Fue en el año 1958 cuando por primera vez salieron en Chinchón, con motivo de las Fiestas de la Virgen de Gracia y San Roque, la comparsa de los “Gigantes y Cabezudos” para regocijo y susto de los niños que año tras año madrugaban para acompañarlos por las calles de Chinchón, al ritmo de las comparsas.
Hace pues nada menos que 64 años que se mantiene esta tradición y la verdad es que después de tanto tiempo los pobres estaban ya bastante deteriorados, poco más o menos como los que nacieron por entonces.
Hay que aplaudir la iniciativa de su restauración que ha llevado a cabo nuestro paisano, amigo y artista Miguel Ángel Laguna Villalobos.
Los muñecos han quedado muy rejuvenecidos y es una lástima que no haya un restaurador que nos adecente a los que ya tenemos su misma edad e, incluso, unos añitos más.
Felicitaciones al artista y a los promotores de esta acertada iniciativa.