El día de San Roque del año pasado publiqué una entrada en este blog que titulé "LA PLANTA DE COMPOSTAJE DE VILLACONEJOS, ¿UN PELIGRO PARA CHINCHÓN? Yo me había enterado unos días antes de la situación y consideré que era un asunto de suma importancia que debía ser conocido por los ciudadanos. Entonces fue leído por muchas personas e, incluso, fue difundido por las redes sociales; pero entonces nadie se movilizó.
Siete meses después, el artículo ya ha sido leído en más de 3300 ocasiones y ahora el tema ha saltado a los medios regionales y nacionales y por primera vez, que yo recuerde, ¡se convoca una manifestación en Chinchón!
La asociación de vecinos del Nuevo Chinchón, que son los primeros perjudicados, aunque no sea nada más que por estar a menor distancia, y la Asociación de Turismo de Chinchón, que pueden ser los más perjudicados económicamente, han convocado una manifestación que ha sido apoyada por la Corporación Municipal.
Y me parece muy bien, pues eso de que el personal manifieste públicamente su opinión es saludable, y además es necesario; pero todo esto podría quedarse en fuegos de artificio, si no se acompaña con las acciones políticas, judiciales o legales pertinentes, que serán las que puedan impedir la puesta en funcionamiento de la planta.
Si se ha llegado a esta situación es porque alguien no ha cumplido con su cometido.
Si hay una ley que impide que estas plantas estén a menos de 2 kilómetros de una población, y el Nuevo Chinchón esta a tan solo 1600 metros; quien autorizó la planta, incumplió la ley y debería responder por ello.
También habrá que depurar otras responsabilidades, puesto que en toda la tramitación del proyecto es posible que alguien haya incumplido sus funciones, ya sea por desidia, ignorancia o por otras causas espurias, y habrá que determinar su responsabilidad en la situación actual.
Ante una situación que puede ser de extrema gravedad para muchos segmentos de la actividad y de la convivencia de Chinchón, es el momento de pedir responsabilidades y exigir que todos los implicados se involucren en la solución, y en caso contrario tomar las medidas legales, políticas o judiciales necesarias para conseguir la resolución de este problema.
Porque todo lo demás, podría, ya digo, quedarse en eso: meros fuegos de artificio.
Todas las fotografías son de la manifestación del día 22 de Febrero, No estaba en Chinchón, pero como podéis ver, he podido dejar constancia de la manifestación gracias a la aportación desinteresada de varios comunicantes, a quienes agradezco la colaboración.