59.- Fray Tomás de Perogordo y otros ilustres
hijos de Chinchón. (Pesonajes)
“La gloria,
honra y esplendor de las Ciudades y poblaciones no se deben medir por lo
magnífico de sus edificios, por lo inexpugnable de sus muros, por lo
incontrastable de sus fuertes; debe nivelarse por las virtudes de sus vecinos.
La ilustre villa de Chinchón, puede colocar sobres sus escudos lustrosos
preciosos laureles, habiendo tenido tantos hijos, bien famosos en nuestra
provincia castellana, y no menos que todos, los esclarecidos, venerables
padres, Fray Thomás de Perogordo y Fray Diego Ruiz; ambos respiraron los
primeros alientos en la referida Villa.”
Esta frase la
escribió Fray Diego Álvarez, Predicador General de la Esclarecida Provincia de
Castilla de la Regular Observancia de Nuestro Padre San Francisco, y Sacristán
Mayor del Convento de Santa María de Jesús (vulgo San Diego de Alcalá) Primado
Monasterio de esta Ilustrísima Ciudad de Alcalá de Henares.
He transcrito
lo anterior para dar a conocer a otro ilustre paisano de Chinchón, Fray Tomás
de Perogordo, del que ya teníamos noticia por el libro de don Narciso del Nero.
Ahora también conocemos algunos datos más de su historia por un descendiente
suyo, Ángel Luis Jiménez Conesa, que me facilitó varias fotocopias de dos
libros en los que se recogen la vida y milagros (nunca mejor dicho) de este
paisano nuestro que nació en Chinchón, el 14 de noviembre de 1653, que ingresó
en el Convento de Santa María de Jesús de Alcalá de Henares, donde hizo
profesión solemne para el Seráfico Instituto para religioso lego el día 26 de
octubre de 1677.
Allí ejerció
como limosnero, llevando una vida de entrega a sus hermanos y de extrema
penitencia, escribiendo, incluso, un librito titulado “Protestación de la Fe”
para ayudar a los ignorantes en el ejercicio de las virtudes Teologales. Se le
atribuyeron varios milagros y los últimos años de su vida los consagró a la
enseñanza de los jóvenes novicios. Aunque no era de amplia cultura, era aficionado
a la poesía. Murió a las once de la noche del día 9 de enero de 1720, “contando
su edad sesenta y siete años no cumplidos”.
El Ayuntamiento
de Chinchón dedicó hace unos años, una calle a este ilustre paisano nuestro
Fray Tomás de Perogordo.
Además de los
dos frailes mencionados, alude también a Fray Juan de Quintarnaya, también
natural de la vida de Chinchón, que profesó en el mismo Convento de Alcalá de
Henares.
San Diego de Alcalá que se
venera en la Iglesia del Monasterio de las Madres Clarisas de Chinchón.
Los dos libros,
a los que he hecho mención son:
“Memorial
Ilustre de los Famosos hijos del Real, Grave y Religioso Convento de Santa
María de Jesús (Vulgo San Diego de Alcalá) Primado Monasterio de esta
Ilustrísima Ciudad, Paladín Seráphico, que produxo tantos varones sabios, cuyas
brillantes luces, en cuna, virtudes y letras hicieron gloriosa su fundación,
que hizo el Ilmo Señor D. Alonso Carrillo de Acuña, Arzobispo de Toledo,
primado de las Españas y Canciller Mayor de Castilla.
Escrivele Dr.
Diego Álvarez, Predicador General de la esclarecida Provincia de Castilla de la
Regular Observancia de N.P.S. Francisco y Sacristán Mayor de dicho Convento.
Le consagra a
la Hermosísima Aurora del Mejor Sol Santa María Jesús, por mano de don Vicente
Julián Bentura de Alfaro cavallero del Hábito de Santiago, Ayuda de Cámara de
su Magestad y Sindico de este Convento.
Con licencia:
en Alcalá, en la imprenta de doña María García Briones, impresora de la
Universidad. Año 1753.”
El otro libro
es:
“Chronica
Seraphica, dedicada a N. Rmo. P. Fray Juan de Soto, Comisario General de toda
la Orden de N.P.S. Francisco en esta Familia Cismontana y de las Indicas &
c.
Escrita por el
R.P. Fr. Eusebio González de Torres, Ex-Lector de Sagrada Theologia, Padre de
la Santa Provincia de Castilla de la Regular Observancia de N.P. S. Francisco y
Chronica General de su orden. Sexta parte. Año 1725".