Confidente del silencio
Crecido de mil suspiros
Regado por los mil besos.
Naciste para ser árbol
Árbol verde
De verdes cielos
Cargado de hierbabuena
Aromado de luceros.
Manantial de saciantes sombras
Vertidas para el sediento
Fuente de las claridades
Testimonio de los sueños.
Como constant vigilia
Erguido sobre el cemento
Te llueves hilos de escarcha
Que trenzan los nuevos vientos.
Refugio de pequeñines
Abrazador de mil juegos
Para nacerte estío
Creo por ti el Gran Dueño.
La luna, la Blanca Luna
Te busca para su encuentro
Y el sol en su atardecida
Te reviste de oro eterno.
Majestuoso de bondades
Rama de rimas y enredos
Aventas tus limpios verdes
Para mis ojos y espejos
Me bebo tus claras sombras
Tus ramas tus hojas me bebo
Y no existe mejor paisaje
Que la cimbra de tu cuerpo.
Arropados de amoríos
Confidente de secretos
Naciste para ser árbol
Árbol verde
De verdes cielos
Donde las nanas anidan
Para arrullar mis desvelos
Sixto Eleta Andrada.
Sixto Eleta Andrada vivió en Santa Eugenia, donde participó en movimientos sociales y culturales, dirigiendo durante toda su existencia la Tertulia literaria “Cerró Almodóvar”, dejando varios libros de poesía y ganando varios premios literarios.
Hoy os dejo un poema suyo dedicado al árbol, pues, no en vano, en Santa Eugenia existe una gran variedad de especies arbóreas.
En marzo del año 2011 La Mancomunidad de vecinos de Santa Eugenia colocó este poema en uno de los parques del Barrio.