Recobro de nuevo la vieja sección de “CRONICAS desde los soportales”, para volver a tratar de política municipal.
Comentaba el otro día que había movimientos políticos con vistas a las elecciones municipales del próximo mes de mayo. Estos días, en los soportales ya se habla de ello, y hasta se hacen quinielas de quienes serán los Cabezas de lista y que partidos y asociaciones independientes se lanzarán a la arena política.
El Partido Popular ya ha anunciado el nombre de su candidata, pero también es conocido el cisma que se ha producido en la formación local de la gaviota. Ya se oye quien puede ser el candidato del Partido Socialista, y se desconocen aún los movimientos del equipo de gobierno actual, y si habrá nuevos contendientes en las próximas elecciones.
No obstante, habría que recordar que la política municipal es muy diferente a la autonómica y la nacional. En la política municipal de los pueblos pequeños, la ideología queda en un segundo plano, y lo importante es la gestión de los escasos recursos disponibles. En la política municipal es más importante la sensibilidad que la ideología. Pero, muchas veces parece que los políticos locales quieren emular a los políticos “profesionales”, empleando sus malos modos, que ven en la tele, utilizando sus estrategias de bulos e insultos tan en boga en esa clase de política. Y el problema está cuando se quiere gobernar anteponiendo las consignas de partido en vez de oír las necesidades de los vecinos.
Es curioso escuchar como todos los representantes de las formaciones políticas aseguran que lo importante es Chinchón, incluso coinciden en determinar cuáles son las principales necesidades que tenemos; sin embargo, después, solo se preocupan de boicotear la acción de gobierno si están en la oposición o ningunear a los que están en minoría aunque hagan propuestas razonables.
En la política municipal no hay enemigos. En la política municipal solo hay vecinos, aunque no piensen como tú. En la política municipal solo es necesario un poco de sentido común.
Claro está, que en la política municipal también existen los intereses y las ambiciones personales, y habría que saber desenmascarar a los que solo buscan su propio beneficio.
En una palabra, en la política municipal lo prioritario es la solvencia y la valía de las personas, muy por encima de las siglas de las agrupaciones por las que se presentan. Sería deseable una formación que dejando a un lado las ideologías de cada uno, formase el mejor equipo posible, para buscar lo mejor para todos.
Ya se que esto es una utopía, y que en un pueblo pequeño son escasos los que pueden, valen y quieren dedicarse a política. Pero es obligación de las formaciones presentar unos equipos fiables.
Nuestra obligación, la de los votantes, será saber elegir y no dejar que nos den gato por liebre, y luego, votar en consecuencia.
Y acertar, por la cuenta que nos tiene.