EL
MUSEO “EDUARDO CARRETERO” en la CASA DE LA CADENA.
En estos días en el que se está
hablando de los posibles usos de la Casa de la Cadena, una vez rehabilitada,
sería conveniente recordar el legado que dejó a Chinchón el escultor Eduardo Carretero,
para ello podemos hacer un poco de memoria.
En el año 2005 el Ayuntamiento
de Chinchón acuerda conceder a Eduardo Carretero el nombramiento de “Hijo adoptivo”
de la Ciudad, y con ese motivo se organiza una exposición de varias de sus
obras en la Casa de Cultura “Manuel Alvar”, entregándosele el título ese mismo
día. Eduardo comunica a las autoridades su deseo de donar una amplia muestra de
sus obras al pueblo de Chinchón, para que se pueda hacer un museo que las
recoja y que lleve su nombre. Días después hace el ofrecimiento por escrito y
el Ayuntamiento, por acuerdo del pleno, acepta la donación y se compromete a
buscar el lugar idóneo para albergar estas obras de arte.
En ese momento, no se
especificaron cuáles eran las obras concretas que donaba el artista. Había que
nombrar una comisión que se encargase de hacer la selección, tratando de que el
futuro museo fuese un fiel reflejo de toda la obra de Eduardo Carretero,
partiendo de que la mayor parte de las obras disponibles eran bocetos y
estudios que se había reservado el artista, ya que las obras terminadas, en su
mayoría, estaban en poder de los que las habían encargado.
En esta selección, habría que
intentar que estuvieran representados todos los temas, todas las técnicas,
todos los materiales y todas las épocas de una larga trayectoria que había
durado más de 75 años de vida profesional.
Pero pasaron los años y a su muerte
ocurrida el 3 de Octubre de 2011, los responsables municipales no hicieron
estas gestiones, por lo que no llegó a realizarse la selección definitiva.
Me consta que sus herederos, y
así lo manifestaron en diversas ocasiones, eran los más interesados en que se divulgase
y promocionase de la obra de Eduardo, estando dispuestos a crear un Patronato
que lo llevase a cabo.
Sin duda que este cometido
supone un gran esfuerzo económico para unos particulares y sin duda que verían
con sumo interés que las Autoridades Municipales de Chinchón, les ofreciesen
una ubicación idónea para poder instalar estas obras y, sin duda, la Casa de la
Cadena sería la sede más emblemática para recoger el legado de Eduardo
Carretero, que de esta forma promocionaría y revalorizaría toda la obra del
escultor, uno de los más importantes del Siglo XX en España.
Durante los últimos años de su
vida, visité a Eduardo Carretero en su casa y con la supervisión del artista
fui fotografiando toda su obra con el fin de realizar una catalogación de la
misma, que no se llegó a terminar.
Entre otras cuestiones, hice
una selección de las obras que podrían formar parte de su Museo y así se lo
transmití a Eduardo, aunque tampoco se llegó a formalizar, como ya se ha
indicado, ningún acuerdo con el Ayuntamiento.
Y esta era mi propuesta:
FIGURAS
Aquí podíamos encontrar al
Carretero más personal, más libre a la hora de escoger los temas, y más
espontáneo para definir la técnica a emplear. La mayoría serán bocetos en barro
que hizo para obras importantes durante toda su carrera, y tocará temas como el
flamenco, la solidaridad, y la vida cotidiana que tenía a su alrededor.
ESCULTURAS RELIGIOSAS
Durante su vida profesional,
Eduardo Carretero se distinguió por una gran actividad en esculturas
religiosas. Desde los evangelistas para la fachada del Colegio Isabel la
Católica de Granada, hasta la decoración de la Iglesia de San Francisco Javier
en Pamplona, han sido multitud las obras religiosas a través de su carrera. Sien
embargo, ha sido difícil encontrar una digna representación para el museo, ya
que, como es lógico, las obras originales están en las iglesias para las que
fueron creadas. Tenemos, además, en Chinchón dos ejemplos de esta obra
religiosa. Una en la Ermita de San Ana. para la que Carretero esculpió una
imagen de la Santa, cuando la iglesia fue rehabilitada. Otra, el Via Crucis que
está en las tapias del cementerio.
Por eso, para el museo hemos
seleccionado una serie de bocetos en barro que hizo para un Via Crucis, del que
se hicieron varias reproducciones para distintas localizaciones.
Además, algunos pequeños
bocetos para grupos de imágenes.
MONUMENTO A LA GUERRA CIVIL.
Las obras que siguen a
continuación son obras originales, de las que no hay más copias. Son los
bocetos, a gran tamaño algunos de ellos, que Eduardo Carretero hizo para un posible
monumento conmemorativo de la contienda civil - él dice “incivil”- que asoló
España de 1936 a 1939.
Es una obra impresionante que
no debía quedar ignorada. Por su fuerza, por su originalidad, por su gran
técnica y por su impactante realismo, a pesar de estas concebida en estilo
abstracto, debía figurar por méritos propios en este museo.
RETRATOS
Y por último, había que
seleccionar una serie de retratos que fuesen una muestra de la gran técnica y
maestría que Eduardo Carretero logró a la hora de captar la personalidad y los
rasgos de sus modelos.
Y en primer lugar debíamos
seleccionar uno de sus autorretratos y el busto de Isabelita, su mujer, que
deberían presidir, por mérito propio, este museo. Después los bocetos de Ramón
y Cajal, Picasso, Federico García Lorca y otros personajes famosos, conocidos
por el gran público. Entre ellos, el retrato original que hizo, en una sola
sesión, a Mercedes Sosa, la cantante argentina, un día que vino a visitarle a
Chinchón. Y para terminar personas casi anónimas, de las que podemos destacar a
nuestro paisano Jacinto Vega, cuyo retrato es, sin duda, uno de los más
elogiados del escultor, y que se encuentra también en varios museos.
Esta podría ser la selección
definitiva:
Fotografías de m.carrasco.m