- Maestro, ¿Piensa usted que la estructura coyuntural es favorable para afrontar con probabilidades de éxito la acción prevista?
- Déjate de mariconadas y pon, de una puñetera vez, el par de banderillas.
- Déjate de mariconadas y pon, de una puñetera vez, el par de banderillas.
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Las estrellas, en el cielo, tiritaban de calor y, cuando hacía frío, jugaban al escondite.
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La vieja fuente de la plaza estaba costipada.
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Era un hombre envidioso. A todo el mundo sacaba defectos. Era implacable... llegó hasta a encontrar manchas en el sol...
Éramos tan pobres que no teníamos ni traumas infantiles.
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El primer amor: una rosa en primavera.
Ella es aún muy joven y no sabe que las rosas también se marchitan.
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Es muy cariñoso y muy limpio. Vive en casa desde hace unos meses y estoy encantada. Con una simple indicación mía sabe lo que quiero... Sí, claro, duerme en mi cama... Es un encanto, un cielo... Ya no podría vivir sin él...
- ¿Qué quieres que te diga?.. A mí, los gatos...
- ¿Qué quieres que te diga?.. A mí, los gatos...
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El caballo le había quedado muy bien... y el ciervo y el cazador con sus flechas... pero lo que realmente había pintado bien era el bisonte...
Con una tea encendida en la mano salió, exultante, a la puerta de la cueva y llamó a todos sus vecinos para que lo pudiesen admirar.
Con una tea encendida en la mano salió, exultante, a la puerta de la cueva y llamó a todos sus vecinos para que lo pudiesen admirar.
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Había sido muy creyente durante toda su vida... No digo más que creyó en los Reyes Magos hasta que se fue a la mili de voluntario al Regimiento de Infantería “Inmemorial número uno”.
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Las últimas luces de la tarde se iban escondiendo tras los árboles del bosque. La silueta del castillo de los condes, casi en ruinas, empezaba a desdibujarse en el azul cada vez más oscuro del cielo y, cuando Dios cerró los ojos, salieron los murciélagos.