Parece ser que en tiempos muy remotos, aún antes de la prehistoria, por estos campos pastaron los célebres dinosaurios, antes de ser eliminados, según dicen, por un meteorito. Pero de eso hace ya, como digo, muchísimo tiempo.
Ahora Yanguas es, hoy en día, un pueblo de 140 habitantes, que ha visto abierta de nuevo la escuela, teniendo una población infantil importante, ¡más de 15 niños! y que sigue abierta; lo cual es sin duda casi tan increíble como lo de los dinosaurios.
Con motivo de las obras de la cercana presa de Enciso (La RIoja) el ayuntamiento de Yanguas está llevando mejoras en los caminos, así como en la ribera del río Cidacos, financiadas en parte gracias a la CHE, por ser el término municipal afectado por el mencionado embalse.
Al norte de la provincia de Soria, en la comarca de Tierras Altas, encontramos es preciosa localidad situada a orilla del río Cidacos. Villa señorial desde el siglo XII, el desarrollo del oficio de los arrieros y la trashumancia del ganado merino llevó a Yanguas al esplendor durante varios siglos testigo del cual son su castillo y los restos de la muralla medieval.
Su casco urbano, muy bien conservado donde abundan las casas con blasones fue declarado Conjunto Histórico en 1993. Perderse en el silencio de sus calles estrechas y empinadas, con edificios de sillarejo, mampostería y entramados de madera es como volver al pasado. La Casa consistorial del siglo XVIII, de estilo porticado, la Torre de San Miguel (siglo XI), la Iglesia de San Lorenzo (siglo XV), la Iglesia de Santa María y el Palacio de los Cereceda, merecen detenerse. En los alrededores hay numerosos yacimientos prehistóricos y rutas para realizar.
Al acabarlas, Don Camilo Jose Cela recomendaría no marcharse sin probar las Migas del pastor, las chuletillas de lechazo merino y por supuesto, los torreznos sorianos.