domingo, 5 de julio de 2015

HOY SOLO SE PUEDE DECIR...

¡`OXI!


¿O SÍ? 

 ...Y GRECIA DIJO: ¡¡NO!!

sábado, 4 de julio de 2015

¿POR QUÉ NO TE CALLAS?


A todos, en alguna ocasión, nos hubiera venido bien que alguien nos lo dijese.
Y es que todos, en alguna ocasión, nos hemos ido de la lengua más de lo debido. 
Suele ocurrir cuando nos acaloramos o queremos imponer nuestros razonamientos a los de los demás, y se nos "escapa" aquello que nos dijeron en confianza, pensamientos que hasta ahora se habían quedado en nuestro subconsciente, o lo que nunca nos habíamos atrevido a explicitar porque sabíamos que podía hacer un daño gratuito.
Y en muchas ocasiones, porque no hubo quien nos lo dijese, quedamos esclavos de esa indiscreción, de esa debilidad, de ese desatino. 
Los profesionales del secreto; del secreto de confesión y del secreto profesional están prevenidos y es difícil que lo rompan, pero los demás, no. Ya se sabe que si quieres que algo se divulgue rápidamente no tienes nada mas que decírselo confidencialmente a ese que tu sabes y el se encargara de propagarlo, en secreto, naturalmente.
Y sobre todo, deberíamos cerrar la boca y pensar con quien estamos hablando, porque puede traicionar tu confianza el que menos te lo esperas.
Ya lo dice el refrán, en boca cerrada...

jueves, 2 de julio de 2015

UN CUENTO CON POCA GRACIA Y, NO MUY CREÍBLE.


Era un pueblo pequeño, de esos venidos a menos desde que la agricultura tradicional había dejado de ser una fuente de riqueza. Poco a poco los jóvenes se habían ido marchando en busca de trabajo y solo íbamos  quedando los que no teníamos fuerzas para esas empresas aventureras. 
Las grandes casonas se iban desmoronando y apena si ya estaban habitadas por viejos que solo ocupaban una o dos habitaciones y el resto iban siendo colonizadas por arañas y roedores. Poco a poco el pueblo se iba poblando de fantasmas del pasado con delirios de grandeza y añoranzas de los tiempos pretéritos que nunca volverían.
Pero llego el turismo. Eso que llaman industria, del que se benefician unos pocos y lo padecen los demás. Y muchas casonas se convirtieron en casas rurales; otras, las de la plaza, en restaurantes. Las calles se llenaron de coches aparcados en las aceras compitiendo con las terrazas de los bares, que las hacían prácticamente intransitables para los pocos viejos oriundos que aun podían salir a pasear. 
Eso si, algunos de los jóvenes, que se habían marchado, volvieron a casa como camareros, recepcionistas y cocineros, aunque la mayoría de la mano de obra era inmigrante. 
El pueblo se fue remozando y, hay que reconocerlo, ahora ofrece un aspecto más moderno y bullanguero... los días de fiesta, porque solo a diario los viejos del lugar podemos salir a pasear sin riesgo de ser atropellados por los coches de los visitantes.
Yo todavía vivo en ese pueblo, ahora venido un poco a mas; y sigo pagando mis impuestos y viendo como la mayoría se emplean en la promoción turística.


Ahora se dice que los que viven del turismo se van a ocupar, ellos mismos, de organizar el grave problema de la circulación que padecemos y que van a gestionar aparcamientos públicos para dejar las calles para que todos podamos caminar. Y dicen también que los beneficios que obtengan de estos aparcamientos serán para financiar las obras del pueblo, de forma que todos nos podamos beneficiar de alguna forma de esta nueva industria que ha llegado al pueblo y que llaman turismo.
Yo no es que me lo crea del todo, pero si que me gustaría, porque maldita la gracia que me hace estar confinado en mi casa todos los fines de semana y fiestas de guardar.

martes, 30 de junio de 2015

"GOTAS DE LLUVIA", DE LUISA FERNANDEZ MIRANDA, RELATO GANADOR DEL CONCURSO DE LA CAIXA Y RNE

El representante de la Caixa entrega a Luisa Fernandez Miranda, de Madrid, el primer premio del Certamen de Relatos 2015.

"Mi padre y yo solíamos ir a pescar en los amaneceres de primavera, cuando el sol tarda en despertar, mostrándose, de pronto, a un lado de la carretera. 

Pero aquel día no era primavera. Me desperté envuelta en sudor en medio de la noche y oí a un pájaro golpearse contra la ventana. No llegué a verlo,  me lo imaginé negro en medio de la  noche. Fue más tarde, mucho más tarde cuando encontré su cuerpo ya sin color. El aire era caliente, las sábanas  estaban  húmedas y yo estaba esperando. 
Esperando sus pasos silenciosos, cada ruido, cada movimiento de la casa me despertaba. Pero siempre era ella, mi madre,  la que se movía antes del amanecer. Sabía que recorría la casa, sintiéndose dueña absoluta, cuando él dormía, al otro lado de su cama. Caminaba descalza. Yo contenía la respiración, mientras me llegaban los sonidos  de la puerta del cuarto de baño, al abrirse y cerrarse, de la cocina; los grifos, el del vaso posándose en el fregadero. Debí de quedarme dormida, sin dejar de oír sus pasos adentrándose en mis sueños. 
Él nunca entraba a verme. Pero aquella noche entró. 
Por la mañana me desperté al oírle andar con paso firme pero ligero. Llamó con los nudillos en  la puerta de mi dormitorio. Yo solía contestar con la voz aún de  sueños y luego le oía alejarse hacia la cocina; pero esa noche, casi mañana, sin escuchar mi respuesta, entró. Me quedé quieta, con los ojos cerrados, esperando que me dijera algo. Debió de contemplarme en silencio  durante unos instantes y sentí su mirada a través de mi cuerpo cubierto por la sábana. No me dijo nada, salió y  nos encontramos en la cocina. Me vestí rápido. Me puse pantalones cortos. Tenía carne de gallina en las piernas, pero no me cambié. Deseaba salir en seguida. 
Tal vez la blusa, la blusa es demasiado, demasiado…me dijo, pero  se paró de pronto, nunca supe demasiado qué. Durante mucho tiempo pensé en lo  que  le hubiera gustado decirme y no me dijo.  No volví a ponérmela después de ese día. Tenía un encaje en el cuello, quizá por eso le pareciera cursi, o solo inapropiada para ir a pescar.  Pero yo me sentía favorecida llevándola, Me miró mucho o quizá me lo pareció. Desayunamos en silencio, con urgencia.



Miramos los dos al cielo. Sabíamos que el sol aparecería en el momento y donde tendría que aparecer. Salimos de la casa y puso la caña y todas las demás cosas de  pesca en el maletero del coche. Justo cuando lo abría no me dejó ayudarle, como en otras ocasiones. Me mandó sentar en el asiento delantero, como siempre, a su lado.  No me di cuenta hasta mucho después, -cuando tuve que reconstruir una y otra vez todo lo que sucedió aquel día, para conservarlo intacto-, que no me había dejado ver qué más había en el maletero. 
Entra en el coche, me dijo, y yo me recosté, a gusto, entrando en calor. 
Mientras conducía me gustaba mirarlo y sentir su olor. No olía a colonia, ojalá hubiera olido, la hubiera buscado por todas partes. Era un olor a piel morena, a piel al sol, a luz, a calor.
Me extrañó que condujera callado, cuando normalmente iba hablándome de cualquier cosa para que no me durmiera, para que aprendiera a ser una buena copiloto. Yo le miraba de reojo la arruga que acaba de descubrirle  junto a los labios. Después, al recordarlo,  me imaginé que allí, en aquel pliegue, había dejado prendidas todas las palabras que tenía que haberme dicho y no me dijo. No hubo canciones, ni confidencias,  tampoco le conté nada, como en otros días de pesca, sólo canturreé alguna canción sin que él me acompañara. 
Por fin, detrás de una curva vimos la explanada de siempre. Aún era de noche. 
Al salir él no prendió el cigarrillo que llevaba en la mano. Lo retuvo durante un buen rato, dándole vueltas en la mano, mirando al horizonte, aún oscuro. Caminamos juntos, mirando hacia delante. Fue justamente  cuando oí el clic del mechero cuando aparecieron los primeros destellos del sol. Vi su cara, sin palabras, llena de pensamientos, cada vez crecían más sus gestos. donde depositaba el silencio. Ese silencio que se llevó lejos. 
Aquel día no me aproximé a él. Tuve miedo de que le dijera algo que no le gustara, de que mirara el reloj y moviera el aire tibio, de que me dijera ya está, como otros días, vámonos, se nos hace tarde.  Tal vez nos  quedamos más rato del normal, allí sentados, hasta que el sol salió del todo y ya no había más secretos. O quizá lo recuerdo así. 
Algo tendría que decirte, me dijo de pronto y luego se calló de nuevo.
Aquella frase se me ha quedado gastada de tanto recordarla, aunque  tal vez se quedó en mi memoria, mutilada, rota, quizá no la dijera nunca, o fue otra frase. O tal vez no llegó a decir nada. 
Todavía era muy de mañana cuando llegamos a nuestro sitio. Había una pareja con el cuerpo mojado, se les notaba alegres y enamorados. Me fijé en las gotas de sus cuerpos que el sol hacía  brillar. La visión de aquellas dos personas, ajenas a nosotros, me produjo un escalofrío, como cuando uno se acerca a algo que desconoce y a la vez le atrae. 
Él   los observó mucho tiempo, sin decir nada. Su cara se  apagó, como si contemplara una escena triste. Pero de pronto, sonrió cuando empezaron a recoger sus cosas. Los hemos echado me dijo en susurro. Pensé que quería estar a solas conmigo. Yo no dejaba de mirarle  y él de mirar más allá, a través  de alguna ventana abierta en el paisaje. 
Estamos  solos,  me dijo con una mirada brillante, cuando se marcharon. La voz le sonó ronca. Luego la excitación de la pesca me condujo solo al fondo del agua, donde trataba de divisar algún movimiento.
Aquella mañana pescamos muchos peces, más de lo habitual y yo veía cómo nuestras cestas se iban llenando. 
No descansamos como otros días, para tomar bocadillos. Esta vez debió de olvidarse hacerlos, o no quiso. No le dije que quería comer o tal vez ni lo deseara. Fue ya algo tarde, cuando el sol hacía rato que había dejado de estar en lo alto cuando empezó a recoger, diciéndome que nos íbamos a comer. Tampoco me di cuenta hasta mucho más tarde, cuando todo había pasado, de que de nuevo me impidió acercarme al maletero. 
Paramos a comer en un restaurante cercano, al otro lado del río. Allí habíamos  estado otras veces para que él tomara café o un wisky. 
Aquel día, mientras comíamos,  me miró mucho y me acarició la mano, poniéndose cada vez más serio. Apenas comió, yo sí, tenía hambre y me concentré en la trucha, que iba cortando, plateada, casi viva. La imaginé nadando por el río, y me pregunté  cómo se habría dejado pescar. La fui abriendo despacio, como si dentro escondiera algún secreto. Separé, como él me había enseñado, la raspa de la carne rosa, rosa asalmonada, y de la piel crujiente. Fue la última trucha que comí en mi vida. 
Él pidió dos wiskies, uno después de otro;  nunca me olvidé del ruido que hacía el hielo en el vaso. Bebía despacio, muy pensativo, sin dejar de mirarme y sin dejar de acariciarme la mano y la mejilla, con el revés de la suya, quizá imagine la gente que somos novios, se me ocurrió pensar. 
Al beber, sus ojos se le iban encendiendo y yo sentía la trucha revolviéndose en mi estómago. Casi se volvió a hacer de noche allí, él haciendo ruido con los hielos, y yo con ganas de vomitar el pescado que se deslizaba a través de todo  mi cuerpo. 
Luego todo pasó deprisa. Regresamos por otro camino distinto al de otras veces. Cuando llegamos a una estación desconocida bajó del coche, sacó un billete, solo uno, para  el autocar que me llevaría  a casa. Me ayudó a subir en el autobús y me besó en las dos mejillas, apretándome contra él.

Hija, me dijo, algún día iré a buscarte. No dejes que tu madre…, no continuó la frase.  Le vi alejándose, mientras  le miraba por la ventanilla.   


O tal vez no pude verle  porque la lluvia me lo impidiera".     


lunes, 29 de junio de 2015

EQUIPO DE GOBIERNO DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL DE CHINCHÓN.



Ya conocemos la composición del nuevo Equipo de Gobierno de la Corporación Municipal de Chinchón.
La página Web del Ayuntamiento de Madrid ha publicado la composición del Equipo de Gobierno, con la distribución de las Concejalías.


Los 6 componentes de la Agrupación Transparencia y Servicio que obtuvieron la mayoría simple en las pasadas elecciones municipales, van a gobernar en minoría y esta es la distribución de las distintas áreas de actuación:
D. Francisco Javier Martínez Mayor
ALCALDE.

D. Miguel Angel Montero Bastante
Concejalías de Urbanismo, Transportes y Patrimonio y Obras

Dña. Fátima Magallares López
Concejalías de Juventud, Educación e Infancia,Turismo y Nuevas Tecnologías.

D. Gonzalo Gaitán Martínez
Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente.

Dña. Ana González Santos
Concejalías de Servicios Sociales y Mujer y de Sanidad y Consumo.

D. Jesús Francisco Hortelano Carretero
Concejalías de Cultura, Deportes y Festejos.

Les deseamos a todos ellos muchos éxitos en el desempeño de sus funciones, y esperamos que poco a poco vayamos conociendo más detalles de las decisiones que van tomando para el gobierno del pueblo, dentro de la transparencia que han prometido en su gestión. 




domingo, 28 de junio de 2015

"DOÑA PEPITA" UN RELATO DE JUAN MIGUEL PEREZ, FINALISTA EN EL CERTAMEN DE LA CAIXA Y RNE.




JUÁN MIGUEL PÉREZ LÓPEZ, malagueño, Comandante Emérito de la Gurdia Civil, tiene ya una trayectoria en los certámenes literarios, pues en el  concurso de relato corto “La Guardia Civil, 170 años en 170 palabras” fue galardonado con el segundo premio por su trabajo titulado “Nace porque el camino es azaroso y el campo incultivado”.



separador

Ahora ha sido finalista del Certamen de Relatos 2015 de la Fundación Caixa y RNE, con el siguiente relato:

DOÑA PEPITA

 Trabajo en la planta baja de un edificio de amplios ventanales. Desde la mesa de mi despacho, veo y escucho el ajetreo de la ciudad: palabras sueltas de los viandantes, el ruido de los vehículos, el ladrido del perro de un vecino, la bocina del conductor impaciente  y a los  gorriones confiados que se posan en el alfeizar, mueven sus cabecillas mecánicamente y saltan al suelo en busca de comida. Todo esto me resulta por rutinario, indiferente,  y casi nada de ello atrae mi atención.


 Pero no, no todo me resulta indiferente. A la una de la tarde de cada día, mi reloj biológico me alerta y por unos momentos me alejo del trabajo que estoy realizando.  Percibo entonces, el familiar ruido que provoca un bastón al golpear el suelo con una cadencia lenta y amortiguada. Instintivamente levanto la cabeza y al momento aparece una figura delgada y frágil. Su pelo, desteñido por las cenizas de los años, está recogido en un moño que sujeta una peineta de concha. Luce  pendientes de aguamarina que chocan con su cara blanca,  surcada por las arrugas de muchos otoños y demasiadas lágrimas. Sin embargo conserva un coqueto toque de suave carmín en sus labios. Viste con ropa de mercadillo, pero la luce con retazos del porte y elegancia que evocan la época anterior a su derrumbe económico y la pena familiar que le dejaron como herencia: pobreza y soledad.
Curioso, un día decido seguirla. La alcanzo detenida frente al semáforo esperando su cambio. Baja con dificultad el escalón de la acera y atraviesa la calle cruzándose con otros peatones que le ceden el paso consideradamente. Aunque la acera es ancha, anda pegada a la pared buscando seguridad. A cada trecho, se detiene como si se tomara un respiro, se vuelve lenta e insegura y mira hacia atrás sin ver, entorna los ojos y mueve la cabeza negativamente; tal vez busca entre la gente al hijo que la droga le arrebató o al marido que fue incapaz de soportar su ausencia.
Camino casi a su altura y el golpeteo de su bastón sigue marcando el ritmo de su paso cansado y viejo.
Se detiene ante una puerta ancha de cristal traslúcido. A la altura de la vista, en la parte derecha hay un placa rotulada donde leo: CÁRITAS y debajo COMEDOR SOCIAL.
  Entra con la confianza que da la costumbre, cuelga su abrigo de paño negro en una de las perchas del recibidor y se dirige hacia el comedor. Huele a comida. Se percibe un murmullo apagado. Al abrir la puerta se encuentra con Sagrario, una de las voluntarias,  mujer gruesa y afable, que la saluda con afecto. Su delantal, de blanco impoluto, es un reflejo de su bondad.
-Doña Pepita, buenas tardes!- ¿Cómo la ha tratado su reuma esta noche?, le pregunta Sagrario. Sus palabras rezuman afecto y delicadeza. Doña Pepita la mira con igual afecto y le contesta con sonrisa. – Esta noche no he dormido bien, el frio no es bueno para lo mío. Prefiero el verano.-  -Siéntese –continua la voluntaria - que ahora mismo le sirvo-.
Recorre el pasillo que forman las mesas saludando con ligeros movimientos de cabeza y se acomoda al final, junto a la ventana. Apoya el bastón sobre la pared y deja su bolso en el suelo, junto a sus pies. Es su sitio, allí se sienta siempre. Le gusta porque ve el patio del Colegio y contempla la alborotada chiquillería que salta, corre, se tira por el tobogán y se ensucia. Evoca su infancia, su colegio con patio de tierra y sin toboganes, con babi de rayas y alpargatas. De Dios haberlo querido, su soledad habría sido borrada por las risas de uno de aquellos nietos.


Siempre comparte la mesa con doña Adelina, que como ella es octogenaria y viuda. La que llega primero espera a la otra para empezar a comer; se conocen desde hace unos años y evidencian sintonía, empatía como se llama ahora. Además, comparten una misma afición, la zarzuela, por lo que sus conversaciones en muchas ocasiones, giran en torno a este género musical.  A Doña Pepita le arrebata el casticismo del Maestro Chueca, con su: Agua, azucarillos y aguardiente, La alegría de la huerta, Gran Vía… cuya letra, a pesar de sus años, recuerda con sorprendente exactitud. Doña Adelina, cuando oye “El barbero de Sevilla” se llena de entusiasmo y la nostalgia le embarga, no en vano la oyó cuando pisó por primera vez un  teatro en compañía de quien luego sería su marido, barbero de profesión,  como se llamaba  entonces a los peluqueros.
Sagrario,  sonriente, deja sobre la mesa dos platos de duralex con la humeante sopa que despierta su apetito. Con parsimonia, Doña Pepita,  despliega la servilleta de papel y  se la cuelga del cuello como un babero. Se arrima cuanto le es posible a la mesa para evitar mancharse, sin embargo, las gotas caen de la cuchara debido al incontrolado temblor de su mano. Durante la comida, que es pausada, conversan animadamente; en estas fechas con la llegada del frío es recurrente el tema de sus achaques: el reuma, la artritis, la tensión…y también, cómo no, sobre  algunos  cotilleos de la tele.
Al acabar, Doña Pepita, se limpia cuidadosamente la boca con la servilleta de papel, saca la barra de carmín  y se retoca los labios. Recoge su bolso, se levanta con dificultad apoyándose en la mesa y toma su bastón. –Hasta mañana si Dios quiere -  se despide de Doña Adelina.
La calle la recibe con un aire que empieza a ser frío para su edad. La llovizna que cae le da al suelo un brillo de espejo viejo, casi reflejo de ella. Su paso ahora es más lento y parece más cansado que a la venida.
Al final de la calle tuerce a la derecha y se detiene en el quinto portal. Buscando las llaves, revuelve el contenido de su bolso.  Abre la pesada cancela y sube al ascensor. Trata de abrir la puerta de su casa con imprecisión, el temblor de su mano no le deja introducir la llave. Tras varios intentos, logra atinar.

Al abrir la puerta le espera la soledad y  “Conde”, como llama a su gato; él se roza contra sus piernas con el rabo levantado y  ronroneando como muestra de bienvenida y contento. Doña Pepita se desviste, se pone la bata y las zapatillas y se sienta en la butaca. La ventana le deja ver el paso de las nubes plomizas cargadas de llanto. Enciende la televisión. “Conde” salta y se coloca en su regazo. Son las tres y es la hora de las noticias. A los cinco minutos su gato y ella duermen. La soledad se aleja por un rato, quizá empujada por una ensoñación que hace años era realidad.
Desde aquel día, salgo a la puerta y la espero en la calle donde conversamos unos minutos. Ha surgido una  amistad que me produce ternura y la saludo con un beso que ella agradece complacida. -Gracias, me dice cuando se aleja,  eres muy amable-.

Temo el día  que el golpeteo de su bastón, solo lo escuchen su hijo y su marido. Pero me compensará saber, que su soledad, habrá terminado para siempre.

sábado, 27 de junio de 2015

ILUSOS


¿Que es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción... Que diría Segismundo. Si hombre, el de "La vida es sueño", cuando se ve de "estas cadenas cargado y piensa que en otro estado más lisonjero se vio".
Dice el diccionario que ilusión es la esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo y los seres humanos necesitamos poner esa esperanza en nuestras vidas con la ilusión de que los tiempos venideros sean especialmente atractivos, aunque por lo general, esa esperanza no es nada más que una ficción que nosotros nos creamos para librarnos de las cadenas que nos retienen atados a una vida anodina y no demasiado atractiva.
Hoy parece que me he levantado con un cierto pesimismo y la vida se me antoja con más sombras que luces, pero eso no es malo, porque mañana la luz del sol de este verano recién estrenado, seguro que lucirá más brillante y el optimismo me hará ver las cosas mas de color de rosa.
Y la verdad es que todos los días el sol luce igual y las sombras son las mismas. Solo nosotros somos, unos días más y otro menos, ilusos. 
Se entiende por iluso la persona que se deja engañar fácilmente. Parece que de jóvenes somos más propensos a dejarnos engañar por los demás. Pero ya de mayores no necesitamos que nadie nos engañe, porque nos engañamos nosotros solos, y cada uno se engaña como quiere. Unos queriendo vivir una vida de joven que ya no les corresponde, otros buscando un amor que ya es imposible y otros sin quererse mirar al espejo para no verse como realmente son.
Y cuando nos vemos cargados de las cadenas de nuestros achaques recordamos que en otros tiempos estábamos mas "lisonjeros", y por eso, ahora, vivimos mucho de los recuerdos. Y por eso ahora, cuando no vemos claro lo que nos espera, nos creamos la ilusión de vivir de nuevo tiempos pasados, aunque sabemos que no volverán.
Por eso es bueno tener ilusión, por eso, no es demasiado malo ser, de vez en cuando, un poco ilusos.

Nota: En esta ocasión, como veis, no he puesto ninguna fotografía para ilustrar el artículo. Es que he pensado que cada uno ponga la suya mirándose en un espejo, por si se ve reflejado en esta entrada. Solo para los mayores, a los jóvenes, aunque les falte todavía unos años, que no se preocupen que ya les llegara.

Otra nota: Hay que ver las tontunas que se me ocurren... Pero ya sabéis que no es preciso que lo leáis todo, y si habéis llegado leyendo hasta aquí, perdonad el coñazo.

viernes, 26 de junio de 2015

"HUESOS DE SANTO". UN RELATO DE LUCIANO MONTERO.



Nacido en Oviedo, Luciano Montero es doctor en Psicología y titulado en Psicología Clínica por la Universidad Complutense de Madrid, así como titulado en Periodismo. Su tesis doctoral versó sobre la motivación escolar. Desarrolla su actividad profesional en el campo de la educación especial. Desde 1987 es asesor psicológico y colaborador fijo de la revista Ser Padres Hoy, donde escribe acerca de los más diversos temas relacionados con la familia y la educación. Ha impartido cursos de formación a padres y profesores.






El Pasado día 18 de junio fue premiado con un accesit en el Certamen de relatos patrocinado por la Caixa y RNE, por su relato "Huesos de Santo" Le vemos recogiendo ese premio en el Caixa Forum de Zaragoza de manos del Director de Radio Nacional de España.


"HUESOS DE SANTO"

Papá era un santo.
Lo de siempre, dirán ustedes. Sí, ya sé que es muy frecuente decir eso cuando se habla de un difunto. Cuando las personas, sobre todo si son muy queridas y cercanas, ya no están en este mundo para darnos la lata, somos propicios a llenarlas de virtudes. A fin de cuentas ya no van a incordiarnos más con sus defectos, así que ¿qué nos cuesta quedar bien? Además hablar mal de un muerto, y más si se trata de un familiar, parece que da mal fario. Es como si temiésemos que se nos pudiese aparecer cualquier noche a pedirnos explicaciones.
Pero hechas estas salvedades, sigo afirmando que de verdad mi padre era lo más parecido a un santo. Era un ser bondadoso y apacible hasta decir basta. Además - y guárdenme ustedes el secreto, porque esto nunca se lo he dicho a nadie- en el fondo estoy convencido de que yo era su hijo preferido. Esa íntima convicción me llenaba de orgullo. Tanto era así que siempre he estado dispuesto a hacer lo que fuera por cumplir cualquier deseo suyo.


Lo que sí había que reconocerle a papá es que a veces era un poco extravagante. Le gustaba decir cosas chocantes, y uno siempre se quedaba con la duda de si las sentía de verdad o si simplemente las soltaba para ver el efecto que causaban en los demás. Porque otra cosa que había que reconocerle a papá es que era un poco socarrón.
Una de sus extravagancias me llamaba particularmente la atención. Se trata de que en más de una ocasión le oí decir lo siguiente:
“Me gustaría perdurar en mis descendientes, pero no sólo en sus recuerdos y en sus genes, también en sus estómagos. Cuando muera me gustaría ser devorado en una fiesta familiar. No puedo imaginar nada más tierno y entrañable”.
Cuando decía eso yo le miraba atentamente, espiando cualquier guiño, cualquier gesto de broma, de complicidad. Pero parecía decirlo muy serio y hasta se le veía conmovido. Con papá algunas  veces no sabías a qué atenerte.
Aquí conviene aclarar que mi progenitor era el patriarca de una  dinastía de cocineros. Aunque esto no alcance a explicar del todo su peculiar idea de la inmortalidad, quizás pueda ayudar a  comprender un poco tales fantasías, un tanto canibalescas,.
El caso es que ni siquiera los santos, ni tampoco los que se les parecen, duran eternamente, al menos en esta vida, y papá no iba a ser una excepción. Se murió poco antes del Día de Difuntos, consumido el pobre por el vicio del tabaco, que era su único defecto. Mis hermanos y hermanas, cocineros todos –éramos una familia bastante numerosa- llegaron para los funerales desde diversos puntos del país, algunos incluso del extranjero.


Todos lloramos a papá  pero fui yo quien me empeñé en ser el depositario de sus cenizas. Nadie se extrañó ni me discutió ese privilegio. A fin de cuentas todos sabían que yo era su ojo derecho, y además era yo quien había permanecido a su lado y le había cuidado hasta el final.
Después de la incineración y consumadas las exequias nos reunimos en una comida familiar. En realidad fue más bien un banquete porque, para una vez que nos juntábamos todos desde hacía varios años, la ocasión lo merecía, y a papá seguro que le habría parecido bien. Como todos éramos expertos en cocina, cada quien aportó su grano de arena para mayor lucimiento de aquel agasajo culinario a la memoria del difunto.
Ya he aclarado que todos los hermanos éramos cocineros, pero olvidé decir que mi especialidad es la repostería. Les brindo la receta, es un secreto:
“Se hacen los cilindros de mazapán y se glasean. Luego se introduce la crema a base de canela y cenizas del difunto”.
Los nietos fueron desde luego quienes más los disfrutaron. Mi mujer dijo: “Este año te han salido deliciosos, con  ese toque de tabaco y canela.  Qué sofisticado eres”.


Saqué la cabeza por la ventana y miré al cielo. Papá me sonreía allá en lo alto.


jueves, 25 de junio de 2015

YO ME BORRO


Desde pequeño, y después de pensarlo mucho aún no sé por qué, yo me hice del Real Madrid. Y el caso es que me gustaba más el uniforme del Atleti, con sus rayas rojas y blancas, su pantalón azul y sus medias también blanquirrojas. El todo blanco del Real Madrid era bastante soso y no parecía la equipación de un futbolista sino más bien el uniforme de primera comunión. Pero el caso es que yo me hice merengue. Posiblemente por dos cosas; la primera por "Diestefano" (Así lo decíamos y lo escribíamos) y la segunda, porque por aquellos entonces empezaba a ganar casi todo. Perdón, y también porque lo de "colchonero" no me sonaba bien.
Y como lo de ser de un equipo debe imprimir carácter, ya siempre fui del mismo equipo. Incluso hubo un tiempo que me hice socio y acudía cada quince días al campo, a pesar de que por esos año fue el equipo de los "García" donde solo sobresalió Juanito y con Vujadin Boškov de entrenador,  nos hacia aburrirnos  cada partido en los que nunca se llegaban a marcar más de dos goles,
Luego llego la Quinta del Buitre, y después don Florentino con los "galácticos"; aunque ya a estos solo los vi en televisión, porque los precios se habían puesto por las nubes y ya me estaba haciendo comodón.
Yo fui de los que disfruté mucho con todas las copas de Europa, y también sufría las derrotas, aunque menos que otros, porque yo nunca dejé de cenar cuando perdían un partido, como hacía un amigo mío, que mas que forofo era un sufridor.


Pero las cosan han llegado a un extremo que ya no lo puedo aguantar. Y no es que fuese de los que pensaban que los futbolistas "amasen los colores" a pesar de los besos en el escudo, no. Pero es que don Florentinos y sus millonarios ídolos, ya no disimulan siquiera que lo único que les motiva es el dinero, y no dejan ni un resquicio para el romanticismo y la épica. Ya ni los títulos son suficientes, hay que organizar todo en torno a un marketing encaminado a ganar el mayor dinero posible y vender cada vez más camisetas. 
Lo siento mucho, porque lo llevaba grabado en mi alma de niño, pero por causa de Florentino, de Ramos, de Ronaldo y compañía, he decidió borrarme del Madrid. 
Seguiré viendo algún partido que otro con mi amigo -el que todavía sufre con sus derrotas- pero de otra forma; porque yo, ya, me he borrado del equipo de toda mi vida.
Y, oye, de verdad que lo siento.

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LA TARARA

LA TARARA
Canta Maria Antonia Moya. Si quieres escuchar la canción, pincha en la imagen

LOS PELEGRINITOS

LOS PELEGRINITOS
La canción de Lorca, cantada por María Antonia Moya, con imágenes de Lucena (Córdoba) Para escuchar la canción pincha en la imagen.

EN EL CAFÉ DE CHINITAS

EN EL CAFÉ DE CHINITAS
La copla de Lorca, cantada por María Antonia Moya, acompañada a la guitarra por Fernando Miguelañez. 1986. Para escuchar la canción, pinchar en la imagen

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE
Maria Antonia Moya canta el Romance Sonámbulo de Federico García Lorca. Puedes escucharlo pinchando la imagen.

LOS CUATRO MULEROS.

LOS CUATRO MULEROS.
Canta: María Antonia Moya. 1986.Para escucharlo,pinchar en la imagen.

PERFIDIA

PERFIDIA
Canta Maria Antonia Moya, acompañada a la guitarra por Fernando Miguelañez. Año 1986. Para escuchar la canción, pincha en la imagen.

PASODOBLE DE CHINCHÓN

PASODOBLE DE CHINCHÓN
Letra: L.Lezama - Música: Palazón. Canta: María Antonia Moya. 1987Puedes escucharlo pinchando en la imagen

MIS LIBROS DE FICCIÓN. EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS.

MIS LIBROS DE FICCIÓN. EL AMARGO SABOR DE LAS ROSAS.
"El amargo sabor de las rosas" Novela. Marzo de 2017

MIS QUERIDOS FANTASMAS

MIS QUERIDOS FANTASMAS
ENERO 2020. RELATOS Y CUENTOS..PRÓXIMA EDICIÓN

HISTORIAS IMPOSIBLES

HISTORIAS IMPOSIBLES
ENERO 2020. PRÓXIMA EDICION.

SUI GENERIS

SUI GENERIS
ENERO 2020. PRÓXIMA EDICIÓN

LA BODA

LA BODA
"La boda" 1996 -2001. Inédito.Para leer el cuento, pincha en la imagen

ANDANZAS Y SENTIRES

ANDANZAS Y SENTIRES
"Andanzas y sentires" 2003. Inédito. Para leer el libro, pinchar en la imagen,

EL CIELO DE LAS AMAPOLAS

EL CIELO DE LAS AMAPOLAS
nueva edición 2022

CUENTOS DE OTOÑO

CUENTOS DE OTOÑO
Cuentos de Otoño. 2006. Si quieres leer los cuentos, pulsa en la imagen.

LUZ DEL CIELO Y OTROS RELATOS CON NOSTALGIA

LUZ DEL CIELO Y OTROS RELATOS CON NOSTALGIA
“Luz del Cielo” y otros relatos con nostalgia. 2019. Proximamente en este blog

CUENTOS DE CAFÉ CON LECHE

CUENTOS DE CAFÉ CON LECHE
Cuentos de café con leche. Pinchar en la imagen para leer los cuentos.

CUENTOS AMORALES

CUENTOS AMORALES
"Cuentos amorales" 2005. Inédito. Para leer los cuentos, pincha en la imagen

LOS CUENTOS DEL ABUELO

LOS CUENTOS DEL ABUELO
Próximamente en este blog.

TRABAJOS FORZADOS

TRABAJOS FORZADOS
Recopilación de 44 relatos escritos para el taller literario.2007-2012. Para leer los relatos pinchar en la portada.

LOS VELOS DE LA MEMORIA I. HISTORIA DEL SOLAR

LOS VELOS DE LA MEMORIA I. HISTORIA DEL SOLAR
"Los velos de la memoria". Historia del Solar. Edición restringida de 95 ejemplares. Se presentó el 10.1. 2010.

LOS VELOS DE LA MEMORIA II. EL AMO.

LOS VELOS DE LA MEMORIA II. EL AMO.
Los Velos de la Memoria II. El Amo. Edición digital. 2012.

DÉJAME QUE TE CUENTE....

DÉJAME QUE TE CUENTE....
"Déjame que te cuente"... 2013. Recopilación. Para leerlo, pinchar en la portada del libro.

LOS VELOS DE LA MEMORIA III LA HEREDERA

LOS VELOS DE LA MEMORIA III LA HEREDERA
LOS VELOS DE LA MEMORIA III. La Heredera..AÑO 2014.

HISTORIAS DE INTRIGA PARA DORMIR LA SIESTA

HISTORIAS DE INTRIGA PARA DORMIR LA SIESTA
2013.Recopilación de relatos. Para leerlos, pincha en la portada

PAISAJES CON FIGURA

PAISAJES CON FIGURA
2013. Recopilación. Para leer los relatos, pinchar en la portada

MIS LIBROS DE ENSAYO. LA OPINIÓN DEL EREMITA

MIS LIBROS DE ENSAYO. LA OPINIÓN DEL EREMITA
LA OPINIÓN DEL EREMITA. Recopilación. 2008-2013. Para leer los trabajos, pinchar en la portada.

LA OPINIÓN DEL EREMITA 2º TOMO

LA OPINIÓN DEL EREMITA 2º TOMO
Segunda entrega. Próximamente en este blog.

MIS OBRAS DE TEATRO.

MIS OBRAS DE TEATRO.
Un ramito de Violetas. Para leerlo, pulsar en la portada.

MIS LIBROS DE POESÍAS.

MIS LIBROS DE POESÍAS.
"SINSENTIDO" Para leer las poesías, pinchar en la portada.

MIS LIBROS DE VIAJES

MIS LIBROS DE VIAJES
Los viajes del Eremita.Volumen I. 2016.

LOS VIAJES DEL EREMITA VOLUMEN II

LOS VIAJES DEL EREMITA VOLUMEN II
VOLUMEN II. LOS VIAJES DEL EREMITA.

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN III

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN III
Los viajes del Eremita. 2016.

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN IV

LOS VIAJES DEL EREMITA. VOLUMEN IV
Los viajes del eremita.Volumen IV. 2016.

EL CATÁLOGO DE MI PINTURA.

EL CATÁLOGO DE MI PINTURA.
POLITÉCNICA. CATÁLOGO DE ARTE. Pintura, dibujo, diseño.Para ver el catálogo, pinchar la portada

FOTOGRAFÍA: ESPAÑA,UN MOSAICO DE IMÁGENES.

FOTOGRAFÍA: ESPAÑA,UN MOSAICO DE IMÁGENES.
ESPAÑA: UN MOSAICO DE IMÁGENES. Fotografías. Para verlo, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN DUOTONO.

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN DUOTONO.
CHINCHÓN EN DUOTONO. Fotografía.Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA. DETALLES

FOTOGRAFÍA. DETALLES
MAS DETALLES. Fotografías. Para ver la exposición pincha en la portada.

FOTOGRAFÍA: ACORTANDO DISTNACIA

FOTOGRAFÍA: ACORTANDO DISTNACIA
ACORTANDO DISTANCIAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FRUTAS Y VERDURAS

FOTOGRAFÍA: FRUTAS Y VERDURAS
FRUTAS Y VERDURAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: PAISAJES EN MI RECUERDO

FOTOGRAFÍA: PAISAJES EN MI RECUERDO
PAISAJES EN MI RECUERDO. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍAS OCULTAS

FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍAS OCULTAS
FOTOGRAFÍAS OCULTAS. Fotografía. Para ver la exposición, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: DENIA EN FALLAS

FOTOGRAFÍA: DENIA EN FALLAS
DENIA EN FALLAS. Fotografías. Para ver la exposición, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN FIESTAS

FOTOGRAFÍA: CHINCHÓN EN FIESTAS
CHINCHÓN EN FIESTAS. Reportaje fotográfico. Para verlo, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: TURISMO

FOTOGRAFÍA: TURISMO
TURISMO. IMÁGENES DE MIS VIAJES. Fotografías. Para verlas, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: MIS FOTOS.

FOTOGRAFÍA: MIS FOTOS.
MIS FOTOS. Folografías: para verlas, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: COMIDAS

FOTOGRAFÍA: COMIDAS
COMIDAS. Fotografías. Para verlas, pinchar en la portada

FOTOGRAFÍA: UN VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA

FOTOGRAFÍA: UN VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA
VIAJE A CÓRDOBA Y GRANADA.FOTOGRAFÍAS. Para ver el reportaje, pinchar en la portada.

FOTOGRAFÍA: FLORES Y PLANTAS

FOTOGRAFÍA: FLORES Y PLANTAS
Flores y Plantas. FOTOGRAFÍAS. Para ver esta exposición, pinchar en la portada.

LAS RECOMENDACIONES DEL EREMITA: CHINCHÓN MONUMENTAL.

LAS RECOMENDACIONES DEL EREMITA: CHINCHÓN MONUMENTAL.
CHINCHÓN MONUMENTAL. Una visita virtual por las calles, plaza y campos de Chinchón. Para verlo, pinchar en la foto.

Museo Etnológico LA POSADA DEL ARCO

Museo Etnológico LA POSADA DEL ARCO
Una visita al Museo LA POSADA DEL ARCO.Para ver la visita virtual, pinchar en la fotografía.

EL MUSEO ULPIANO CHECA

EL MUSEO ULPIANO CHECA
Una visita al Museo ULPIANO CHECA en Colmenar de Oreja.Para ver la visita virtual, pincha en la imagen:

IMÁGENES RELIGIOSAS DE CHINCHÓN

IMÁGENES RELIGIOSAS DE CHINCHÓN
Una visita a las IMÁGENES RELIGIOSAS de CHINCHÓN.Para ver las imágenes, pincha en la Galería.

CARTELES DE TURISMO EN EL MUNDO

CARTELES DE TURISMO EN EL MUNDO
Un recorrido por distintos países y ciudades, visitando sus carteles de turismo. Para verlos, pinchar en la imagen.

ALELUYAS CHINCHONETAS

ALELUYAS CHINCHONETAS
ALELUYAS CHINCHONETAS. Para poder ver todas las aleluyas chinchonetas, pinchar en el dibujo.

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