Es la palabra mágica. La que abre
la puerta del tesoro o saca el conejo de la chistera. El “cambio” es el “Abracadabra” que se usa como clave
para entrar en el programa del subconsciente colectivo que va a permitir ganar
las próximas elecciones. El problema es que todos conocen la palabra y todos
han decidido utilizarla porque saben de su poder.
Los nuevos, que vienen libres de
la carga del pasado, la utilizan porque han visto cómo han actuado sus
predecesores y saben que la única posibilidad de arreglar el desbarajuste es
cambiar. Cambiar de actitud, cambiar de métodos y cambiar de objetivos, y para
ello se presentan cambiando también las personas que van a ser capaces, o al
menos intentar, de traernos el cambio. Y en principio, parece lógico que con
nuevas personas y con nuevos objetivos, las cosas puedan cambiar. Habrá que concederles el beneficio de la duda.
Pero también los viejos, los que
llevan gobernando desde hace tiempo, conocen la palabra y no tienen rubor en
utilizarla. Algunos de ellos, que son los que, como mal menor, no han hecho
nada cuando han tenido la oportunidad de mandar, ahora cambian algunas de las
personas y ya con eso pretenden convencernos que todo va a cambiar.
Incluso los hay que, después de
haberse aprovechado de su situación privilegiada para su lucro personal, ahora
se atreven a prometer el cambio, sin ni siquiera cambiar a las personas. Nos
dicen que ellos, ahora sí, ya van a ser honesto y responsables y que ellos no solo son el cambio sino también el recambio.
Y no les da vergüenza decir que
el suyo será el cambio “tranquilo”, el cambio “responsable”, el cambio “que no asusta”.
Porque el cambio de los “nuevos” es muy peligroso, y ya se sabe que más vale lo
malo conocido…
Y lo dicen porque saben por
experiencia que muchos les vamos a creer y vamos a volver a caer en su trampa.
Lo han hecho ya tantas veces…
La pregunta es ¿Vamos a ser
nosotros capaces de poner también “el cambio” como palabra clave en nuestra
decisión a la hora de votar?
¡Solo
nosotros somos capaces de traer el cambio!
