El Tajuña es el río de mayor longitud de la Cuenca del Tajo, después del mismo Tajo. Recorre las provincias de Guadalajara y Madrid. Es afluente por la margen izquierda del Jarama, por tanto subafluente del Tajo. Nace en las proximidades de Maranchon Guadalajara).
Entre otros muchos pueblos riega las tierras de Brihuega y Chinchón, y desemboca en el río Jarama cerca de Titulcia, después de recorrer 225 kilómetros.
Y es por esa coincidencia por la que me interesé por este pequeño pueblo de la Provincia de Guadalajara de 2399 habitantes, y que se le conoce, entre otras cosas por ser el pueblo de la lavanda; un enclave en el que pasar horas asomados a sus miradores, intentando entender su belleza, sus huertos y plantaciones por las que se ha ganado con merecimiento el título de Jardín de la Alcarria.
En 1973 el casco histórico de Brihuega fue declarado conjunto histórico-artístico comprendiendo los principales monumentos de la ciudad. En Brihuega hay tres iglesias del siglo XIII, la Iglesia de San Felipe, la de San Miguel y la Iglesia de Santa Maria De la Peña.
Existen tramos de la antigua muralla que envolvía a la localidad, quedando aún en pie dos de sus puertas: el arco de Cozagon y la Puerta de la Cadena. Al sur se yergue el Castillo de Brihuega el cuyo interior ha servido de cementerio.
El rollo o picota, del siglo xvi, es de granito, de fuste alto y cilíndrico, con basa de granito. Indicaba que Brihuega tenía el carácter de villa y, por ello, con jurisdicción propia. Fue en 1212 cuando el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada dio derecho de fuero a la villa, testimoniado por la presencia del rollo a la entrada de la villa; da a los judíos el mismo trato que al resto de pobladores de cualquier otra condición que habitaran Brihuega: todos los omnes que moraren en briuega o en su término, xristianos e judíos e moros, todos ayan un fuero.
Entre sus fiestas está el Festival de la lavanda que se celebra a finales del mes de Julio y son famosos sus encierros.
Muy cerca de Brihuega está la ciudad de Cívica se encuentra en la carretera que une Brihuega con Masegosa, a unos 8 minutos. En Google está marcado por lo que no tiene pérdida y si se va despacio, disfrutando del paisaje, se ve enseguida.
Aunque sus orígenes no están claros, el poblado en realidad es una excavación en la roca kársica. Una fachada formada por puertas, arcos y balaustrada, pero que interiormente no tiene diferentes edificaciones. Es una única construcción, cuyo interior está bastante deteriorado.
Además de la belleza de muchos de sus rincones, Brihuega puede presumir de tener una gastronomía absolutamente deliciosa y variada. En la Sierra Norte de Guadalajara existe una especialidad irresistible: el cabrito.
Y es irresistible gracias a la calidad de las razas y los pastosdel monte bajo. Eso y, por supuesto, la forma de cocinarlo. Lo más típico es comer cabrito asado al horno, con variedad de salsas que suelen mezclar vinagre con hierbas aromáticas también de la zona.
¡Buen provecho!