos más bonitos de España.
A finales de este año sera Chinchón quien reciba a los alcaldes de los pueblos más bonitos de España que celebrarán su asamblea anual en nuestro pueblo.
La Asociación de “Los Pueblos más Bonitos de España” aglutina a un total de 105 pueblos de todas las Regiones de España que tienen una población menor de 15 000 habitantes y cuentan con un notorio patrimonio arquitectónico o natural.
Todos estos pueblos tienen también varías características comunes.
En el pasado, su actividad principal era el sector primario; la agricultura, la ganadería, y la pesca, en las zonas del litoral.
Tienen unas infraestructuras adecuadas a su tamaño y antigua actividad y tienen dificultad para poder absorber el incremento, un tanto descontrolado, de la afluencia de personas y vehículos.
Tienen una población residencial ajena a la nueva actividad turística, que tiene derechos que deben ser respetados.
Posiblemente la circulación y el aparcamiento sea el mayor reto a que se enfrentan estos bonitos pueblos, y sus autoridades tienen que ser capaces de armonizar el crecimiento sostenible de esta nueva industria y la convivencia de sus vecinos.
Por otra parte, el nuevo sector turístico, en crecimiento en todos estos pueblos, debe participar activamente en la adecuación de las infraestructuras del pueblo a las nuevas necesidades que la propia actividad va demandando, y conseguir que la promoción turística siempre necesaria, no repercuta negativamente en la economía municipal.
Además de los atractivos monumentales de estos pueblos y de la oferta gastronómica primordial para satisfacer la demanda, será necesario también hacer una oferta cultural importante que incrementará la calidad de la oferta turística y que, sin duda, será apreciada por los visitantes, y de la que se beneficiaran los propios habitantes.
Un reto importante que, sin duda, estudiarán los responsables municipales de estos pueblos, que se reunirán en Chinchón del 16 al 18 del próximo mes de Diciembre y a quienes desde aquí, les damos la bienvenida.