En estos días en los que a la primavera parece que le han entrado las prisas por llegar, cuando las temperaturas van alcanzando unas cotas impropias y el sol parece que ha secuestrado las nubes, cuando sales a pasear por el campo te puedes sorprender con ese espectáculo único y que solo se repite de año en año, como es la floración de las plantas.
Hay quienes hacen cientos de kilómetros para irse a Extremadura para admirar en el Valle del Jerte la floración de los cerezos, pero no hace falta irse tan lejos, también, por aquí cerca nos podemos encontrar en algún recodo de cualquier camino con un modesto almendro que por unos días se convierte en una sinfonía de colores y texturas que te puede dejar extasiado durante horas.