A principios del siglo XX, los caballeros aprovechaban su incorporación al servicio militar para hacerse sus primeras fotografías. Como ocurría con las damas, o con motivo de las bodas, bautizos y comuniones, también para esta ocasión se acudía a un fotógrafo profesional, que daba a estas fotografías un tratamiento similar a todas las demás.
Ya se sabe que el uniforme militar "viste" mucho y los caballeros se hacían estas fotografías para enviárselas a sus novias, que esperaban en el pueblo.
También se hacían fotografías con motivo de la llamada a quintas, puesto que con este motivo se solía estrenar traje nuevo.
No obstante, todo caballero que se preciase, también debía hacerse una fotografía para enmarcarla en el salón, junto a la de la señora, posando con toda la prosapia y elegancia que era menester.
Fotos del álbum familiar, de principios del siglo XX.