Cuando paseas por las calles de Córdoba tge vas a encontrar con balcones y ventanas que son todo un espectáculo.Las anteriores son, posiblemente una excepción. Unas ventanas "desnudas", con su rejería de filigrana que juegan con las sombras del sol de media tarde, y sin flores que las adornen. Están en el Museo de Julio Romero de Torres en la plaza del Potro.
Y digo que son una excepción, porque la mayoría están pobladas de toda clase de flores multicolores que se asoman a las calles como reclamo de belleza.
Y son ejemplo de una cultura en la que las flores, perfectamente cuidadas, son el exponente de la sensibilidad de las gentes de esta tierra.
Son los balcones y las ventanas que te vas a encontrar cuando recorras las antiguas callejas de la Córdoba ancestral, que nos muestra los recuerdos de su ascendencia mora.
Fotos: m.carrasco.m.