...Y MAÑANA ¿NAVIDAD?
...Llegó a la Plaza
Mayor y las luces de colores parpadeaban entre repiqueteos de panderetas y olor
a castañas asadas. Los abetos, amputados de sus bosques, lloraban con lágrimas
de purpurina, y el musgo empezaba a sentir la fría sequedad del asfalto.
Las figuritas de barro formaban
batallones de pastores en son de paz y rebaños de ovejas “dollys” cansadas de
sus pastos de aserrín. Estrellas de cartón forradas en papel de plata se movían
en círculos sin marcar ningún camino a los reyes de resina con camellos
cargados de ilusiones rotas para mayores descreídos.
Llegó a la Plaza Mayor, pero no
reconoció la Navidad.