Cuando don Elpidio (el juez, no mi amigo) ha decretado la puesta en libertad de don Miguel, éste ha dicho que sólo desea un juez imparcial y "que no se arrepiente de nada".
Lo del juez imparcial quiere decir, pienso yo, que desea un juez de los suyos, de los que sabe que nunca le van a condenar porque algún favorcillo le hizo en sus buenos tiempos al frente de la Caja, eso es lo que a él le parecería que es ser un juez imparcial; pero eso, al fin y al cabo, es normal y cualquiera de nosotros desearía lo mismo.
Lo otro, lo del arrepentimiento, eso sí es más preocupante. ¿Cómo que no se arrepiente de nada? ¿Está diciendo que volvería a hacer lo mismo que hizo? ¿Quiere decir que las consecuencias de su actuación son aceptables? ¿Piensa realmente que la desintegración de Caja Madrid, gestada durante su mandato es una consecuencia que nada tuvo que ver con su actuación? ¿O es que lo que quiere decir es que eso era lo que realmente pretendía cuando se hizo cargo de la Entidad, y por lo tanto no se arrepiente de nada de lo que hizo y las consecuencias que ocasionó?
Yo no sé si don Elpidio (el juez) es algo de lo que de él dicen sus enemigos. No sé si habrá cometido alguna irregularidad en la tramitación del atestado, y desconozco si tiene animadversión hacia don Miguel, pero, por lo visto, lo que sí existe es una falta de arrepentimiento de sus errores por parte del amigo de Aznar.
No sé, tampoco, si el Señor Blesa de apropió indebidamente de bienes ajenos, pero lo que sí sé es que el resultado de su gestión ha sido nefasta para una Entidad y para muchos ciudadanos que han sido gravemente perjudicados por sus decisiones, aunque haya recibido una inapreciable colaboración del señor Rato y de una cohorte de consejeros y “profesionales” que han sido colaboradores “necesarios” para poder llevar a efecto los actos de los que ahora no se arrepiente.
Y ya, para rizar el rizo, va el señor presidente de la CEOE, el señor Rosell, y dice que "Si a Blesa lo detienen por su gestión, al final todos podríamos ir a la cárcel" y añade: "Yo mismo, más de una vez, me he equivocado en una decisión o en una compra".
Y se queda tan ancho. ¿Y las consecuencias..?
Por lo menos, en estos casos, se agradece un "lo siento, no volverá a ocurrir", que no es que solucione nada, pero por lo menos parece que reconoce un poco de su culpa y de su error, que es lo que admite el señor Rosell como justificación de una decisión errónea en la gestión...
Y ya, para rizar el rizo, va el señor presidente de la CEOE, el señor Rosell, y dice que "Si a Blesa lo detienen por su gestión, al final todos podríamos ir a la cárcel" y añade: "Yo mismo, más de una vez, me he equivocado en una decisión o en una compra".
Y se queda tan ancho. ¿Y las consecuencias..?
Por lo menos, en estos casos, se agradece un "lo siento, no volverá a ocurrir", que no es que solucione nada, pero por lo menos parece que reconoce un poco de su culpa y de su error, que es lo que admite el señor Rosell como justificación de una decisión errónea en la gestión...
Y a la vista de todo esto, me digo yo, que si no hay ni siquiera arrepentimiento, no estaría mal que un “juez imparcial” terminase la “faena” que inició el juez don Elpidio, aunque solo sea para que don Miguel piense, por un momento, que algo de lo que hizo no estuvo demasiado bien y que no estaría mal mostrar, al menos, un poco de arrepentimiento, aunque no lo piense y sólo sea de cara a la galería.