Si, hombre; en toda el mundo se había producido un movimiento de indignación contra el poder, que no había sido capaz de dar una respuesta ecuánime a la crisis financiera mundial del 2008, y no se había tenido en cuenta la precariedad de los más necesitados y habían prevalecido los intereses de los poderosos. Hasta se había reformado nuestra constitución (Eso que dicen que es tan difícil de hacer), con nocturniidad y alevosía para garantizar que se pagarían las deudas por delante de atender las necesidades sociales.
En España se venían sucediendo en el poder el PP y PSOE que rivalizaban en conseguir la mayor tasa de escándalos, si no, recordemos la Gurtel, los Eres de Andalucía, etc, etc. Era el bipartidismo reinante durante toda la transición.
Y llegó el 15M. Y algo cambió. Y los poderosos de llevaron las manos a la cabeza, asustados; pero no había un “enemigo” localizable a quien atacar, y recordaron lo de Fuenteovejuna. Por eso personajes importantes, como Cospedal y Aguirre, les retaron a formar un partido político. Y lo hicieron, y llegaron al parlamento europeo, a las Cortes españolas y hasta el Gobierno de la nación. Pero habían caído en la trampa, ya tenían un líder a quien poder atacar. Y lo hicieron. !Vaya si lo hicieron! Y valía todo; hasta que creyeron abatir al “coletas”.
Pero no. Ya no será igual. En estos diez años han cambiado muchas cosas. La lucha contra la corrupción, el rey emérito, los nacionalizamos periféricos... Para bien o para mal, las cosas han cambiado; aunque una pandemia mundial y muchos miles de muertos, hayan desenfocado los problemas reales de la gente, las cosas ya no pueden ser lo mismo.
Los interesados nos van a decir que con el bipartidismo se vivía mejor, como otros lo dicen con el franquismo.
Pero no nos engañemos, las cosas ya no volverán a ser igual y yo creo que el enemigo no es el 15M.