Amaneció una preciosa mañana para bajar a la plaza de Chinchón, donde se iba a celebrar el tradicional encierro del día de Santiago
Antes de iniciarse el encierro se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente ferroviario ocurrido el día anterior en Santiago de Compostela.
Eran las nueve en punto, cuando se escuchó el cohete que anunciaba la suelta de las reses.
Después, por la Puerta de la Villa, empezaron a llegar los mozos precediendo a los astados, ante la expectación de los aficionados que esperaban en la plaza.
La manada, una vez en la plaza no tardaron en encontrar los toriles...
Aunque hizo falta la inestimable colaboración de los expertos...
En la plaza se esperaba la suelta del toro de capea...
Que fue la mejor diversión para los mozos que aprovecharon para demostrar sus dotes de recortadores y su valor....
Y nos despedimos de la plaza, hasta las próximas fiestas patronales, del mes de agosto.