Nos encontramos a diario con demasiadas chapuzas. “El todo vale” es el lema que prevalece en demasiadas ocasiones. Por eso, cuando te encuentras con detalles que demuestran que “alguien” se ha cuidado de prepararlos, te llaman mucho más la atención.
Cuando sales fuera y visitas otros pueblos y otras culturas, puedes comparar con lo que estamos viviendo día a día.
Por supuesto que por ahí se ve de todo, que hay tambien muchas excepciones; pero te encuentras que en la mayoría de los casos, hay detalles de buen gusto, de sensibilidad que demuestran un respeto a los que vamos de visita.
Desde luego, eso hay que pagarlo; por supuesto. Pero encontrarte en una visita a un castillo con centros de flores recien cortadas, con jardines perfectamente cuidados, con una chimenea con leños ardiendo, justifican sobradamente el pago de una entrada no demasiado barata.
Lo malo es cuando te cobran el mismo precio para enseñarte cuatro muebles mal cuidados y llenos de polvo, ramos de flores artificiales, y jardines sucios y sin cuidar...
Muchas veces, la mayoría, es cuestión de cuidar los detalles
Las fotografías están tomadas en los castillo de CHENONCEAU y VILLANDRY en el Valle del Loira.
Fotos: m.carrasco.m