La sublevación militar del 18 de julio de 1936 contra el Gobierno de la República, inicia la Guerra Civil española. Durante este tiempo, Madrid vivió en permanente cerco parcial, sometido a una guerra de desgaste, con falta de suministros y continuos bombardeos. El 5 de noviembre de 1936, la dirección del Museo del Prado recibe una orden ministerial de la Dirección General de Bellas Artes para que proceda al traslado de sus obras maestras a Valencia, lugar en el que se había instalado el Gobierno. Entre el 5 de noviembre de 1936 y el 5 de febrero de 1938, se realizan veintidós expediciones a Valencia con obras del Museo del Prado, en las que se trasladaron 391 pinturas, 181 dibujos y el Tesoro del delfín.
A estos cuadros del Museo se unieron otros de procedencia particular, entre ellos el Retrato de la Condesa de Chinchón de Goya, según me ha contado Paloma Olmedo, historiadora y gran conocedora de la vida de Maria Teresa de Borbón y Vallábriga. El Cuadro de la Condesa presidía entonces el salón de la casa de Don Carlos Rúspoli y Álvarez de Toledo, 17º. conde de CHINCHÓN, 3º. duque de la ALCUDIA, 3º. duque de SUECA, 3 veces Grande de España y 4º. conde de Evoramonte, su propietario; en la madrileña calle de Barquillo nº 18.
También tuvo el mismo destino el cuadro de la Asunción de Goya que estaba en la Iglesia Parroquial de Chinchón. Por lo tanto durante este periodo de tiempo, los dos cuadros de Goya que están relacionados con Chinchón, tuvieron la misma residencia durante su exilio. (Este hecho se volvería a repetir en el periodo 2001-2004, cuando ambos cuadros se volvieron a unir en el Museo del Prado, a donde se traladó el cuadro de la Asunción, por las reformas que se estaban haciendo en la Iglesia de Chinchón y el cuadro de la Condesa ya formaba parte de los fondos del Museo).
En marzo de 1938, ante el inminente corte de comunicaciones entre Valencia y Cataluña, el Gobierno de la República ordena el traslado del Tesoro Artístico depositado en Valencia a Figueras. En febrero de 1939 se produce la caída de Cataluña. Para evitar el riesgo de abandonar los depósitos a merced de previsibles expolios y destrucciones, el recién creado Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles logra, el 3 de febrero, la firma del Acuerdo de Figueras por el que el Gobierno de la República se compromete a poner en manos de la Sociedad de Naciones nuestro Tesoro para que al final de la contienda éste sea devuelto a España. Entre el 4 y el 9 de febrero se inicia la evacuación de las obras de arte en 71 camiones, en unas condiciones de extremo peligro para la integridad de las obras. Una vez en Francia, la carga se traspasa a vagones de tren que parten de Perpiñán hacia Suiza el 12 de febrero, en una expedición financiada por el Comité Internacional. En la sede de la Sociedad de Naciones, el Comité Internacional y la Junta Central realizan, durante el mes de marzo de 1939, el inventario de los bienes culturales trasladados a Ginebra. El 30 del mismo mes, un día antes de finalizar la guerra de España, la Sociedad de Naciones hace entrega oficial del Tesoro Artístico al Gobierno de Burgos.
Con una selección de las obras evacuadas, el Museo de Arte e Historia de la Ciudad de Ginebra organiza la exposición «Obras maestras del Museo del Prado», abierta al público durante los meses de julio y agosto. Considerada unánimemente el acontecimiento cultural más importante del año en Europa, la exposición permitió a las numerosas personas que acudieron a visitarla contemplar las obras maestras que habían sido coleccionadas por los monarcas españoles: Velázquez, Goya, El Greco, Tiziano, El Bosco, Durero...
(A esta exposición corresponde la fotografía en la que se puede ver el cuadro de la Condesa junto a otros de Goya pertenecientes al Museo del Prado)
Cuando el Gobierno de Burgos toma posesión del Tesoro Artístico, inicia los preparativos para su retorno. Mientras las obras seleccionadas para la exposición se trasladan al Museo de Ginebra, el resto se conduce al Palacio de Exposiciones, de donde parten las primeras expediciones de vuelta: el 10 de mayo y 14 de junio de 1939. Las obras que componían la exposición salen de Ginebra el 5 de septiembre, dos días después de iniciarse la segunda guerra mundial. Finalmente, el 9 de septiembre el Tesoro Artístico llega a la Estación del Norte en Madrid y desde allí, se traslada al Museo del Prado. Las obras maestras que dejaron el Museo a partir noviembre de 1936, regresan sin apenas pérdidas en su largo y discutido viaje.
El Patronato del Museo del Prado reanudó sus funciones, y para mostrar normalidad, se inauguró una escogida exposición, el 7 de julio de 1939, con el título “De Barnaba de Módena a Francisco de Goya”, que desplegaba obras del Prado y ajenas, de diversa procedencia. En esta exposición figuró el cuadro de la Asunción de Goya, antes de ser reintegrado al centro del retablo de la Iglesia de Chinchón.
El viaje del cuadro desde el Museo del Prado a Chinchón se realizó en el camión de Pablo Codes, acompañado por Antonio Castillo, quienes recibieron del señor cura párroco de Chinchón, las acreditaciones correspondientes para hacerse cargo de tan preciado y valioso legado. El viaje se realizó sin más medidas de seguridad, si bien Antonio Castillo hizo el viaje subido en la caja del camión, "vigilando" el cuadro, que venía convenientemente embalado.
Posiblemente, con este traslado a Ginebra, se salvaron de la destrucción muchos de estos cuadros, pero es seguro que el cuadro de la Condesa de Chinchón se salvó de la destrucción, ya que durante la guerra cayó un obús en la casa donde había estado el cuadro, causando la muerte a su propietario, el Conde de Chinchón y Duque de Sueca. (Hay también otra versión, según la cual, este señor murió fusilado en Madrid el 10 de noviembre de 1936)
(Para ilustración, varios de los cuadros que formarán parte de la exposición "La Condesa de Chinchón: Fusión de Historia y Arte" que se va a celebrar en Chinchón, del 29 de Noviembre al 20 de Diciembre de 2008).