Aspecto de la vega desde el río Tajuña. En el horizonte, el Castillo de
Casasola.
57.- La
vega de San Galindo. (Afueras)
Pascual
Madoz, en su libro “Madrid: Audiencia, Provincia, Intendencia, Vicaría, Partido
y Villa” editado en Madrid en el año
1848, nos informa que existía una ermita llamada de San Galindo, que fue
en lo anterior monasterio de monjas y población; otro castillo fortaleza
titulado Casasola, que da título al marquesado del mismo nombre.
“En la Vega del Tajuña había cinco
despoblados, que en lo anterior componían otras tantas poblaciones llamadas
Heza, Villaverde, Monasterio, Casasola y San Juan. De la primera existen las
ruinas de un torreón y escombros de su población, la que se trasladó e
incorporó a esta de Chinchón por los años de 1700 a 1706, y en este archivo
obra su acuerdo del día en que se verificó la incorporación.
El
poblado de Villaverde fue más antigua su destrucción, pues sólo hay memoria de
una ermita que tuvo título de Nuestra Señora de Villaverde; el de Monasterio
aparece también muy antiguo, habiendo sólo noticias de que el monasterio de
monjas se trasladó a la ciudad de Toledo, donde con el nombre de Concepción
Franciscas, las que han conservado, hasta su extinción, el derecho de percibir
los diezmos de aquel despoblado en donde existe la referida ermita de San
Galindo, y próximo a ésta, en eminente cerro, las ruinas de un castillo que tuvo
el nombre de Valderradela; el de Casasola, sólo conserva el castillo de su
nombre.
En
la población de San Juan, solo quedaban, (en el año 1848), los cimientos de una
ermita, los vestigios de su población en el sitio llamado el campanario y 10
corrales para ganado lanar con sus cuevas y casas.
Atraviesa
la vega el río Tajuña que pasa a 1 legua de la villa, marchando entre N., E, y
S., y lleva bastante agua desde noviembre a mayo, es muy frecuente el
desbordarse y causa bastante daño lo más del tiempo, y también se advierte en
la vega falta de riego: tiene 4 puentes denominados puentes de Heza, de San
Galindo, de Casasola y Molincaído, los 3 primeros de madera y mezquina
construcción, pero el último bueno, construido en el año 1840 sobre la fábrica
de piedra sillería en que están los dos ojos que sirven de presa para dar agua
a los cauces que riegan el trozo de la vega titulado San Juan; sobre dichos
ojos están los dos arcos rebajados de bóvedas de piedra de Colmenar; todos los
reparos se costean del común, en el referido trozo de la Vega de Villaverde y
sobre su caz hay 4 molinos harineros de dominio particular; el uno de 3 piedras
y los 3 de a dos”
Puente de San Galindo sobre el río Tajuña.
También
cruzan la vega seis arroyos y barrancos llamados Valdesorente, Valdemolinos,
Valdelaspozas, Valle, Valtaraoso y Calabas.
Por otra parte, Paulino Álvarez-Laviada en su “Chinchón histórico
y diplomático”, publicado en el año
1931, nos dice que en la vega del Tajuña existían varios asentamientos,
conocidos como los lugares de Eza, Villaverde, el Monasterio, que llaman San
Galindo y San Juan. No se sabe a ciencia cierta hasta que año fueron habitados,
pero se conoce que en el año 1462 aún lo estaban los de Eza y Villaverde.
De todos estos asentamientos, tan
sólo quedan vestigios, en la actualidad, del sitio de San Galindo, en donde aún
existen las ruinas de lo que fue una ermita.
Está
totalmente abandonada y se ha construido una casa particular adosada a sus
muros.
El puente de San Galindo construido por la Sociedad de Cosecheros en el
año 1864.
Cerca de esta ermita, hay un puente sobre el río Tajuña que ha
sido restaurado recientemente y que fue construido en el año 1864 por la
Sociedad de Cosecheros de Vino, Vinagre y Aguardiente de Chinchón.
Plano del término municipal de Chinchón con la vega y el río Tajuña, en
el que se pueden ver los asentamientos que existieron a lo largo del río.
Relator independiente.