jueves, 2 de noviembre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. LXIV. LOS FRANCESES DESTRUYEN EL CASTILLO DE CHINCHÓN.


64.- La destrucción de Chinchón por los franceses. (Historia)
Vamos a recordar los hechos ocurridos en Chinchón en los últimos días de 1808, haciendo una reconstrucción histórica de lo que entonces todo el pueblo de Chinchón tuvo que padecer.
Antecedentes.
El 30 de julio de 1803 el Cardenal Luis María de Borbón y Vallábriga renuncia a sus derechos sobre el condado de Chinchón y se los cede a su hermana María Teresa, que hereda el Mayorazgo, el Condado con las villas que comprende y el Señorío de Bobadilla con sus propiedades y jurisdicciones.
Años después, el 17 de marzo de 1808, cuando estalla el Motín de Aranjuez, que conduce al encarcelamiento de Godoy y a la abdicación de su primo Carlos IV, María Teresa, la ya Condesa de Chinchón, ve la oportunidad de abandonar a su esposo después de tantos años de humillación, deja a su hija Carlota, a la que nunca había querido porque le recordaba a su padre, con los depuestos reyes, y se traslada a Toledo junto a su hermano el Cardenal.

El 2 de mayo de 1808 se inicia en Madrid el alzamiento popular contra los franceses; el 10 de mayo Fernando VII abdica en favor de Napoleón y éste en su hermano José I. El Cardenal Luis María de Borbón se ve obligado a reconocer al rey José. Entre mayo y junio, sin autoridades legítimas, el pueblo asume el ejercicio de su soberanía mediante la creación de las juntas provinciales, que se ocuparon de dirigir y organizar la resistencia al invasor. En julio la tropas del general Castaños vencen en Bailén y en agosto recuperan Madrid, los franceses pierden en todos los frentes.


 El 25 de septiembre de 1808, los delegados de las Juntas se reunieron en Aranjuez y decidieron asumir el poder con el nombre de Junta Central Suprema, presidida por el conde de Floridablanca. En noviembre, Napoleón llega al frente de un importante ejército y durante 1809 ocupa toda la península a excepción de Cádiz (protegida por la Armada española y británica). Luis María y su hermana María Teresa huyen de Toledo a Andalucía con la comitiva de la Junta Central y toman parte activa en los acontecimientos liberales.


Por tanto, a partir de noviembre de 1808 las tropas francesas habían tomado el control de todo el territorio a los alrededores de Madrid. Se había acantonado en Arganda y Aranjuez el primer Cuerpo de Ejército de España, al mando del Mariscal Víctor. Los pueblos cercanos a los acuartelamientos de los soldados estaban obligados a suministrar a éstos los víveres y suministros necesarios para su abastecimiento. Esta obligación era efectiva y periódicamente los soldados encargados de la intendencia del ejército pasaban por los pueblos a recoger estos suministros. Estaba establecido que los ciudadanos cobrarían del ejército el precio fijado para cada uno de los productos, pero en muchas ocasiones estos pagos se dilataban más de lo esperado. Según consta en un documento del archivo histórico los ciudadanos se veían obligados a dirigirse a las autoridades locales para que éstas reclamasen el pago al ejército, lo que llegaba a producir tensiones entre los particulares y los responsables municipales.

Pero los soldados no se conformaban con estas provisiones y aprovechaban cualquier oportunidad para saquear corrales y graneros, lo que ocasionaba frecuentes denuncias de los sufridos campesinos que veían cómo tampoco las autoridades podían poner freno a tales desmanes. Al ser Chinchón cabeza del condado siempre vivieron en el pueblo las personas que se ocupaban de gestionar los intereses de los condes. Además, desde mediados del siglo XVIII algunas familias de alcurnia se asentaron en Chinchón, para estar cerca de la corte de verano en Aranjuez, ya que la familia real no les permitía vivir en el Real Sitio.
Entre estas familias no faltarían afines a los intereses de los invasores, y aquí vivía Pedro Casagne, de origen francés, que tuvo una participación activa en los hechos que estamos estudiando. Todas estas circunstancias, sobre todo el malestar de los ciudadanos por las tropelías de los franceses, abonaban la posibilidad de cualquier altercado entre ellos. Y desgraciadamente ocurrió. Pero eso se lo contaré mañana.


Cuatro soldados franceses mueren en la plaza de Chinchón.
No existe en el archivo histórico ningún documento que narre los hechos que iban a ser el desencadenante de todo lo ocurrido. Tampoco se dice nada en los libros capitulares. Sin embargo, la tradición oral nos ha trasmitido lo ocurrido en la plaza mayor de Chinchón, el día 26 de diciembre de 1808. Y recogiendo esta trasmisión oral, así lo narra el historiador Narciso del Nero: “El miércoles 26 de diciembre, aproximadamente a las cuatro y cuarto de la tarde, llegó a Chinchón una partida de soldados franceses para tomar el camino de Aranjuez, a los que servía de guía un guarda de la vega de Colmenar de Oreja, seguidos en actitud hostil por un grupo de vecinos de dicho pueblo hasta la plaza pública que por ser día festivo se hallaba muy concurrida. Entonces el guarda, a voces, dijo: “A ellos que vienen de huida”, al mismo tiempo que con su escopeta mataba a dos. A la vista de los odiados invasores y enardecidos con este suceso, al tiempo que un soldado desenvainaba el acero, estos habitantes se lanzaron sobre ellos y a pedradas acabaron con otros dos, logrando huir los restantes, sin que para desgracia de la villa lograran evitar tales hechos las diversas personas, entre ellas el párroco don José Robles, que desde los primeros momentos se personaron en la plaza tratando, aunque inútilmente, de apaciguar los ánimos”.

De forma similar lo cuenta Simón Viñas Roy: “Obscurecía uno de estos días, cuando entraron en Chinchón ocho franceses que se dirigían a Aranjuez, en donde se concentraban para dar la desgraciada batalla de Ocaña, pero habiendo llegado a Colmenar de Oreja, los vecinos de esta villa, en vez de dirigirlos al real sitio, los dirigieron a Chinchón con el fin de desorientarlos. Estos vecinos llevados por la indignación producida por la inmotivada invasión, los acometieron y mataron dos soldados, escapando los demás a uña de caballo y llegando a Aranjuez contaron lo que les había sucedido y la suerte cabida a sus dos compañeros”.


La batalla de Ocaña, a la que hace referencia se produjo un año después, en el año 1809. En ella las tropas francesas derrotaron a las españolas, lo que supuso dejar abierto el camino hacia Andalucía. Este error es lógico, puesto que, como hemos indicado anteriormente, Viñas Roy sitúa los hechos un año después de cuando realmente ocurrieron.

Tanto en estas descripciones, como en la tradición oral, siempre se ha hecho hincapié en que el instigador de la matanza fue un guarda de la Vega de Colmenar de Oreja, y en esta circunstancia se basaba el tradicional encono y rivalidad entre los habitantes de los dos pueblos. Esta contienda se acentuó años después, cuando en 1834 se hizo la organización administrativa de la provincia, quedando Chinchón como cabeza de partido judicial, título que reclamaba para sí Colmenar de Oreja. En la actualidad está, afortunadamente, superada y olvidada esta rivalidad.
 Tenemos además un testimonio gráfico de lo que allí pudo ocurrir. En el grabado número 3 de los desastres de la guerra, titulado: “Lo mismo”, Goya retrata el ataque de un grupo de paisanos a un patrulla de franceses. En el mismo se puede apreciar el ensañamiento de unos pueblerinos, armados con hachas y piedras, con unos soldados franceses que intentan defenderse con sus sables. No hay ningún detalle que identifique esta escena con Chinchón. Goya siempre evitó esos detalles identificativos para hacer más universal sus dibujos, pero es muy posible que cuando lo estaba pintando oía las palabras de su hermano Camilo narrando lo ocurrido en la plaza, esa fría tarde de invierno.


La repercusión de estos hechos estaba ya prevista por las ordenanzas militares francesas y se contemplaba en el bando que había publicado el General Murat a raíz del alzamiento popular del 2 de mayo de 1808 en Madrid, que en su artículo 5º decía textualmente: “Toda villa o aldea donde sea asesinado un francés, será incendiada”.

Sin duda que también las autoridades de Chinchón conocían el contenido de este bando y, por tanto, las consecuencias previsibles. No queda constancia del envío de ninguna misiva de solicitud de perdón, aunque posiblemente se hiciese. Lo que sí se comenta en alguna publicación, recogida de la trasmisión oral y por documentos posteriores, es la huida de algunos hombres, de las mujeres y de los niños a los pueblos cercanos, sobre todo a Valdelaguna.
Por lo que sabemos también huyeron del pueblo las autoridades civiles y religiosas, quedando la población totalmente desguarnecida e indefensa.

En otros dos grabados de Goya tenemos la imagen de esta huida. Son los números 44 , titulado “Yo lo vi” y el 45 con el título de “Y esto también” En ellos podemos apreciar a mujeres que huyen, incluso con animales domésticos, el terror de un niño y la desesperación de la madre, junto a un clérigo que huye abrazado a su bolsa. En el horizonte queda el pueblo que han tenido que abandonar precipitadamente huyendo de los franceses.

 La represalia del ejército francés.


Los mandos franceses no dudaron en tomar las medidas necesarias para ejecutar inmediatamente lo estipulado en el bando del día 2 de Mayo. Tampoco hay documentos en el archivo histórico que narren lo ocurrido en aquellos días. Tenemos que recurrir a la narración de los dos libros ya reseñados:
Así continúa el relato Narciso del Nero: “Al tener noticia de esta agresión por uno de los soldados que logró huir, el Mariscal Víctor, Duque de Bellume, que tenía acantonadas su tropas en Aranjuez y Arganda, donde a la sazón se hallaba con su cuartel general, dispuso la salida de una fuerte columna que en cumplimiento del artículo 5º del Bando del 2 de mayo, marchara contra Chinchón, para tomar venganza de la ofensa inferida a las armas francesas.
Avanzando sobre esta villa, a tiro de cañón emplazaron su artillería, compuesta de piezas de a dieciséis y de veinticuatro ( de cuyas piezas aún se conservan proyectiles en algunas casas) comenzando el cañoneo de la población.

Viendo que no se le contestaba y dándose cuenta de que la villa se encontraba desguarnecida y completamente indefensa, entraron en ella la tarde del 29 de diciembre, entregándola a todos los horrores de la guerra y de una plaza tomada al asalto”.

Viñas Roy hace un relato al gusto decimonónico, con una literatura grandilocuente, a la que ya no estamos acostumbrados: “El Jefe francés se propuso tomar venganza a la agresión a sus subordinados y con una división, que algunos hacen ascender a 6.000 hombres, se puso a tiro de cañón de la villa por la parte de Villaconejos, y emplazando algunas piezas de artillería, empezó a bombardear la población. Estos habitantes, con el fin de intimidar y contener al enemigo y en espera de algún eventual socorro, empezaron a simular la existencia de tropas en el castillo, menudeando en él los toques de corneta y haciendo resonar el parche de los tambores; y por espacio de cuatro días el enemigo permaneció sin avanzar de sus primeras posiciones; pero el día 25, cuando ya el francés se persuadió de que aquello no era más que un ardid de guerra, avanzó decidido hacia la población, dando la orden de degüello y saqueo. !Terrible noche, queridos niños, fue la del 25 de diciembre de 1809! La pluma no puede describir con su verdadero colorido las horrorosas escenas que en Chinchón tuvieron lugar. Como perros rabiosos entraron por estas calles, incendiando y acuchillando sin compasión. Las hachas hacían crujir y caer las puertas; las casas se desplomaban en remolinos de fuego, los ayes de los moribundos se mezclaban con las maldiciones de sus verdugos; los cuerpos eran traspasados por las bayonetas y las cabezas rodaban al golpe de las hachas enemigas; los que huían de una manada de lobos sangrientos, caían en otra de tigres carniceros; ni bastaban súplicas, ni las canas infundían respeto, ni la tímida doncella despertaba compasión. Como nueva Numancia, sufría, no la ruina voluntaria, sino la terrible agresión extraña. Los padres buscando a sus hijos, las mujeres a sus maridos y los hijos a sus amorosos padres, encontraban la muerte allí a donde a sus deudos pretendían salvar la vida; arroyos de sangre corrían por estas calles al tiempo que su corriente era contenida por los escombros del incendio, y por todas partes se oían ecos lastimeros pidiendo compasión y socorro. No es posible, hijos míos, describir tanta desolación y estrago sin que se levante en el corazón un sentimiento repulsivo hacia los verdugos, y sin que en nuestro pecho levantemos un altar a tantos mártires de la independencia de la patria; así como tampoco se puede dar con la pluma a tan horrible cuadro las tétricas tintas de una idea verdadera de tan lúgubres escenas”.

Las terribles consecuencias para Chinchón.
Las consecuencias de este asalto sí están suficientemente documentadas. Disponemos de los testimonios notariales de don Gabriel González Rey, Notario de Chinchón y los testimonios de don Pedro Ortiz de Zárate, don Pedro Antonio Rubio y don Pedro de Fominaya, escribanos públicos de Chinchón en aquellas fechas. También está el libro parroquial de defunciones que, al ser quemados los antiguos, se inicia con la relación de los muertos del día 29 de diciembre de 1808, que ascienden a un total de 56 en sólo ese día. Años después, en la contestación a un cuestionario enviado por la Capitanía General de Castilla, el Ayuntamiento de Chinchón, con fecha 16 de mayo de 1846, contesta que el número total de muertos durante estos días a manos de los franceses ascendió a un total de 103 personas, todos ellos varones.
 Según el libro parroquial de defunciones, los muertos en el día 29 de diciembre de 1808, fueron los siguientes: Ángel Castillo, 88 años; Gabino Montes, 50; Pedro Montero, 22; Pedro Francisco de Bustos, 16; Silvestre Rivera, 62; José Miguel Cachorro, 23; Antonio Manuel Candelas, 40; Pedro de las Olivas, 38; Antonio Colmenar, 40; Miguel Villalba, 42; Antonio Aguado, 40; Antonio Rincón, 25; Manuel Rodríguez, 75; Isidro Montero, 58; Juan Bellón, 35; Ignacio Parrilla, 34; Isidro López, 24; Elías García, 42; Matías Bravo, 30; Marcelo Ruiz, 61; Joaquín Sánchez del Prado, 63; Pedro Sánchez del Prado, 39; Eugenio García, 53; Francisco Moreno, 54; Manuel García Sagasta, 83; Francisco García, 48; José Gaitero, 40; Jacobo González, 33; Francisco Cortés, 38; Andrés Barranco, 54; Vicente Perogordo, 23; Tomás González, 67; Isidro Trigo, 27; Antonio de la Peña, 61; Antonio García, 60; Juan Antonio Peña, 70; José Sánchez, 65; Francisco de Ortega, 77; Manuel Díaz del Portal, 87; Dionisio Díaz, 50; Blas José López, 32; Francisco Martínez, 17; Pedro Rubio; Matías Sánchez, 60; Victoriano Ontalva, 60; Julián García, 72; Joaquín Santillana, 44; Francisco del Valle, 56; Julián Ramírez, 40; Manuel de Mora, 40; Lorenzo Luarte, 44; Diego Gómez, 58; Isidro Romero, 55, Victoriano Parrilla, 26; Casiano Cuesta y Agustín Moreno.


En los incendios de las iglesias se perdieron 29 tomos de partidas de Bautismos, el más antiguo de 1530; dos libros de confirmaciones desde 1546; 1o libros de desposorios y velaciones, desde 1584 a 1808; 13 libros de difuntos con datos desde 1622, 25 libros de entablaciones de memorias, 7 libros viejos de cuentas de fábrica, así como numerosos libros en los que se recogían las memorias y las cuentas de diversas obras pías, como las del Doctor Álvarez Gato, Bonilla, Fominaya, Portilla, Bendicho y Alonso Jiménez. También se perdieron los libros en los que se recogían todas las actividades de las Hermandades de las hermanitas de Nuestra Señora de la Concepción, Santa Ana, San José y de Santiago y San Juan de la Vega; 1 libro de cuentas del cabildo de San Pedro y 7 libros más de las cofradías del Cristo de Gracia, Nuestra Señora de Gracia, del Rosario, San Antonio Abad, San Isidro, las Ánimas y la Sacramental.
 Una pérdida imposible de valorar en la que había desaparecido una parte fundamental de la historia de Chinchón. La existencia de todos estos libros se conoce por estar detallados en el nuevo libro parroquial de bautismos que se inició unos días después.


Hecho el recuento final de daños económicos, el escribano don Pedro Antonio Rubio los cuantificó en un total de 8.618.000 de reales de vellón, con el siguiente detalle:- Se quemaron 103 casas, ocasionando daños valorados en 618.000 reales en granos, frutos, muebles, alhajas, etc. - La quema de las dos iglesias, con sus ornamentos, vasos sagrados, y alhajas, todo ello valorado en 6.000.000 reales de vellón.- Por el saqueo de las tropas francesas se considera que los daños causados en el interior de las casas y tiendas se estiman en 2.000.000 reales.

Pero vamos a dejar que nuestros historiadores sigan con su narración: Continúa Narciso del Nero: “Tres días sufrió Chinchón la barbarie de la soldadesca, matando cuantas personas encontraron, todas del sexo masculino, pues el resto de los vecinos, al comenzar el cañoneo, aterrados porque sabían la ferocidad con que procedían los invasores, habían huido refugiándose gran parte en el vecino pueblo de Valdelaguna. Violentadas las puertas de las casas, fueron saqueadas, robando cuanto de algún valor encontraron, incendiando varias después. Donde más se ensañaron fue en los edificios religiosos: en la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia, profanaron y destruyeron las imágenes, llevándose cuanto de algún valor había en ella, entregándola después a las llamas, que solo respetaron la torre, aunque también quedó malparada, derribando las campanas y destruyendo el capitel (cuya aislada torre aún sirve de campanario).

La Iglesia nueva o de la Piedad (hoy la parroquia) sufrió igual suerte, si bien por ser de muy sólida construcción sus muros quedaron intactos, pereciendo en esta iglesia sus archivos. Las ermitas fueron también saqueadas y en la de Santiago, después de robarlo y saquearlo todo, quemaron la imagen y las puertas. Dejando tras de sí solo muerte y ruinas , abandonaron los enemigos Chinchón dirigiéndose a Arganda en los primeros días de 1809. Volviendo a la población algunos de sus habitantes y los que formaban su ayuntamiento, que se dirigen al Mariscal Víctor, como también lo hizo el alcalde de Valdelaguna,
Pidiendo se deje volver al saqueado pueblo a sus moradores.”

Y así continuaba Viñas Roy: “Según las tradiciones de los ancianos, murieron en aquellas horrible noche 156 personas, a parte de un considerarle número de heridos, algunos de los cuáles se salvaron por parecer que estaban muertos, y otros por fingirse tales; murieron también varios en las casas incendiadas, pues que se quemaron una gran parte de las de la plaza, además de la parroquia que existía contigua a la torre, que quedó sola y erguida en medio de la devastación como queda erguido el honor nacional cuando por su defensa se sucumbe; y he aquí por qué Chinchón tiene torre sin iglesia e iglesia sin torre. Con el incendio de la parroquia quedó destruida toda la historia de Chinchón, puesto que se quemó completamente el archivo que contenía todos los documentos que se salvaran de las vicisitudes de ocho siglos de guerra que España sostuviera para arrojar de su suelo al agareno que por la parte de las Andalucías lo habían invadido; y la destrucción de este archivo produjo trastornos sin cuento, tanto para acreditar la propiedad de cada uno, como para comprobar las edades que tantas veces ha de necesitarse en los diferentes usos de la vida. Así es que Chinchón, a pesar de su antigüedad no dudosa, no tiene casi más historia que desde el año 1810 hasta nuestros días”.

Desaparecieron todas las obras de arte que había en Chinchón.
 Ni en los documentos del archivo histórico, ni en estos relatos se hace mención concreta a las obras de arte que existían en las iglesias de Chinchón. Aunque no podemos documentar lo ocurrido con los cuadros, sí podemos conocer cuáles eran estas obras. Para ello disponemos de una detallada relación que hace el párroco de Chinchón, en el año 1782, como contestación al cuestionario del Cardenal Lorenzana, obispo de Toledo, en el que hace la siguiente descripción: En el de la derecha hay una pintura pasmosa del nacimiento, hecha por Alexandro Branchini, célebre pintor de Florencia, donde vivía por los años de mil quinientos setenta; y en el de la izquierda, una copia de la Anunciata del mismo pintor, que hizo por la devoción particular que tenían los condes a esta imagen.


El segundo alto es de tres intercolumnios de orden jónico; en el del medio hay una pintura de María Santísima con el título de la Piedad, que es la advocación de la capilla; tiene a Jesucristo en los brazos, después de haberle bajado de la cruz; en el de la izquierda, otro de la Resurrección y aparición del Señor a la Santísima Madre; y en el de la derecha otro de la Ascensión, hechos todos tres por Leandro Brasis, que murió loco en Florencia arrojándose por una ventana, después de haberse hecho admirar por el primor de su pincel. El tercer cuerpo es de un intercolumnio con frontispicio en punta del orden corintio que se levanta solo en medio del retablo, guarnecido a los dos lados de dos faldones que van a parar dos acróteras, sobre las cuáles hay dos estatuas de San Pedro y San Pablo perfectamente acabadas, y en medio, un principesco crucifijo de escultura con María Santísima y San Juan al pie de la cruz. En el crucero hay dos altares colaterales, cuyos retablos representan una fachada con frontispicios cerrados en punta, todos de orden toscano. En la puerta del de la derecha, que se abre en dos hojas, hay dos pinturas por el exterior, una de Santo Tomás de Aquino y la otra de Santo Domingo y la de San Pedro mártir. En el tímpano del frontispicio hay otra pintura del Espíritu Santo, y abiertas las puertas, se descubren andanas donde hay muchos bustos de cabezas y brazos en que se guardan las reliquias de los santos que representan. Entre todas las de este altar, la más insigne es una espina de la corona de Nuestro Señor Jesucristo, que dio el Papa al Conde don Diego para cabeza de su mayorazgo, pero pidió otro breve para dejarla en su capilla. En la principal andana hay también un crucifijo de marfil, que era del oratorio de San Pió Quinto. En todo es lo mismo el colateral de la izquierda, excepto en que las pinturas don de San Diego de Alcalá, de San Antonio, de San Francisco, de San Buenaventura y Nuestra Señora de Guadalupe y las reliquias son todas de santas. Más abajo de este retablo y en la parte lateral está el mausoleo del Arzobispo de Zaragoza, hermano del conde don Diego. En el ámbito de la misma iglesia hay cuatro capillas y en la una un cuadro el retablo de un intercolumnio de orden jónico que representa la cena y es excelente; en otra que es del patronato del señor Laguna, hay otro cuadro de Santa Teresa, pintura de Julio César Procacini, natural de Bolonia, cuyas obras son primorosas y muy raras en España, esta pintura está en el retablo y a un lado de la misma capilla hay otro cuadro grande de San Isidro Labrador, de la propia mano; y en otra capilla se va a poner el cuadro grande de la Asunción y Coronación de Nuestra Señora, que antes sirvió en el retablo mayor de la iglesia antigua, pintura de Claudio Coello."

En esta descripción tenemos un detallado inventario de todas las obras de arte que había en las iglesias de Chinchón. Como hemos visto, en la cuantificación de los daños se hace una valoración global de las perdidas pero no se indica si las obras de arte fueron quemadas o robadas. Hemos oído cómo Narciso del Nero indica que saquearon las iglesias llevándose todo lo que había de valor, aunque no hace tampoco mención concretamente a los cuadros. Si nos fijamos en cual fue la pauta que tuvieron los franceses durante todos los años que duró la guerra de la independencia, podremos asegurar que todos los cuadros a los que hacía mención el párroco don Miguel Ramón Linacero, fueron robados por las tropas francesas y algunos de ellos formarán parte en la actualidad de algunos de los museos de ese país. En un documento fechado un año después, encontramos la descripción que hace el Alcaide de la Cárcel de Chinchón, de los daños ocasionados por los franceses en la ermita de San Roque.
 Nos cuenta que arrancaron las varas de plata del estandarte del santo, destrozaron un Cristo rompiéndole las piernas con los palos de las andas, requisaron los pocos objetos de valor que encontraron y con el resto formaron una pira en el centro de la ermita y lo prendieron fuego. La misma suerte corrió la ermita de Santiago, a extramuros del pueblo, que ya nunca sería reconstruida. También podemos conocer las consecuencias de lo ocurrido por las ruinas que aún perduran, como las del castillo y las que ya han desaparecido como las de la Iglesia de Santa María de Gracia, de la que solo se mantuvo en pie la torre.


Sobre esto escribía Viñas Roy: “Y así como Madrid tiene un monumento que cobijando con su base las cenizas de los mártires y señalando con su aguja la morada de sus espíritus es indicio continuo de protesta y signo de arrogancia patria, así Chinchón, en su solitaria torre funda también el signo de su indomable valor, por cuya razón cuando se pregunta la causa de este aislamiento contestan señalándola con el dedo: “Ese es el honor nacional”.

Las ruinas de esta iglesia se terminaron de cubrir en el año 1890 cuando se terminó de construir la tapia que sube a la plaza de Palacio, según consta en una de sus piedras. De las ruinas de esta iglesia se aprovechó la puerta principal del Ayuntamiento que fue traslada a su nuevo emplazamiento en el año 1863.
Pero aún no se habían terminado las calamidades...

Y aún hay más consecuencias.

Todavía perduran dos recuerdos en piedra de estos hechos. Uno es la cruz que hay en la cuesta de la torre, en memoria de la muerte de Andrés Barranco, muerto el día 29 de diciembre de 1808 y otro es un pequeño mojón, situado en el camino de Ocaña, donde fue arcabuceado un soldado portugués apellidado Herrera, que mandó colocar su amigo Antonio Castillo, en el año 1812.

A este mojón también hace mención Viñas Roy, aunque comete, como en otras ocasiones algún error al definirlo: “En la parte alta de la población habréis visto una piedra que se llama la cruz del portugués; es también, aunque sencillo, un monumento a aquella terrible epopeya: es la memoria de un portugués fusilado por los franceses, monumento con que un hermano de la víctima quiso honrar la memoria del que murió en extraño suelo por defenderle de una agresión a todas luces injusta y violenta”.
 Hay un personaje del que nos han llegado noticias contradictorias. Era Pedro Casagne. Como su apellido indica, era de origen francés y conocía este idioma. En el archivo histórico hay una carta suya manuscrita, fechada en Colmenar de Oreja, el 3 de enero de 1809, que dice textualmente:


“Sr. Cura y Señores de Justicia de la Villa de Chinchón. Su convecino Pedro Casagne, con los vivos y sinceros deseos del bien a todos los vecinos, hace a V.m. presente que con motivo de poseer el idioma francés se halló obligado a acompañar al General de las tropas de la Nación en los días desgraciados del final del año último. Advertí para aplacar en algún momento el furor de las tropas.

Solicitaba al Señor cura y demás a quienes va dirigida ésta, habiéndome encargado cuando me separé del General que no dejase de buscar a V.m. y les encargase se presentasen a solicitar el perdón para todo el pueblo, pues de lo contrario perecería todo él, en cualquier parte donde se hallasen. Con esta intención, aunque me hallo en cama herido y maltratado, no puedo menos, por el amor que profeso a mis convecinos, separados mis intereses que considero arruinados, de dar a V.m. este aviso para que, sin pérdida de tiempo, hagan su presentación pidiendo misericordia.

También espero mirarán V.m. como es de su obligación para su desgraciado pueblo, y queda de V.m. su desgraciado convecino que los ama. Firmado: Pedro Casagne.

P.D. También me dijo dicho General que no tuviesen V.m. temor alguno para presentarse y también me dijo que se resarcirían los perjuicios causados mediante la súplica de V.m. y que de lo contrario se acabaría de arruinar la población. Casagne”.

En esta carta, indica que fue obligado a colaborar con los franceses por conocer su idioma, pero que su actitud fue siempre la de interceder en favor de los habitantes de Chinchón. No cabe duda que no tuvo éxito en este cometido, y posiblemente por esta colaboración fue agredido por sus vecinos por lo que tuvo que refugiarse en Colmenar de Oreja. Hay otro dato que nos hace pensar en su inocencia. Su casa también fue asaltada y allí murió su criado Pedro Rubio, que era natural de Santander.

Las autoridades municipales y religiosas de Chinchón, sí hicieron caso a lo que les indicaba este vecino y se apresuraron a enviar una carta al Mariscal francés, solicitando el perdón para el pueblo y la autorización para que regresasen los vecinos que habían huido a los pueblos cercanos. Esta carta se encargó de escribirla el párroco don José Robles y fue traducida al francés, posiblemente por el propio Pedro Casagne; según consta en una certificación firmada por el propio párroco unos meses después, y que aún se conserva en el archivo histórico. Simultáneamente salía otra carta dirigida al Mariscal Víctor, firmada por el alcalde de Valdelaguna. En ella también se pedía clemencia para los vecinos de Chinchón, y solicitaba autorización a los mandos del ejército para que pudiesen volver a sus casas con la garantía de que no se volvería a repetir la expedición punitiva. El día 16 de enero y como contestación a la solicitud de las autoridades de Chinchón, se recibió un comunicado del Cuartel General de Arganda, en que se decía:

“A los señores miembros de la Junta de Chinchón.

Señores: He recibido la carta que Vms me han enviado. Ya había yo hecho saber al alcalde de Valdelaguna la anterior conmiseración del señor Mariscal Comandante en Jefe, por los habitantes de la villa de Chinchón, ellos pues quedan libres desde luego de volver a sus hogares en los que se les concede toda seguridad y protección, porque su Excelencia espera que su arrepentimiento será sincero y que no le volverán a dar ningún motivo de queja.

Yo no puedo señores dejar de recomendar a Vms. con la mayor expresión, la gran vigilancia con que conviene examinar a todo forastero que se presente en ese pueblo, arrestando a cualquiera que sin justificar el objeto que le conduce, cause recelo de excitar la turbación y el desorden.

Tiene el honor de saludar a Vms. el Jefe de Estado Mayor del primer Cuerpo de Ejército de España. Femelle. Rubricado”.
Con el original de esta carta se abre el libro capitular del año 1809. Escrita en francés, hay otro documento adjunto que es la traducción al español. Las podemos leer en el archivo histórico.
 Aún no había terminado todo.


Chinchón había quedado totalmente destruido. Habían muerto muchos hombres, lo que suponía haber perdido un gran potencial de mano de obra que que iba a tener repercusión en la capacidad para la reconstrucción del pueblo. Pero es que además Chinchón seguía en territorio ocupado por las tropas francesas y en estado de guerra permanente. Las autoridades militares francesas seguían reclamando la obligación del pueblo a suministrar víveres y otros productos para la tropa. Ya no era sólo una labor de abastecimiento teóricamente remunerado, era una obligación de entregar lo que los soldados necesitaban bajo amenazas incluso de cárcel a los que no lo cumpliesen. Esta situación fue permanente durante el año 1809, y se agravó a partir del mes de Agosto. Las tropas francesas se preparaban para iniciar la campaña de Andalucía. Durante ese verano y hasta el mes de octubre se fueron concentrando un gran contingente de tropas en las cercanías de Aranjuez y Arganda, donde tenían su cuartel general de la zona, para preparar la ofensiva que después fue conocida como la batalla de Ocaña.

Las instalaciones que disponían eran insuficientes para albergar a todos los soldados que llegaban y tuvieron que acantonar las tropas en los distintos pueblos de la comarca. Concretamente en Chinchón, durante la segunda quincena del mes de agosto estuvo acantonada la división alemana. Al mes siguiente se concentró también la división polaca. Encontramos en los libros capitulares del ayuntamiento diversas actas de estas fechas en las que se puede apreciar la situación de desesperación de las autoridades que eran incapaces de dar satisfacción a las demandas de los franceses. Ya el 13 de junio se había recibido un requerimiento del Comandante de Armas del Real Sitio de Aranjuez, a los Alcaldes ordinarios del pueblo, reclamando el suministro de víveres, amenazándoles incluso con la prisión si no atendían el compromiso de abastecimiento diario a la tropa. Ante la situación de carencia que había en el pueblo se acuerda hacer uso de los diezmos pontificios para hacer frente a la manutención de los soldados.

Pero la situación más desesperada se produjo cuando el ejército se acantonó en Chinchón. Durante el mes de Septiembre las reuniones de los responsables municipales eran casi diarias. Encontramos el detalle de los acuerdos tomados en el libro capitular, donde se indica el 3 de septiembre que por haberse consumido toda la leña que había tanto en casas particulares como en las distintas fábricas de Chinchón para atender las necesidades de la tropa, se autorizaba a cortar leña en el Bosque de Valdemorera, con la indicación de que se hiciese el menor daño posible a las plantas. Una semana después, el 9 de septiembre se da cuenta de que es imposible abastecer al ejército imperial con el trigo disponible en las casas, con lo que se tiene que tomar la penosa decisión de disponer del que había en el Pósito, destinado al préstamo para la siembra a los agricultores. Al día siguiente tienen que afrontar la necesidad de recaudar la cebada que reclamaban las tropas francesas, y el día 13 de ese mismo mes la situación se hace desesperada y el pueblo se concentra en la plaza, ante la casa consistorial, por no poder soportar la presión a que es sometido para abastecer a la tropa.

Ante la carencia de materias primas sólo era posible disponer de dinero para comprarlas, pero tampoco se podía grabar más a los pobres vecinos después de tantas calamidades como habían sufrido. Cada uno de los responsables municipales hace sus propuestas y la decisión final es hacer una cuestación entre los principales contribuyentes del pueblo para recaudar fondos. En esta cuestación participa también la Cofradía del Santísimo Cristo de Gracia que aporta 45 reales y 8 maravedíes. También se acuerda disponer de los 13.833 reales que en el mes de agosto se habían recibido de la aportación de los impuestos de mojona correspondientes al primer semestre del año 1809.

Desde mediados de octubre se inician los movimientos de las tropas para tomar posiciones en los pueblos de Toledo hasta que a primeros de noviembre empiezan las maniobras previas a la batalla de Ocaña que tiene lugar a mediados de ese mes. Las tropas francesas vencen a los españoles lo que les abre las puertas para avanzar hacia Andalucía. A partir de ese momento disminuyó sensiblemente la presión sobre Chinchón.

Para terminar: la versión francesa.

No es frecuente contar con versiones desde los dos puntos de vista de los contendientes en una guerra: en esta ocasión, afortunadamente, disponemos de un testimonio de un gran valor, por tratarse de la aportación de un francés. El Coronel Morín, Comandante del 5º Regimiento de Dragones, que tomó parte en las batallas de Almonacid y de Ocaña en el año 1809, escribió sus memorias que tituló “Journal d'Espagne du Colonel Morin, Comandant le 5e Regiment de Dragons”. Estas memorias fueron recogidas por Jérôme Croyet, doctor adjunto en historia y archivística del Departamento de L’Ain, y colaborador del Magazín “Napoleón 1º”.

Como suele ocurrir en las memorias hay algunas imprecisiones en las fechas, pero lo verdaderamente importante es encontrar una referencia del bando enemigo, que relate los acontecimientos ocurridos, reconociendo que en Chinchón se produjo una masacre.
En las memorias podemos leer: “Le 30 l'armée fait un mouvement pour se concentrer en arrière du Tage ; la division part d'Ocana et fait halte à Aranjuès où elle passe ce fleuve. Cette résidence royale qui, autrefois, était un séjour enchanteur est presque entièrement dévastée, on a abattu à cause des nombreux bivouacs et pour le service de l'artillerie une partie des plus beaux arbres ; les jolies habitations des personnes attachées à la Cour sont la plupart démolies, le peuple fait chaque jour de nombreux dégâts pour avoir les fers et les plombs ; le château seul a été respecté jusqu'à ce moment ; il n'a rien de bien extraordinaire, mais cependant avec toutes ses dépendances, ce séjour devait autrefois être digne de sa destination. Nous séjournons le 31 à Colmenar de Oreja et nous nous établissons le 1er avril à une lieue en arrière du village de Chinchon, qui autrefois présentait de grandes ressources mais qui a été saccagé en 1811 pour avoir fait feu sur un régiment français qui y passait ; il y a eu plus de 200 habitants massacrés par les soldats”


Esta puede ser la traducción: El día 30, la armada hace un movimiento para concentrarse en la parte de atrás del Tajo; la división militar parte de Ocaña y acampa en Aranjuez, por donde pasa el río. Está residencia real que antes era un lugar encantador, ahora está casi enteramente aniquilado, se han cortado para abastecer a los numerosos campamentos militares y para el uso de la artillería, una parte de los árboles más hermosos; los edificios más bonitos de las personas asignadas a la Corte, están la mayoría destrozados, el pueblo hace cada día nuevos saqueos y destrozos para conseguir hierro y plomo. Sólo ha quedado el Palacio hasta hoy; no hay nada más que destaca en la zona pero ha debido de ser antes un lugar digno de visita. Estaremos el 31 en Colmenar de Oreja y nos vamos a establecer el primero de Abril a una legua del pueblo de Chinchón, que en el pasado tenía grandes recursos, pero que fue destrozado en 1811 por abrir fuego sobre una patrulla de infantería francesa que pasaba; hubo más de 200 ciudadanos masacrados por los soldados.

Como indicaba anteriormente hay un evidente error en la fecha, posiblemente debido a que estas memorias se escribieron años después, y ya sabemos que el tiempo siempre es engañoso en el recuerdo. Pero hay datos que confirman todo lo que hemos relatado sobre las repercusiones que tuvo la estancia del ejército francés en la zona. Nos cuenta cómo en Aranjuez también agotaron las existencias de leña para el suministro de las tropas, quedando el sitio real totalmente destruido, a excepción del Palacio Real.

También confirma los daños que se ocasionaron en Chinchón, que describe como un pueblo de grandes recursos y detalla la causa de la represión llevada a cabo por los franceses, reconociendo que más de 200 ciudadanos fueron masacrados por los soldados. También hay un error en esta cifra, pues como hemos indicado los muertos contabilizados fueron 103 varones.

- Y esta es la historia.

Es una triste historia. Posiblemente la historia más triste que se puede contar de Chinchón. Eran los últimos días del año 1808. Las tropas francesas habían invadido España por la ineptitud de un rey que era capaz de ceder ante Napoleón la soberanía de un país. En Mayo de ese mismo año se habían producido en Madrid unos acontecimientos que iban a marcar el futuro de toda una nación. El pueblo se había levantado contra los invasores, mientras las autoridades se escondían atemorizadas. Chinchón era un pequeño pueblo perdido a poco más de diez leguas de la capital. Según el censo, realizado por orden de Manuel Godoy en el año 1797, contaba con 744 vecinos, lo que representaba alrededor de 3000 habitantes. No fue un levantamiento popular, más bien unos hechos lamentables e inconscientes de un grupo de incontrolados. Pero las autoridades tampoco fueron capaces de encontrar soluciones y, como siempre, lo pagó el pueblo. 103 vecinos inocentes eran brutalmente asesinados por las tropas francesas al mando del Mariscal Víctor.

Se había diezmado la población y se habían perdido sus mejores obras de arte. Era, sin duda, la historia más triste jamás contada de Chinchón.



El Eremita.
Relator independiente.

martes, 31 de octubre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. LXIII. DON JOSEMANUEL


63.- José Manuel  de la Puerta, poeta. (Personajes)

Alguien dijo que Chinchón sólo se puede entender visto por los ojos de un artista o de un poeta y sin duda, la visión de Chinchón que dejó don José Manuel de Lapuerta en sus poesías puede ser la más auténtica de nuestro pueblo. Sólo por ello, merece estar en esta galería de personalidades de Chinchón.
Había nacido en San Sebastián el 16 de julio de 1929. Se ordena sacerdote en el año 1955 y es nombrado coadjutor de la Parroquia de Chinchón. En solo dos años se impregna de la luz de Chinchón y entre sus labores pastorales con los jóvenes, renace en él su amor por la poesía.
Aquí escribe algunos de sus versos más inspirados, pero es en Roma, donde se licencia en Ciencias Sociales, donde la añoranza de su pueblo castellano se convierte en verso.

Después ejerció su vida pastoral en distintos cometidos para terminar como párroco en la Iglesia de Santa María Magdalena de Madrid y Consiliario de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia.
En el año 2000 el Colectivo Fuente Pata de Chinchón publicó su libro de versos y cantares “Chinchón en mi recuerdo” que fue presentado en el Café de la Iberia el día 6 de mayo de ese año.
Falleció en Madrid, después de una larga enfermedad que le había hecho olvidar casi todo menos los versos que había escrito de Chinchón, el mes de agosto de 2012.

Aunque en mis publicaciones han aparecido alguna de sus poesías, hoy quiero dejaros ésta, que escribió como su despedida cuando dejó Chinchón, la tituló:

Dejadme llorar
Dejadme que llore solo
porque me tengo que ir.
Vosotros, bailad alegres...
que yo me marcho de aquí...
Mañana estaré ya lejos,
junto al mar; tal vez así
tendré lágrimas azules
y no me veréis sufrir.
Mas cuando llegue la noche,
Chinchón, tú estarás allí,
me chillarás en el alma,
me llamarás hacia ti,
y me sentiré muy solo
de no verte junto a mí.
Sólo el recuerdo nostálgico
de tu ausencia, de tu huir
cuando te tengo en mis manos
y te me escapas así.
Dejadme que llore solo,
vosotros bailad, reíd...
un pasodoble y un tango,
y luego os vais a dormir.
Rompiendo sueños de olivos
mi coche se irá a Madrid
y yo, huérfano de nadie...
! Qué sabéis lo que es morir,
si nunca os pidió la vida
marchar muy lejos de aquí,
y dormiros sin trigales,
sin el olor de la vid,
sin rejas en la ventana,
y estando, Chinchón, sin ti!

!Vosotros bailad alegres...
dejadme llorar a mí!




El Eremita.
Relator independiente.

domingo, 29 de octubre de 2017

MERECIDO HOMENAJE A PEPE ZUMEL POR SU 25 ANIVERSARIO AL FRENTE DE LA BIBLIOTECA Y DEL ARCHIVO HISTÓRICO DE CHINCHÓN.



El pasado sábado, día 28, en el Teatro Lope de Vega de Chinchón, después de la presentación del libro de fotografías antiguas de Chinchón, la Asociación de Amigos de la Biblioteca y del Archivo Histórico de Chinchón, organizó un homenaje a José Zumel por su 25 aniversario al frente de la Biblioteca y del Archivo Histórico de Chinchon.
Con este motivo editaron un vídeo, que podéis ver pinchando en el enlace siguiente, en el que se hace un recorrido por parte de las actividades que se han realizado durante estos 25 años.







SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. LXII. EL CUADRO DE LA ASUNCIÓN DE GOYA


62.- Historia del Cuadro de la Asunción de la Virgen de Francisco de Goya y Lucientes. (Cultura)

Es, sin duda, la más eminente de las obras de arte que existen en Chinchón. El Cuadro fue pintado por Francisco de Goya, en su taller de Madrid, y después fue trasladado a Chinchón para montar aquí el lienzo sobre el bastidor.

En Chinchón se habían vivido los terribles sucesos de los últimos días del año 1808, cuando las tropas francesas asolaron el pueblo y robaron y quemaron todas las obras de arte que había en las Iglesias de Chinchón. Camilo de Goya, hermano del pintor, era capellán de los condes en la Iglesia de la Piedad, actual parroquia de Chinchón bajo la advocación de la Asunción de Nuestra Señora.
Pudo ser un encargo de su hermano o de los condes de Chinchón, aunque no hay constancia de lo que pudo cobrar Goya por pintar este cuadro. De lo que sí hay constancia es de cuando fue colocado en la Iglesia de Chinchón, por una inscripción que aparece en el bastidor del cuadro y que dice textualmente:
"Se colocó esta pintura el día 19 de julio de 1812, siendo cura de esta iglesia el señor don José Robles. La hizo don Francisco de Goya, pintor de Cámara de S.M.D. Fernando VII".
Sin embargo, esta fecha de colocación del cuadro en la Iglesia suscita algunas dudas, dado que entonces la iglesia estaba en plena restauración por los daños ocasionados durante la guerra de la independencia.
Efectivamente, en los últimos días del año 1808 Chinchón fue prácticamente arrasado por las tropas francesas al mando del Mariscal Víctor Perrín. La iglesia de nuestra Señora de Gracia fue derruida y solo se salvó la torre. El castillo fue arrasado, muchas ermitas destruidas y la iglesia incendiada, aunque por su robusta construcción se mantuvo en pié, y  fueron necesarias costosas y largas reparaciones que se iniciaron oficialmente en el año 1819, siendo realizadas las obras por el maestro Antonio Jiménez, con un coste de medio millón de reales y duraron 9 años.
Esta información crea dudas razonables de cómo se iba a instalar un cuadro tan importante en una iglesia que estaba prácticamente en ruinas.

No obstante, según datos avalados por historiadores expertos en la obra de Goya y Chinchón, parece ser que el cuadro se instaló en la Iglesia posiblemente para animar a que las obras de restauración se hiciesen con la mayor celeridad posible.

Como hemos dicho se iniciaron oficialmente en el año 1819, si bien en los tres años y medio transcurridos desde 1808 a la colocación del cuadro, se irían haciendo obras de limpieza para poder colocar el cuadro el día 19 de julio de 1812, según reza la inscripción al dorso del mismo.


El retablo que tenía la Iglesia en el año 1808 era el que se colocó a finales del siglo XVIII en la reforma efectuada por el arquitecto Ventura Rodríguez por orden del Infante don Luis, conde de Chinchón, siendo párroco don Miguel Ramón Linacero, aunque desconocemos en qué estado había quedado después del saqueo de los franceses.
Recreación del retablo de Chinchón en el año 1780 según las descripciones de don Miguel Ramón Linacero.

El cuadro ha tenido una vida azarosa. Durante la Guerra Civil, se traslada a Ginebra junto con otras obras de arte, por lo que no sufre ningún desperfecto grave. Cuando termina la guerra en el año 1939, antes de ser colocado el cuadro en su lugar, figuró en la exposición "De Barnaba de Módena a Francisco de Goya" que tuvo lugar en el Museo del Prado, para lo cual se hubieron de restaurar pequeños desperfectos ocasionados en el viaje.

El 30 de mayo de 2003, para evitar los posibles daños que se podrían ocasionar por las obras de restauración de la Iglesia, se traslada el cuadro de la Asunción al Museo del Prado, donde permaneció expuesto, en calidad de depósito, hasta que se inauguró la Iglesia el 28 de enero de 2006”.

 Retablo de la Iglesia en el año 1924


Cuando se terminaron las obras de restauración de la Iglesia casi a mediados del siglo XIX no sabemos si se llegó a instalar un retablo o si se restauró el anterior y se adaptó en el mismo el cuadro de la Asunción de Goya. Lo que sí sabemos es que en el año 1924, con una cuestación popular que dirigió el sacerdote de Chinchón don León Montero Frutos, se instaló un nuevo retablo en el que ya se incluyó el cuadro de la Asunción. Este retablo es prácticamente el que existe en la actualidad, aunque se arreglaron posteriormente los desperfectos ocasionados en la Guerra Civil y en el año 2003 se hizo una cuidada restauración con motivo de las obras de la Iglesia que se inauguró en el año 2006.

Retablo de la Iglesia de Chinchón después de la reforma efectuada en el año 2006.




El Eremita.
Relator independiente

viernes, 27 de octubre de 2017

SEMBLANZAS DE CHINCHÓN. LXI. CAMILO DE GOYA.

61.- Camilo de Goya, Capellán de la Iglesia de la Piedad de Chinchón. (Personajes)

Los datos que se detallan a continuación están tomados  de un artículo publicado en la Revista Antiquaria nº 164 - 1998, firmado por José Manuel Arnaiz, que titula EL HERMANO DESCONOCIDO, que dedica a Camilo de Goya y Lucientes, del cual he seleccionado algunos párrafos:

Camilo nació en Zaragoza el 7 de febrero de 1752, siendo bautizado en la parroquia del Pilar al día siguiente. De su formación y estudios nos informa también que, tras los de primeras letras y Gramática y Latinidad, comenzaron por los de tres años de Artes cursados en cuatro, desde 1767 - 1768 a 1770 - 1771, seguidos por los cuatro de Filosofía entre 1771 y 1775, y completando con dos cursos de Teología Moral entre 1775 y 1777, durante los cuales recibió la primera tonsura el 22 de marzo de 1776 en el oratorio del palacio arzobispal de su Zaragoza natal. Iniciada así la carrera eclesiástica, según Ansón, Camilo opta infructuosamente en 1781 a un beneficio en la zaragozana parroquia de San Miguel de los Navarros, presentándose en noviembre a la oposición para el concurso de Beneficios Curados de Toledo, que parece haber aprobado.

Ya en 1783, año clave en la biografía de ambos hermanos, el 29 de enero, aquellas preocupaciones y cuidados por el porvenir de Camilo siguen presentes en el ánimo del pintor. Su mejor situación económica y las favorables expectativas que el encargo del cuadro de San Bernardino de Siena para la Real Iglesia de San Francisco el Grande y sobre todo el del retrato del influyente Floridablanca, es de suponer que se hallan en el trasfondo de un párrafo de la carta que en tal fecha dirige a Zapater: «Embíale esa relación de méritos a Camilo y dile que aquí se practican todas las diligencia para su acomodo».

Goya llega en el verano a la pequeña corte que el Infante D. Luis de Borbón mantenía en su jornada de Arenas, en visita a su cuñado Marcos del Campo, quien había contraído matrimonio el 1 de marzo de ese mismo año con María Matea Bayeu y Subías, hermana de Josefa, esposa de Goya y de Francisco, Ramón y Manuel Bayeu también pintores.

Goya gana la simpatía del Infante, caza con él, recibe generosos obsequios y pagos y obtiene para su hermano Camilo la concesión de una capellanía en la parroquia de Chinchón, condado que, con sus estados y señoríos, D. Luis había adquirido de su hermano D. Felipe, Duque de Parma, el 25 de mayo de 1761 en un precio realmente fabuloso, gracias a la enorme fortuna que las rentas de los arzobispados de Sevilla y Toledo le proporcionaban y que se había reservado tras su renuncia a las dignidades eclesiásticas en 1754.

De todas formas para disfrutar la capellanía -una de las 24 que dotadas por D. Luís eran de su propiedad- necesitaba Camilo, pese a haber tomado posesión de ella, obtener las ordenes mayores, condición exigida por la normativa de la Parroquia, puesto que hasta entonces no era sino clérigo de corona, es decir, solo había obtenido como ya hemos visto la tonsura. Para ello da comienzo el 3 de enero de 1784 a las gestiones necesarias para obtener las otras órdenes menores (ostiario, lector, exorcista y acólito) precisas para poder optar a las mayores, haciéndolo con dispensa de intersticios, esto es, del tiempo que de acuerdo con el Derecho Canónico debe mediar entre la recepción de dos órdenes sagradas.


El 24 de enero «examinado y aprobado en el Sínodo de este día...», el 26 se expide por el Colegio de Notarios y Escribanos Reales de Madrid la certificación de haber cumplido todos los requisitos para la obtención de las órdenes y el 2 de marzo tras realizar los ejercicios espirituales en el Oratorio del Salvador, finalmente obtiene la certificación para grados y epístola, es decir; alcanza el subdiaconado primera de las órdenes mayores.


Siguen a ritmo acelerado los trámites para la obtención de las otras dos órdenes mayores, es decir diaconado y presbiterado. Iniciados el 16 de marzo -siempre con dispensa de intersticios- el 18 se le otorga la autorización y se le convoca al examen cuyo aprobado obtiene el 20. De nuevo la realización de ejercicios, ahora en Santa Rosalía Noviciante y del Padre Agonizante, obteniendo la certificación para evangelio, es decir, el diaconado el 24 y pocos días después, el 5 de abril de 1784, la certificación para misa, es decir, la obtención del ansiado presbiterado.

¿Cómo pudo Camilo, modesto clérigo de corona, obtener las cuatro órdenes menores y las tres mayores que el disfrute de la capellanía le exigía, en el breve espacio de los tres meses que separan el 3 de enero y el 5 de abril? Es más que posible sospechar la intervención de su hermano Francisco cerca del Infante D. Luis, puesto que es precisamente en la diócesis de Toledo, cuyo arzobispado había poseído el Infante y cuyas rentas conservaba con la influencia y poder que ello le suponía, donde se desarrolla la carrera eclesiástica de Camilo.

 Hecho ya flamante presbítero y en disfrute de la capellanía concedida por Don Luis en la iglesia parroquial de la Piedad, pasa Camilo a residir en Chinchón, no sin antes hacer un viaje a Zaragoza. En todo caso, lo cierto es que ya en diciembre de 1784 el capellán está en Chinchón. Su nuevo estado le permite a Camilo algunas satisfacciones, como la de visitar a su hermano y valedor. El 11 de diciembre Goya, tras comunicar a Zapater que: «Camilo ha benido hoy de Chinchon», añade: «Memorias de Camilo que no ay en Chinchon quien lo pueda seguir en el canpo». La estancia se prolongó hasta bien pasadas las navidades puesto que el 14 de enero aún seguía en Madrid: «Camilo ha estado estas fiestas en casa y lo está también». Dos meses más tarde, el 22 de marzo de 1785 el pintor pide a su corresponsal: «Azme el fabor de enbiar un recado a mi madre de mi parte diciendole que estoy bueno y Camilo lo mismo, que a estado muy ocupado en Chinchón en la parroquia en medio de la iglesia con su mesa y tintero examinando a todo el lugar».


 Otro párrafo en la correspondencia de Goya con Zapater bastante explícito sobre el trato entre los dos hermanos, se encuentra cuando en agosto, también de 1785, le comunica: «Yo me boy el domingo a Chínchón y me quiero estar quince dias cazando».

Poco o nada sabemos en fechas posteriores de la vida de Camilo Goya. Debió transcurrir plácida y tranquila dedicado a su menester religioso, adquiriendo con sus ahorros y quizá con alguna ayuda de su hermano Francisco, como veremos poco más abajo, algunas propiedades, entre ellas unas viñas y una casa que compra el 8 de diciembre de 1825 sita en el callejón sin salida, en la plazuela de San Antonio Abad y que debía colindar con la que habitaba y había obtenido en fideicomiso por el también presbítero Agustín Ortiz de Zárate el 24 de mayo de 1820, quien a la muerte de Camilo, como veremos, fue designado para su uso.

Por su testamento, otorgado el 6 de diciembre de 1825 ante Gabriel González Rey, escribano de la villa de Chinchón, instituyó como su principal heredero al hijo único de su hermano Francisco: «Lego y mando a D. Francisco Xavier de Goya mi sobrino carnal residente en Madrid toda la especie de dinero que tuviese al tiempo de mi fallecimiento y me debieren por deudas, créditos salarios y con lo que deba percibir de mi capellanía como tambien el vino y Aguardiente que me pertenezca al tiempo de mi fallecimiento y el Relox de plata de faltriquera pero con la condición de que ha de satisfacer los gastos de entierro, funeral y misas ordenadas en este testamento...».Siguen otras mandas a Sabina García y Valero de una viña en el camino de Balviejo, a Jacinta Valero, viuda, y en usufructo vitalicio que habría de recaer en su hijo Francisco García y Valero, otra viña en camino de la Cabeza de los Abares. A Tomás García y Herrera la alquitara o alambique que poseía junto a su culebrina y trujal, las tinajas a los hijos de éste y finalmente del remanente al citado Francisco García y Valero.

La firma de Camilo, temblorosa e insegura, advierte del estado de gravedad en que se encuentra. Reza el documento a su pie que se extendió un codicilo el 7 de febrero de 1827 y que murió el 13 de septiembre de 1828, invalidando así la fecha del 13 de diciembre, que desde la publicación de Allende Salazar ha venido admitiéndose como cierta.

Sorprende grandemente que esta estrecha relación entre Francisco de Goya y su hermano Camilo, hermano preferido le llama Jeannine Baticle con toda razón, no hubiera tenido reflejo en el catálogo de las obras del genial pintor Allende Salazar rechazó rotundamente un retrato existente en la colección Zuloaga de Zumaya, no sólo en lo que se refiere al modelo, supuestamente Camilo Goya, sino también en cuanto su posible atribución a Francisco.
Es pues tanto más interesante, la aparición de un pequeño lienzo, en el que con la máxima economía de medios, pero con la más admirable soltura goyesca aparece el retrato de un clérigo, cuyo parecido físico con Goya es verdaderamente tan tentador que inclina a admitir que se trate de Camilo. Si se compara este rostro con el que vemos en el célebre autorretrato, datado generalmente hacia 1795, pero que bien podría ser de algunos años antes, en el que se representó alumbrándose en su tarea con la luz que derraman unas velas puestas sobre su sombrero -hoy afortunada propiedad de la Academia de San Fernando--, así como en otros autorretratos, entre los que destaca uno de una colección particular de Madrid, datado entre 1770 - 1775, se verá con toda claridad este parecido que señalamos. Los arcos superciliares, la forma del mentón, la configuración de ambos rostros son, por cierto, sorprendente parecidos.


El retrato, que por su espontaneidad y por su abreviación y por su característica grafía ha de tenerse por un afortunado impromtu de Goya, de ser Camilo el retratado, como supongo, habría de haberse realizado en el corto espacio de tiempo que medió entre la obtención por Camilo del subdiaconado el 24 de febrero y el 5 de abril de 1784 en que alcanzó el presbiterado, ya que está representado revestido de una dalmática distinguida por el collarín como corresponde a los subdiáconos.

La historia de las relaciones entre los dos hermanos termina el 28 de noviembre de 1828, cuando Xavier de Goya como sucesor y heredero del pintor en el poder que otorgó a Teodoro Ortiz de Zárate -hermano de Agustín y así mismo presbítero y capellán en la parroquia de Chinchón e igualmente albacea del difunto Camilo- para que cobrara en nombre de su padre (no se indica que el genial pintor había ya fallecido el 16 de abril en Burdeos), el total de los siete mil reales al heredero de Camilo, Francisco García y Valero”.

Podemos añadir que Camilo de Goya y Lucientes hizo que su madre se trasladase a vivir a Chinchón, donde era visitada de forma habitual por don Francisco de Goya, quien durante una temporada estuvo al cuidado de su madre para restablecerse de una grave enfermedad. La madre murió en Chinchón y fue enterrada en el cementerio que existía enfrente de la Iglesia de Santa María de Gracia junto a la torre.
Don Camilo debió narrar a su hermano los terribles acontecimientos acaecidos en Chinchón los últimos días del año 1808, cuando las tropas francesas al mando del Mariscal Víctor, asolaron Chinchón. En los impresionantes grabados de los “desastres” de Goya podemos vislumbrar algunas escenas que debieron ocurrir en Chinchón. Concretamente, el aguafuerte que tiene el número 37 y que tituló “Esto es peor”, y que en una prueba retocada por Goya, antes de la tirada definitiva, lleva detrás, de su puño y letra, la inscripción: “El de Chinchón”, lo que puede corroborar nuestra teoría. El desdichado protagonista, bien pudo ser Agustín Moreno, que apareció muerto en un árbol en la calle de la Reina de Aranjuez, el último día de ese año.
 En lo que, sin duda, también debió intervenir fue en la gestión ante los condes de Chinchón y su hermano para que éste pintase el Cuadro de la Asunción de la Virgen que luce actualmente en el retablo de la Iglesia de Chinchón. Conocemos que existía un cuadro de Claudio Coello dedicado a la Asunción y Coronación de la Virgen que desapareció en los días del asalto de los franceses a Chinchón. El Capellán animaría a su hermano a pintar un cuatro que sustituyese al anterior.

 Inmaculada Concepción de Claudio Coello. Año 1676. Óleo sobre tela de  2,10 x 1,45 m.

Museo Goya de Cantes

El cuadro de la Asunción de la Virgen, lo pintó Goya en su taller de Madrid y trasladado posteriormente a Chinchón, donde se debió unir al bastidor. Hay constancia de cuando fue colocado en la Iglesia de Chinchón, por una inscripción que aparece en el bastidor del cuadro y que dice textualmente:
"Se colocó esta pintura el día 19 de julio de 1812, siendo cura de esta iglesia el señor don José Robles. La hizo don Francisco de Goya, pintor de Cámara de S.M.D. Fernando VII".



El Eremita.
Relator independiente.

jueves, 26 de octubre de 2017

PRESENTACION DEL II VOLUMEN DE "CHINCHÓN EN LA MIRADA"


EL SÁBADO, DÍA 28 DE OCTUBRE A LAS 18 HORAS EN EL TEATRO LOPE DE VEGA DE CHINCHÓN

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LOS PELEGRINITOS

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EN EL CAFÉ DE CHINITAS

EN EL CAFÉ DE CHINITAS
La copla de Lorca, cantada por María Antonia Moya, acompañada a la guitarra por Fernando Miguelañez. 1986. Para escuchar la canción, pinchar en la imagen

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE
Maria Antonia Moya canta el Romance Sonámbulo de Federico García Lorca. Puedes escucharlo pinchando la imagen.

LOS CUATRO MULEROS.

LOS CUATRO MULEROS.
Canta: María Antonia Moya. 1986.Para escucharlo,pinchar en la imagen.

PERFIDIA

PERFIDIA
Canta Maria Antonia Moya, acompañada a la guitarra por Fernando Miguelañez. Año 1986. Para escuchar la canción, pincha en la imagen.

PASODOBLE DE CHINCHÓN

PASODOBLE DE CHINCHÓN
Letra: L.Lezama - Música: Palazón. Canta: María Antonia Moya. 1987Puedes escucharlo pinchando en la imagen

MIS LIBROS DE FICCIÓN. EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS.

MIS LIBROS DE FICCIÓN. EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS.
"El amargo sabor de las rosas" Novela. Marzo de 2017

MIS QUERIDOS FANTASMAS

MIS QUERIDOS FANTASMAS
ENERO 2020. RELATOS Y CUENTOS..PRÓXIMA EDICIÓN

HISTORIAS IMPOSIBLES

HISTORIAS IMPOSIBLES
ENERO 2020. PRÓXIMA EDICION.

SUI GENERIS

SUI GENERIS
ENERO 2020. PRÓXIMA EDICIÓN

LA BODA

LA BODA
"La boda" 1996 -2001. Inédito.Para leer el cuento, pincha en la imagen

ANDANZAS Y SENTIRES

ANDANZAS Y SENTIRES
"Andanzas y sentires" 2003. Inédito. Para leer el libro, pinchar en la imagen,

EL CIELO DE LAS AMAPOLAS

EL CIELO DE LAS AMAPOLAS
nueva edición 2022

CUENTOS DE OTOÑO

CUENTOS DE OTOÑO
Cuentos de Otoño. 2006. Si quieres leer los cuentos, pulsa en la imagen.

LUZ DEL CIELO Y OTROS RELATOS CON NOSTALGIA

LUZ DEL CIELO Y OTROS RELATOS CON NOSTALGIA
“Luz del Cielo” y otros relatos con nostalgia. 2019. Proximamente en este blog

CUENTOS DE CAFÉ CON LECHE

CUENTOS DE CAFÉ CON LECHE
Cuentos de café con leche. Pinchar en la imagen para leer los cuentos.

CUENTOS AMORALES

CUENTOS AMORALES
"Cuentos amorales" 2005. Inédito. Para leer los cuentos, pincha en la imagen

LOS CUENTOS DEL ABUELO

LOS CUENTOS DEL ABUELO
Próximamente en este blog.

TRABAJOS FORZADOS

TRABAJOS FORZADOS
Recopilación de 44 relatos escritos para el taller literario.2007-2012. Para leer los relatos pinchar en la portada.

LOS VELOS DE LA MEMORIA I. HISTORIA DEL SOLAR

LOS VELOS DE LA MEMORIA I. HISTORIA DEL SOLAR
"Los velos de la memoria". Historia del Solar. Edición restringida de 95 ejemplares. Se presentó el 10.1. 2010.

LOS VELOS DE LA MEMORIA II. EL AMO.

LOS VELOS DE LA MEMORIA II. EL AMO.
Los Velos de la Memoria II. El Amo. Edición digital. 2012.

DÉJAME QUE TE CUENTE....

DÉJAME QUE TE CUENTE....
"Déjame que te cuente"... 2013. Recopilación. Para leerlo, pinchar en la portada del libro.

LOS VELOS DE LA MEMORIA III LA HEREDERA

LOS VELOS DE LA MEMORIA III LA HEREDERA
LOS VELOS DE LA MEMORIA III. La Heredera..AÑO 2014.

HISTORIAS DE INTRIGA PARA DORMIR LA SIESTA

HISTORIAS DE INTRIGA PARA DORMIR LA SIESTA
2013.Recopilación de relatos. Para leerlos, pincha en la portada

PAISAJES CON FIGURA

PAISAJES CON FIGURA
2013. Recopilación. Para leer los relatos, pinchar en la portada

MIS LIBROS DE ENSAYO. LA OPINIÓN DEL EREMITA

MIS LIBROS DE ENSAYO. LA OPINIÓN DEL EREMITA
LA OPINIÓN DEL EREMITA. Recopilación. 2008-2013. Para leer los trabajos, pinchar en la portada.

LA OPINIÓN DEL EREMITA 2º TOMO

LA OPINIÓN DEL EREMITA 2º TOMO
Segunda entrega. Próximamente en este blog.

MIS OBRAS DE TEATRO.

MIS OBRAS DE TEATRO.
Un ramito de Violetas. Para leerlo, pulsar en la portada.

MIS LIBROS DE POESÍAS.

MIS LIBROS DE POESÍAS.
"SINSENTIDO" Para leer las poesías, pinchar en la portada.

MIS LIBROS DE VIAJES

MIS LIBROS DE VIAJES
Los viajes del Eremita.Volumen I. 2016.

LOS VIAJES DEL EREMITA VOLUMEN II

LOS VIAJES DEL EREMITA VOLUMEN II
VOLUMEN II. LOS VIAJES DEL EREMITA.

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN III

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN III
Los viajes del Eremita. 2016.

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN IV

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN IV
Los viajes del eremita.Volumen IV. 2016.

EL CATÁLOGO DE MI PINTURA.

EL CATÁLOGO DE MI PINTURA.
POLITÉCNICA. CATÁLOGO DE ARTE. Pintura, dibujo, diseño.Para ver el catálogo, pinchar la portada

FOTOGRAFÍA: ESPAÑA,UN MOSAICO DE IMÁGENES.

FOTOGRAFÍA: ESPAÑA,UN MOSAICO DE IMÁGENES.
ESPAÑA: UN MOSAICO DE IMÁGENES. Fotografías. Para verlo, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN DUOTONO.

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN DUOTONO.
CHINCHÓN EN DUOTONO. Fotografía.Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA. DETALLES

FOTOGRAFÍA. DETALLES
MAS DETALLES. Fotografías. Para ver la exposición pincha en la portada.

FOTOGRAFÍA: ACORTANDO DISTNACIA

FOTOGRAFÍA: ACORTANDO DISTNACIA
ACORTANDO DISTANCIAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FRUTAS Y VERDURAS

FOTOGRAFÍA: FRUTAS Y VERDURAS
FRUTAS Y VERDURAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: PAISAJES EN MI RECUERDO

FOTOGRAFÍA: PAISAJES EN MI RECUERDO
PAISAJES EN MI RECUERDO. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍAS OCULTAS

FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍAS OCULTAS
FOTOGRAFÍAS OCULTAS. Fotografía. Para ver la exposición, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: DENIA EN FALLAS

FOTOGRAFÍA: DENIA EN FALLAS
DENIA EN FALLAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN FIESTAS

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN FIESTAS
CHINCHÓN EN FIESTAS. Reportaje fotográfico. Para verlo, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: TURISMO

FOTOGRAFÍA: TURISMO
TURISMO. IMÁGENES DE MIS VIAJES. Fotografías. Para verlas, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: MIS FOTOS.

FOTOGRAFÍA: MIS FOTOS.
MIS FOTOS. Folografías: para verlas, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: COMIDAS

FOTOGRAFÍA: COMIDAS
COMIDAS. Fotografías. Para verlas, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: UN VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA

FOTOGRAFÍA: UN VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA
VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA.FOTOGRAFÍAS. Para ver el reportaje, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FLORES Y PLANTAS

FOTOGRAFÍA: FLORES Y PLANTAS
Flores y Plantas. FOTOGRAFÍAS. Para ver esta exposición, pinchar en la portada.

LAS RECOMENDACIONES DEL EREMITA: CHINCHÓN MONUMENTAL.

LAS RECOMENDACIONES DEL EREMITA: CHINCHÓN MONUMENTAL.
CHINCHÓN MONUMENTAL. Una visita virtual por las calles, plaza y campos de Chinchón. Para verlo, pinchar en la foto.

Museo Etnológico LA POSADA DEL ARCO

Museo Etnológico LA POSADA DEL ARCO
Una visita al Museo LA POSADA DEL ARCO.Para ver la visita virtual, pinchar en la fotografía.

EL MUSEO ULPIANO CHECA

EL MUSEO ULPIANO CHECA
Una visita al Museo ULPIANO CHECA en Colmenar de Oreja.Para ver la visita virtual, pincha en la imagen:

IMÁGENES RELIGIOSAS DE CHINCHÓN

IMÁGENES RELIGIOSAS DE CHINCHÓN
Una visita a las IMÁGENES RELIGIOSAS de CHINCHÓN.Para ver las imágenes, pincha en la Galería.

CARTELES DE TURISMO EN EL MUNDO

CARTELES DE TURISMO EN EL MUNDO
Un recorrido por distintos países y ciudades, visitando sus carteles de turismo. Para verlos, pinchar en la imagen.

ALELUYAS CHINCHONETAS

ALELUYAS CHINCHONETAS
ALELUYAS CHINCHONETAS. Para poder ver todas las aleluyas chinchonetas, pinchar en el dibujo.

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