Mi amigo y colaborador Elpidio, me envía esta crónica que he querido compartir con todos vosotros:
"Pilar Manjon es mi vecina en Santa Eugenia, pero yo no la conocía. Mataron a su hijo el día 11-M, pero yo no la conocía. Hoy he podido escuchar las barbaridades que han dicho de ella los incalificables (léase impresentables, cínicos o desalmados) Pedro Jota y Federico Jimenez. La han insultado, la han denigrado y lo que es más grave, han faltado a la principal premisa que decían defender: el respero a las víctimas del terrorismo. Pero es que para ellos sólo son victimas del terrorismo los que piensan igual que ello.
Después la he podido escuchar a ella. Y ha dicho una cosa muy sensata. Algo así como que porque un día vivieron la tragedia del asesinato de un familiar, no habían adquirido la autoridad de tener la razón en todo lo que pudieran pensar, porque para eso están los jueces, y esos ya han hablado. Que sólo pedía que les dejasen en paz, a los muertos y a sus familiares, y que no les utilizasen para defender los intereses partidistas de cada bando.
Las víctimas tienen todo el derecho al respeto a su dolor y a la ayuda que pudieran necesitar, pero no tienen ningún derecho a convertirse en los jueces de los asesinos. Nunca podrían ser imparciales y ecuánimes a la hora de valorar las pruebas de cargo.
Por favor, un poco de respeto".
Elpidio.