En el año 1970 se abrió un expediente para el nombramiento de hijo adoptivo
a D. LUIS LEZAMA BARAÑANO, creador de la Pasión de Chinchón. Por causas que desconocemos, se paralizó el expediente que se continuó en el año 1998, a petición de algunas personas particulares, llegándose al acuerdo de concederle el título de hijo adoptivo; pero entonces, tampoco, se terminó el trámite.
Afortunadamente, la actual Corporación municipal lo ha finalizado y
el próximo viernes, día 10 de octubre, a las 20 horas le será entregado el título de
hijo adoptivo de Chinchón a Don Luis de Lezama y Barañano.
Don Luis, nació en Amurrio (Alava) y cursó sus estudios en el Seminario de Madrid. De allí salió para Chinchón en el año 1962, con el nombramiento de Coadjutor de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Era un nuevo “cura de Chinchón”, como antes lo habían sido Miguel Ramón Linacero, José Robles, Camilo Goya y Lucientes, San José María Rubio y José Manuel de Lapuerta, sólo por nombrar a los que por diversos motivos han tenido una notoriedad pública.
Don Luis Lezama fue conocido como “el cura de los maletillas”. Estando en Chinchón acogió en su casa a varios maletillas como Eduardo, Quintino y Teodoro, que llegó a tomar la alternativa como “El Bormujano”.
Después ejerció de periodista en la radio, consiguiendo un premio “Ondas” en el año 1973. Últimamente ha sido conocido como promotor de varios restaurantes, empezando con “La taberna del alabardero”, el “Café de Oriente” y otros más, repartidos por España y Estados Unidos, con los que además de hacer una buena cocina, ha desarrollado una importante labor social.
Es además, escritor, poeta y pintor, habiendo publicado varios libros; pero, para nosotros, tiene el mérito de haber sido el creador de “La Pasión de Chinchón”, que desde el año 1963 se ha venido representando ininterrumpidamente el sábado santo, al anochecer. Suyo es el guión y él fue quien en principio se encargó de hacer el montaje, en colaboración con Pilar Montero.
Próximamente, haré un detallado informe de lo que es y representa la Pasión de Chinchón.
Es también el autor de la letra del pasodoble de Chinchón, que puso música el maestro Palazón, y que dice así:
Dos cosas llevo en el alma,
clavadas, ay, para siempre,
la gente que conocí,
tu plaza, paz castellana.
Chinchón viejo y nuevo,
Chinchón, pueblo y llanto,
ya no te cantare penas
dos lágrimas que me brotan
como mozas de verbenas.
Chinchón, viejo y nuevo,
Chinchón pueblo y llanto
son cosecha de tu suelo,
tu luz, tu historia, tu encanto.
De los olivos al campo,
hay caminos recorridos,
las cuestas que hablan de amores
las torres de los vencidos.
Toros, aguardiente, flores.
Sombra de Fracuelo herido,
un maletilla se asoma,
a la fiesta renacido.
Y tú Chinchón de Castilla,
no dormirás en su olvido.
Viva Chinchón porque tiene
la fama del aguardiente,
de las mujeres bonitas
y de los hombres valientes.
De las mujeres bonitas
y de los hombres valientes.
Desde este humilde blog, me quiero unir a la felicitación al nuevo hijo adoptivo de nuestro pueblo.
¡Enhorabuena, don Luis!