Vista panorámica de la Laguna de San Juan.
58.- La
Laguna de San Juan. (Afueras)
A lo largo del río Tajuña, en su cauce ancho y
plano en el tramo bajo del río se distribuyen varias lagunas. Uno de los rasgos
que más caracteriza a estas lagunas es la estacionalidad de sus aguas, con
caudales máximos en la época invernal y mínimos en los meses de agosto y
septiembre. Tienen una masa de agua de poca profundidad y extensión, estando
sus márgenes rodeadas de un amplio cinturón de carrizo.
Tradicionalmente se ha aceptado la existencia de
cuatro lagunas: San Juan,
Casasola, San Galindo y Dehesa de Villaverde, pudiéndose ampliar la relación a
una quinta denominada Dehesa de Bayona.
La laguna de Casasola es un carrizal que rodea una diminuta cubeta de agua dulce de carácter temporal, con una profundidad máxima de un metro. Se halla en la margen izquierda del Tajuña. El camino de acceso a la laguna comunica la carretera comarcal 404, con el camino vecinal que va de Chinchón a la comarcal de Morata de Tajuña a Titulcia.
La laguna de San Galindo, se sitúa en la margen derecha del río Tajuña y consta de una lámina de agua, de contorno redondeado, posiblemente conseguido de una forma artificial. A pesar de su reducida superficie, poco más de media hectárea, en sus aguas se ven ánades con frecuencia. El camino de acceso a la laguna comunica la carretera comarcal de Morata de Tajuña a Titulcia, con Chinchón.
En la margen izquierda del Tajuña, se halla el Carrizal de la Dehesa de Villaverde. Apenas existe lámina de agua que se encuentre desprovista de carrizo. El camino de acceso a la laguna comunica la comarcal 300 con los campos de labor de los alrededores.
El de la Dehesa de Bayona, es un pequeño carrizal, cuyo interés es puramente testimonial.
Carrizales de la Laguna de San Juan, en invierno.
La de San Juan es la mayor de las cinco lagunas. Su
profundidad oscila entre 70 centímetros y 2 metros, dándose la mayor
profundidad en los canales. Tanto éstos como el escalón, son el resultado
obtenido tras "excavar" los sedimentos del fondo de la laguna. Acoge
un buen número de aves acuáticas y palustres. El camino de acceso a la laguna
es de tierra y comunica la comarcal 404, con la carretera local que va de
Titulcia a Villaconejos.
El sistema de regadío en la vega
del Tajuña ha ocasionado, desde antiguo, grandes problemas a los agricultores
debido, principalmente, a la escasez de agua en las estaciones cálidas y al mal
estado de las acequias que hasta la fecha son de tierra sin canalizar, lo que
supone una gran pérdida de agua y un coste muy elevado en su limpieza y
conservación.
Con fecha 6 de octubre de
2004, se aprobó una resolución de la Secretaría General de Prevención de la
Contaminación y del Cambio Climático, sobre la evaluación de impacto ambiental
del proyecto «Mejora de la red de riego de la Comunidad de Regantes de Chinchón
mediante tubería a presión».
El proyecto, cuyo objeto es mejorar y optimizar el riego de
1.250 ha. pertenecientes a la Comunidad de Regantes de Chinchón, consiste en la
sustitución de nueve caces de la red primaria, treinta y nueve caceras
secundarias y cincuenta y nueva de la terciaria por tuberías de diámetros
comprendidos entre 315 mm y 4.000 mm en una longitud de 92.050 m y entre 900 y
1.200 mm en una longitud de 4.000 m.
Para la realización del
mismo, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de
Madrid, había elaborado un informe, el
31 de marzo de 2004, en el que
establecía que la actuación no suponga un efecto perjudicial para la
fauna que alberga el espacio protegido denominado «Refugio de Fauna Laguna de
San Juan» así como las Zonas Húmedas «Laguna de Casasola» y «Laguna de San
Galindo».
La
Laguna de San Juan está situada en la margen izquierda del río Tajuña, y forma
parte de un antiguo complejo palustre entre los ríos Jarama, Tajuña y Tajo. Ha
sido recuperada y regenerada en el año 1987 y declarada Espacio Natural
Protegido. Es un humedal de forma aproximadamente triangular, con una extensión
de unas 5,2 hectáreas y la profundidad
de sus aguas tiene de uno a dos metros, en las zonas más profundas, y su fondo
es bastante regular y está surcado por canales comunicados que hacen que exista
una ligera corriente.
Sus
aguas provienen de las escasas lluvias de invierno y primavera, la descarga de
la capa freática, las aguas que le llegan de los taludes que la circundan y de
los esporádicos desbordamientos del río Tajuña.
Tiene
una total ausencia de árboles y su vegetación está dominada por carrizos, la
anea o espadaña, con plantas trepadoras y algo más apartados de las orillas,
lirios amarillos; abundando la caña, el junco y trébol blanco, con acederas,
poleos y mentas que se mezclan con pastizales de gramíneas y plantas acuáticas
como la ova o la hierba lagunera.
En
cuanto a su fauna, nos encontramos con culebras viperinas, galápagos leprosos,
gallipatos, tritones, ranas verdes y sapos. También la Laguna de San Juan es
refugio de aves invernantes, como chocines, petirrojos, tarabillas y zorzales,
y también como refugio de aves de paso, como grullas, andarríos, patos cuchara,
garzas reales y cigüeñuelas. En ella también podemos encontrar nidos de
abejarucos, cernícalos vulgares, collalbas negras, martines pescadores,
carriceros, ruiseñores comunes y aguiluchos laguneros, habiendo algunos que son
exclusivos de esta laguna como son zampullines, porrones y fochas comunes.
La
Laguna de San Juan ha tenido varios propietarios.
La
Laguna de San Juan había sido, hasta el año 1857, propiedad del municipio de Chinchón y el
Ayuntamiento subastaba el aprovechamiento de la misma. Existen dos expedientes
en el Archivo Histórico en los que se especifica: “Subasta de la masiega,
espadaña, junquillo y carrizo que producen las lagunas de San Juan, Dehesa
Vieja y sus desaguadores, rematadas en los años que a continuación se expresan
en las cantidades siguientes”.
La laguna de San Juan tiene una gran riqueza en fauna y flora.
En
el año 1856 es nombrado ministro de Hacienda Pascual Madoz, quien sólo
permanece en el puesto durante seis meses, pero impulsa una ley desamortizadora
que llevaría su nombre. Con esta ley se privatizan bienes propios municipales y
entre los bienes afectados por esta ley, en Chinchón se encontraba la Laguna de
San Juan.
El
21 de abril de 1881 se firmó una
Escritura de cesión otorgada por don Joaquín Carretero y Peral a favor
de la Sociedad de Cosecheros ante don Valerio Villalobos López. Exponen:
"Que en pública subasta en este Juzgado de Primera Instancia y en el del
distrito del Barquillo de Madrid, escribanía de don Fulgencio Fernández, en
once de agosto de mil ochocientos setenta y uno, en virtud de las leyes de
desamortización quedó rematada en el último de dichos juzgados en favor del
señor Carretero una finca perteneciente a los propios de esta villa comprendida
en dichas leyes desamortizadoras, la cual según el anuncio inserto en el
Boletín General de ventas de Bienes nacionales de doce de julio de dicho año,
es el siguiente:
“Número
cinco mil setecientos setenta y cinco del inventario: Un terreno inculto llamado
Laguna de San Juan, sito al punto nombrado Vega de San Juan termino de esta
villa, procedente de sus propios, de segunda clase de secano y riego inundado
conteniendo bastantes aguas, carrizo pinguillo y masiega, su cabida doce
fanegas equivalentes a cuatro hectáreas, diez áreas y ocho centiáreas.
Vista de la Laguna de San Juan en la Vega del Tajuña.
Que
en la subasta celebrada en Madrid quedó rematada en favor del Señor Carretero
como mejor postor en la suma de veintiséis mil once reales y al interesarse en
dichas subasta lo hizo en nombre y por encargo de la mencionada Avecindad de
Cosecheros y para ésta.”
Como
acabamos de ver la “Avecindad de Cosecheros”, que no tenía personalidad
jurídica para contratar, delega en D. Joaquín Carretero Peral para que en su
nombre licite en la subasta del Juzgado y así adquiere la laguna por la suma de
veintiséis mil once reales. Éste era un precio bajo y con su compra hicieron un
buen negocio, además de evitar que este paraje privilegiado pasase a manos particulares.
Esta
laguna además del valor ecológico, por lo que es valorada en la actualidad, en
aquellos tiempos era fuente de riqueza, ya que en ella abundaban las plantas
acuáticas, como cañizos, cañaverales, masiega, etc., además de ser un sitio
privilegiado para la caza y la pesca.
La
Sociedad de Cosecheros, como antes había hecho el Ayuntamiento, también
arrendaba esta laguna. Tenemos constancia de un expediente completo de subasta
a celebrar para el arrendamiento de la Laguna de San Juan del 1933 a 1937. El
importe inicial de licitación para el arrendamiento era de 750 pesetas anuales.
Se
especificaba que se podía utilizar para: Aprovechamiento de la masiega,
junquilla y carrizo. Una de las condiciones era que el arrendatario debería
dejar segar el carrizo necesario para la construcción de Cabañas o chozas para
los guardas jurados municipales.
En
la actualidad es un atractivo más para todos los amantes de la naturaleza,
siendo visitada por gran cantidad de personas que, en excursiones organizadas o
de forma individual puede disfrutar de este ecosistema privilegiado.
Instalaciones en la entrada de la Laguna de San Juan, para información a
los visitantes.
En
los alrededores también se puede admirar una gran sima que está sobre los
cerros cercanos a la laguna. Aunque hay que subir una empinada cuesta, merece
la pena subir hasta allí para admirar toda la vega del Tajuña que se divisa
desde Morata hasta Bayona de Titulcia. También en los montes cercanos se puede
ver una pequeña puerta de piedra encaramada en los escarpados riscos, que es la
entrada a lo que llaman la “Cueva de la Mora”. (No confundir con la Cueva de la
Mora de Titulcia) Aunque desde allí se puede admirar mejor el paisaje de la
vega, no es recomendable subir por el peligro que supone para los no habituados
al deporte del alpinismo.
Vista panorámica de la Vega del Tajuña.
Relator independiente.