Aún recuerdo mis primeros viajes a Madrid, siendo pequeño. Creo que uno de los primeros fue cuando me operaron de anginas. Entonces, no existía la Nacional III y el coche de viajeros se desviaba de la carretera en el kilómetro 20 para entrar a Madrid por el Camino Real de Arganda, hasta el pueblo de Vallecas. Y esta era la primera imagen que nos encontrábamos de la capital.
Y esta es la vista que ahora tenemos, tomada desde el mismo lugar.
Estamos en la plaza de Juan de Malasaña, desde donde podemos acceder a la Iglesia de San Pedro ad Víncula que es la Parroquia de la actual Villa de Vallecas.
Desde aquí podemos llegar al Paseo Federico García Lorca, que en estos días de otoño presenta un ambiente acogedor y lleno de colorido, y donde podremos hacer nuestras compras, ya que es el centro comercial del barrio.
Y podemos contemplar el monumento que se hizo al poeta y que fue inaugurado el 22 de mayo de 1986, siendo alcalde de Madrid, don Juan Barrasnco.
Hasta llegar aquí, antes, todo eran campos de labor a ambos lados de la carretera. Ahora todo ha cambiado mucho. Ahora desde que te desvías de la carretera general te encuentras con una carretera de ambos sentidos, con amplios paseos, adornados de árboles y jardines.
Ahora nos encontramos con las instalaciones de la Comisaría de distrito de la Policía Nacional.
Las instalaciones de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano
El Barrio de Santa Eugenia
Y el ensanche de Vallecas.
Hasta que a lo lejos, vemos el campanario de la Iglesia de San Pedro ad Víncula.
Nota: Todas las fotografías modernas las he hecho con mi nuevo I´phone.