¿Os acordáis cuando los niños
preguntaban cual era la primera persona del singular del presente de indicativo
de los verbos comer, pensar y engordar?: Yo como, pienso y engordo. También se puede quitar la
coma y eso es lo que mejor me define: Yo como pienso y engordo. Mi vida es muy
sencilla y también relajada y cómoda. Según me cuentan en casa, antes no era,
ni mucho menos, así. Decía mi madre que lo de antes sí que era trabajar. Había
que salir de casa al amanecer para ganarse el sustento diario. Luego andar tirando
del carro, o acarreando lo que al amo se le ocurriese ponerte encima. Mi padre
dice que aquellos eran malos tiempos, que hasta los amos lo pasaban mal. Y trabajaban
casi tanto como nosotros; era lo que se decía trabajar como unos burros.
Ahora, levantarse tarde, comer
todo lo que uno le apetece, dar un paseo y como mucho, los fines de semana,
soportar el leve peso de un niño dando vueltas por la plaza del pueblo. Vamos, ¡Jauja!
Yo me temo que dentro de poco algún
espabilado se va a dar cuenta y se van a querer poner en nuestro lugar… Ahora
que parecía que ya habíamos logrado encontrar una justificación rentable para
que los amos nos quieran seguir manteniendo en casa.
Yo mientras, aquí me veis dando
el paseo matinal por los alrededores del pueblo, disfrutando de estos bellos
paisajes. ¡Y aún hay quienes nos siguen llamando burros…!