Como si tratase de un grupo de fama internacional, para coger las entradas para el concierto de Estefanía, hay que hacer cola ante las taquillas, desde unas horas antes de que se abran. No digo más que hubo quienes se llevaron café con churros para amenizar la espera.
El caso es que cuando nos llegó el turno, y eso que estábamos entre los diez primeros no quedaban más entradas que de "principal y gallinero".
Y a mi me tocó el número uno de la segunda fila de principal, que ¡oh sorpresa! es posiblemente la mejor entrada del teatro. Está debajo de los "ventanucos" por donde se proyectaba el cine, por lo tanto, perfectamente centrada, pegada a la pared, por lo que tienes un buen respaldo, y desde allí, además de una visión perfecta, hay una acústica como nunca la había apreciado en el teatro Lope de Vega. Y desde esa localidad privilegiada pude disfrutar de una velada incomparable.
Lógicamente, el teatro estaba totalmente lleno. La decoración muy sencilla y efectista. El piano y dos centros de flores blancas en la boca del escenario. La iluminación cambiante sobre un fondo liso, combinando el rojo, el verde, el azul y el dorado.
Estefanía lució dos vestidos elegantes, uno blanco y otro rojo, y sus dos acompañantes de frac negro reglamentario. Porque hay que decir ya que a Estefanía la acompañaron el tenor Francisco J, Sánchez y el pianista Sergio Kuhlmann, que demostraron ser unos artistas excepcionales.
Un repertorio compuesto en la primera parte por óperas como, entre otras, el "Ideale" de Tosti, "Les chemins de l´amour" de Poulenc, y "Claro elisir... Esulti pur la bárbara" del "L´Elisir d´amore" de Donizetti.
En la segunda parte, dedicada a la zarzuela, tanto Estefanía Ariza como Francisco J. Sánchez, nos ofrecieron, juntos y por separado, obras de Moreno Torroba, Barbieri, Sorozabal. Serrano y Penella.
El Maestro Kuhlmann nos ofreció dos solos de piano con la Obertura de la "Nozze de Fígaro" de Mozart y el "Fandango" de "Doña Francisquita" de Amadeo Vives.
Una noche inolvidable, la del pasado sábado, día 4 de octubre de 2014, en la que pudimos disfrutar del arte de nuestra paisana, que terminó con una versión lírica del "Pasodoble de Chinchón" con letra de Luis de Lezama y música del Maestro Palazón.
Y sólo me queda por decir:
El caso es que cuando nos llegó el turno, y eso que estábamos entre los diez primeros no quedaban más entradas que de "principal y gallinero".
Lógicamente, el teatro estaba totalmente lleno. La decoración muy sencilla y efectista. El piano y dos centros de flores blancas en la boca del escenario. La iluminación cambiante sobre un fondo liso, combinando el rojo, el verde, el azul y el dorado.
Estefanía lució dos vestidos elegantes, uno blanco y otro rojo, y sus dos acompañantes de frac negro reglamentario. Porque hay que decir ya que a Estefanía la acompañaron el tenor Francisco J, Sánchez y el pianista Sergio Kuhlmann, que demostraron ser unos artistas excepcionales.
Un repertorio compuesto en la primera parte por óperas como, entre otras, el "Ideale" de Tosti, "Les chemins de l´amour" de Poulenc, y "Claro elisir... Esulti pur la bárbara" del "L´Elisir d´amore" de Donizetti.
En la segunda parte, dedicada a la zarzuela, tanto Estefanía Ariza como Francisco J. Sánchez, nos ofrecieron, juntos y por separado, obras de Moreno Torroba, Barbieri, Sorozabal. Serrano y Penella.
El Maestro Kuhlmann nos ofreció dos solos de piano con la Obertura de la "Nozze de Fígaro" de Mozart y el "Fandango" de "Doña Francisquita" de Amadeo Vives.
Una noche inolvidable, la del pasado sábado, día 4 de octubre de 2014, en la que pudimos disfrutar del arte de nuestra paisana, que terminó con una versión lírica del "Pasodoble de Chinchón" con letra de Luis de Lezama y música del Maestro Palazón.
Y sólo me queda por decir:
¡¡BRAVO ESTEFANÍA!!
Nota: Las fotografías están tomadas con mi I´phone, por lo que las calidad no es todo lo buena que a mi me gustaría.