






Como también es tradición, los niños que habían hecho la primera comunión el día de la Ascensión, acompañaron al Santísimo Sacramento, vestidos con las galas que estrenaron ese día.


Os dejo algunas fotografías de los altares, las fachadas y distintas instantáneas de la procesión.
Y me despido hasta una nueva visita cuando vuelva por aquí, añorando los viejos tiempos en los que en la noche de la víspera de este día, se hacían grandes luminarias por todas las calles del pueblo, para regocijo de todos los que participaban. Esta tradición terminó por una ordenanza municipal que prohibía hacer fuego en las calles que habían sido asfaltadas, para no deteriorarlas.
Hasta siempre.
El Eremita.