El Lago de la luna es un pequeño librito
de 139 páginas que recoge seis cuentos escritos por Clara García Baños.
A Clara la conocí hace ya muchos años,
cuando ambos ignorábamos nuestras aficiones literarias. Ahora he descubierto su
talento y me atrevo a recomendar su libro.
Como no es cuestión de contarles todos los
relatos, os voy a dejar el título de cada uno, con un breve párrafo, que dan
una idea de la maestría de la autora a la hora de escribir:
1.- “Para siempre”.
“Como todos los parajes con encanto, el
Lago de la Luna, tiene también su leyenda. Dicen que es un espejo oscuro donde
la luna se refleja para lavar sus malos pensamientos; dicen que dentro habitan
almas en pena de los que han muerto por amor; que son sus voces lo que se oye
en las noches de luna, cuando el aire azota las ramas de los castaños; dicen
que no tiene fondo".
2.- “En este pueblo no hay ladrones”.
“Pasamos a la sala. La vivienda, aún
siendo nueva, soltaba un cierto tufillo a casa antigua, sin ventilar, rebosante
de recuerdos. La salita era pequeña, demasiado pequeña para los muebles que
contenía: una mesa camilla en el centro. bajo una lámpara de cerámica de gusto
dudoso; un sofá cama de dos cuerpos y otro de tres. donde se suponía que debíamos
sentarnos, aunque quedábamos ridículamente bajos con respecto a la mesa; un
aparador que contenía mil minucias y una vitrina donde se exhibían varias
colecciones de cristalería y vajilla, de esas que a algunas mujeres les gusta
coleccionar para no usar jamás”
3.- “Uno de los nuestros”.
“La familia estaba en primera fila, bajo
las ramas del sauce. Hirviéndose a fuego lento en dos angustias diferentes. La
primera, el dolor sin fondo de la pérdida, trágica y violenta, de la menor de
sus hijas. La segunda, la incapacidad de sustraerse a nuestras miradas, a
nuestros comentarios, al qué dirán del que la familia De Villa Maldonado, hacía
tantísimos años que sabía cuidarse con tanto decoro”.
4.- Nunca pidas sal al vecino del
tercero”.
“El roce de la puerta cerrándose bajo el
peso del cuerpo de Telma ahogó un hondo suspiro de la mujer, mientras apoyaba
la caja de bombones sobre su alterado corazón”.
5.- “Un mal día”.
“Un escalofrío me recorrió entera y supe
que estaba a punto de pescar un resfriado. ¡Lo que hubiera dado yo por no tener
que ir al Super! Pero ya he dicho que mi vida está hipotecada a demasiadas
cosas, así que no pude rehuir la responsabilidad que recaía sobre mí. Arranqué
mi ciento veintisiete a la tercera”.
6.- “Testimonios”.
“Estaba descabezando una siestecita, con
este calor, cuando me despertaron unas voces apuradas, cuatro o cinco hombres,
gritando todos a la vez; poco entendí entonces de aquel guirigay: algo de un
muerto y una ambulancia que venía para aquí. Pidieron la llave del salón
parroquial. Sí, es costumbre, sí. Aquí no hay donde velar a los muertos, no
siendo en el salón parroquial”.
Son seis relatos en los que se mezclan el
misterio y la intriga con un humor un tanto surrealista y una gran
sensibilidad. Con una prosa fácil y cuidada nos va llevando por sus páginas
haciendo muy difícil dejar el libro sin haber terminado el relato.
La autora ha buscado unos entramados
argumentales muy precisos para hacer creíbles sus disparatadas historias, que
emocionan y entretienen.
A mí el que más me ha gustado es el
último, aunque el primero puede ser el más completo desde el punto de vista
literario.
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o en formato digital, tanto epub como pdf.
Desde aquí mi enhorabuena a la autora y mi
gratitud por haberme enviado su libro.
Gracias, Clara.