El otro día me dio por hacer un experimento. Cogí mi tablet y me di una vuelta por los periódicos digitales del día. De todas tendencias, de la extrema más derecha a la más izquierda extrema. Como era de esperar, y además lo podéis comprobar, los unos destapaban las miserias de sus oponentes y los otros, lo mismo. Así que el panorama que dibujaban entre todos de nuestra querida Patria era desolador. No había por donde coger a los políticos de derechas ni a los políticos de izquierdas.
Vamos a ver, me dije, todos estos están exagerando, esto no puede ser verdad; están mintiendo. Pero, ¿todo es mentira?
Hay un dicho antiguo que dice: “Calumnia, que algo queda”. Así que, aparte de los insultos y de las descalificaciones, ya no sabemos si lo que nos cuentan tiene algo de verdad o son directamente calumnias.
Yo, que por naturaleza soy bien pensante, me resisto a creer que “to er mundo” es malo, y me gustaría ( es un deseo ) que lo que nos cuentan, unos y otros, sea mentira. Pero ¿es todo mentira?
Y la verdad es que esto no tiene ninguna gracia; casi la misma que el programa homónimo de Risto Megide.