Quedamos para tomar un café (es un decir, porque Manolo nunca toma café) en su casa. Me invitó a tomar una copita de chinchón, porque yo tampoco suelo tomar café, y unos bollitos de aceite que había comprado en la “Dulcería de Chinchón”.
Antes de sentarnos en el porche del patio, me enseñó las vistas que tiene desde la terraza, donde se contempla toda la Plazuela de Palacio, con la iglesia, la torre y el teatro. También se ven los balcones altos de la plaza y los tejados que parecen colocados caprichosamente por un arquitecto que se había pasado de aguardiente.
En su biblioteca tiene muchos libros sobre Chinchón. Presume de las “Memorias” de Benito Hortelano, conseguido en una librería de libros antiguos de Sevilla, y de la primera edición de los libros de Paulino Alvarez-Laviada y Narciso del Nero. También tiene una copia del “Diario del Virreinato de Chinchón”, también conocido como “Diario de Lima”, del que es autor Juan Antonio Suardo, escrito cuando el Conde de Chinchón era Virrey del Perú.
Además puedes encontrar la mayoría de lo que hay publicado sobre Chinchón y todos sus libros, los publicados y los inéditos, de los que tiene una copia impresa en ordenador, pero perfectamente encuadernados.
-¿De qué libros te sientes más satisfecho?
- De los primeros; de investigación, “La Mojona” y de ficción, “Los velos de la memoria”
- Aunque te marchaste a vivir a Madrid, tú siempre has estado muy cerca de Chinchón, ¿que recuerdas de tu etapa de anterior en Chinchón?
-Antes de marcharme a vivir a Madrid por motivos profesionales, estuve muy involucrado en distintos movimientos culturales y sociales. En los políticos no, porque entonces apenas si se había iniciado ninguna actividad. Pero, por entonces, fui cofundador con José Luis Magallares y Antonio Macias de la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Hnos. Ortiz de Zárate. También estuve en la formación de la Asociación de Amigos de Chinchón, con Pili Montero y Jesús García, donde creamos la distinción del “Ajo de Oro”. Participé en la organización del “Club Santiago” y en las representaciones de la Pasión durante más de veinticinco años.
- ¿Y en cultura?
- Colaboré con la revista “Fuentearriba” en sus tres épocas, la primera con don Luis Lezama, la segunda que editamos desde el club Santiago y la tercera que se editó desde la “Agrupación de Amigos de Chinchón”. También, con Tito Lozano y Carlos Alonso, organizamos algunas exposiciones de pintura...
- ¡Y además trabajabas en Cajamadrid!
- Sí, y tenía un pluriempleo como administrador de la Comunidad de Regantes de Chinchón.
-¿Y qué decía tu mujer?
-Que fue una suerte que nos marchásemos a Madrid, porque aquí apenas si nos veíamos.
- ¿Otras actividades?
- Ya te conté el otro día que también jugaba al fútbol y hacía atletismo; pero eso cuando era más joven.
- ¿Eso es todo?
- Bueno, aunque de esto no debía presumir porque no tengo buen oído, también formé parte con mi mujer de la “Coral Concertino” en Madrid, en la que llegamos a participar casi de forma “profesional” en “Los veranos de la Villa”, en la representación del “Gran Teatro del Mundo” de Calderón de la Barca, en la Basílica de San Francisco el Grande, dirigida por José Tamayo.
- Con todo esto podrías escribir tus memorias.
- Tengo escrito “Historias de mi mundo” que es una especia de memorias hasta que cumplí los cincuenta años; pero mejor me voy a reservar todas estas vivencias para contárselas a mis nietos cuando sean algo más mayores... Aunque si no se “dejan”, tendré que terminar de escribir el resto de mis “batallitas”...
- Después de tu jubilación, vienes más por Chinchón, ¿sigues participando en actividades del pueblo?
- Sí, hace unos años creamos el Colectivo "Fuente Pata", una asociación en la que hemos publicado varios libros, como "Chinchón en mi recuerdo" que recoge las poesías de don José Manuel de Lapuerta; mi libro de La Mojona, y "La Cocina Tradicional en Chinchón" que escribimos Tanci de las Heras y yo. Después he participado en la creación del Colectivo "Cach" (Colectivo de Artistas de Chinchón) que hemos hecho varias exposiciones de pintura en los últimos años, como la dedicada a la Condesa de Chinchón. Para este año tenemos el proyecto de una exposición titulada "Rostros de Chinchón"... en fin, que no me aburro.
Seguimos hablando durante un largo rato. Repetimos con los bollitos de aceite y con otra copita de anís. Él regó el patio para refrescar; cuando nos dimos cuenta, ya era tarde y nos despedimos.
- Manolo, muchas gracias por tu acogida, y si quiere contar alguna cosa, ya sabes donde tienes un blog a tu disposición...
- Gracias a ti por darme esta oportunidad. Ya sabes que sigo a diario tu blog, que me parece muy interesante. Cuando quiera contar algo, tú serás el primero en saberlo y te prometo la exclusiva.