Dicen que el río Sena es la calle más bonita de París, y posiblemente sea verdad. Un paseo por “esa calle” a la caída de la tarde en el Otoño de París, te ofrece la oportunidad de contemplar los edificios más emblemáticos de la capital de Francia.
Desde hace sesenta años, le Bateaux Mouches recorreo el Sena con miles de turistas, que van recogiendo en sus cámaras fotográficas los recuerdos de este viaje.
Empezamos con la torre Eiffel, el Puente de Alejandro III, el Puente Nuevo, el Museo de arte impresionista que está en la antigua estación de tren de Orsay, la Catedral de Notre Dame, el Museo del Louvre, Los inválidos, donde se encuentra la tumba de Napoleón... Los monumentos se van sucediendo en una y otra orilla del Sena, teñidos por la suave y rojiza luz del sol otoñal.
Le Bateaux Mouche, que se podría traducir por “Barco Mosca”, pero no es así. Lo de “Mouche” es por ser el apellido de los propietarios del barco.
Ofrecen también la posibilidad de cenar en el “bateaux” durante la travesía. A mí me parece mejor hacer el viaje disfrutando del paisaje, y luego ir a cenar a uno de los innumerables restaurantes de París.Volvemos a terminar el recorrido con la torre Eiffel, que nos dice adios con las luces encendidas, en señal de despedida.
Y una última recomendación: Si hacéis el viaje de últimas horas de la tarde, no olvidéis abrigaros bien, porque hace bastante frío.